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Chinkon Kishin no Hoo

Como practicante de Aikido, una de las cosas que más me llama la atención es lo diferentes que son los calentamientos y estiramientos previos a cada clase. Aún diría más, dicen mucho de lo que se va a desarrollar a continuación. Hay una serie de ejercicios que son comunes a todas las líneas del Aikido, pero hay unos pocos que son propios a cada gran maestro.

Por ejemplo, a Tamura le gusta mucho el Chi Kung, y se hacen varios ejercicios antes de cada sesión, a veces durante 45 minutos. Creo que el nombre oficial que le dan es Aiki Taiso, pero no sé mucho más sobre el tema. A mí me parece un trabajo muy interesante pero muy difícil y hermético, como el Aikido de Tamura. En este aspecto me gusta más el enfoque del Aikido de Shingu (un día de estos tengo que hacer una entrada con lo que más me gusta de cada Aikido), ya que junto a los estiramientos se practican unos ejercicios muy energéticos cuyos efectos se notan desde el primer día, por muy novato que uno sea.

Se trata del Chinkon Kishin no Hoo (nótese el parecido de Chinkon con Chi Kung, seguro que están emparentados), una práctica heredada directamente de la secta Omotokyoo y adaptada por O’Sensei para la práctica del Budo. En algunos cursos he practicado algunas partes sueltas, como el torifune y el furutama, pero sólo con Charly Sensei y en el curso de Anno Sensei de Mallorca lo he visto ejecutar completo y en el mismo orden. Después de hacer Chinkon Kishin no Hoo, te sientes cargado de energía y predispuesto a hacer un buen entrenamiento, especialmente si la clase es numerosa, porque de algún modo se “atan” las energías de los participantes. Se cuenta de O’Sensei que era imposible aguantar mucho tiempo sentado junto a él después del Chinkon Kishin no Hoo, de la energía que desprendía.

Para explicar mejor qué es el Chinkon Kishin no Hoo, os propongo ver un vídeo y después leer un artículo en profundidad:

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Artículo original de Gerard Blaize, traducido por Aikido Sakaki (www.aikido-sakaki.com/chinkon.htm)

Es difícil decir con exactitud cual fue el origen de estos ejercicios. Evidentemente el Chinkon Kishin No Hoo fué practicado en el Omotokyo. Pero el Furutama No Gyo, un ejercicio incluido en el Chinkon Kishin, tenía otro origen. Así pues, la manera de practicarlo que se describe a continuación es la que enseña mi profesor Hikitsuchi Michio Sensei tal como la aprendió de O’Sensei.

El Chinkon Kishin No Hoo agrupa varios ejercicios y algunos, como el “Amano Torifune” o el “Furutama”, son bien conocidos por los seguidores del Aikido. Algunos lo son menos: la inspiración con las manos (Shin kokyuu, el I-ku-mu-su-bi, el kiai y el palmear, que simboliza los cuatro elementos: El cielo (Ten), el fuego (Ka), el agua (Sui) y la tierra (Chi).

Los ejercicios se desarrollan en este orden:

-Hacer el Shin kokyuu.

-Picar cuatro veces en las manos.

-Hacer el I-ku-mu-su-bi.

-Después de repetir los dos primeros, hacer alternativamente el “Torifune” y el “Furutama”, empezando siempre por el “Torifune”.

-Repetir los dos primeros ejercicios antes del kiai.

-Golpear solamente cuatro veces en las manos antes de realizar los movimientos circulares.

En todos ellos es necesario respetar las reglas de coordinación motriz, efectuar las visualizaciones y las concentraciones mencionadas, para poder notar sus efectos.

* Oomotokyoo: Movimiento Oomoto Movimiento mesiánico creado en 1893 por una mujer, Deguchi Nao. Conoció su apogeo ende 1918 hasta 1935 bajo la dirección de Deguchi Onisaburo. Pero como su proselitismo y sus ideas competían con la autoridad imperial, fue duramente reprimido por el gobierno. Este movimiento que tuvo hasta tres millones de adeptos, solo contaba con 60.000 en 1952.

Shin Kokyuu.

Los pies se separan con la misma anchura que los hombros, haciendo un ángulo de aproximadamente 60º. La pelvis, firme, está en la prolongación del cuerpo, erguido y relajado.

Inspirar dos veces, con los dedos juntos, primero hacia la tierra, luego hacia el cielo. Bajar las manos expirando, y volver a empezar.

La respiración se hace visualizando el “aire” a través de los ojos y la boca. Luego desde el “cielo”, este “aire” entra en las manos por los dedos mayores y desciende hasta la espina dorsal. El ejercicio se repite una segunda vez.

Después, con las manos encima de la cabeza, golpear 4 veces en ellas para “llamar” a los 4 elementos.

Volver poco a poco a llevar las manos hacia el ombligo, con la palma y los dedos de la mano izquierda sobre los de la derecha, y los pulgares tocándose. Entonces empieza el ejercicio del I-ku-mu-su-bi.

I-ku-mu-su-bi.

En esta posición los ojos están entornados, y la mirada se fija 3 metros ante sí.

Expirando una primera vez (siempre se empieza por una expiración), visualizar el sonido I, inspirando el sonido Ku, en la siguiente expiración el sonido Mu, en la nueva inspiración el sonido Su, terminar expirando y visualizando Bi, que se transforma en I (BI…..I).

La última respiración se hace sin visualización, y el ejercicio empieza de nuevo, sin fijar un número de veces.

Hikitsuchi Michio Sensei explica cómo visualizar el sonido I:

“Cuando expiráis, miráis con el alma como este soplo se distiende en el Universo. Después inspiráis con el sonido Ku y veis con los ojos del alma como este soplo circula en vuestro cuerpo”.

I-ku-mu-su-bi es un ejercicio para vincular nuestro ki al del Universo.

Torifune

Se hace 3 veces: primero con el pie izquierdo delante; luego con el derecho; y luego otra vez con el izquierdo.

El pie izquierdo delante, simboliza el cielo (Ten Bau); el yang; Iranaki en el Kojiki.

El pie derecho delante simboliza la tierra (Tchi Ban); el yin; Iranami en el Kojiki.

El pie de la pierna delantera se sitúa en una línea recta. El pie de la pierna trasera forma un ángulo de 75º.

Colocados en esta posición, “tirar” con las manos en los costados. Se posan en las caderas, pero no más allá de los huesos ilíacos. El pulgar y el anular están apretados; los demás dedos están cerrados pero sin fuerza.

Luego se “lanzan” las manos hacia delante, abriendo los dedos solo al final. Cerrar enseguida los dedos y “tirar” de nuevo las manos hacia las caderas.

Durante estos movimientos la pelvis se mantiene firme para evitar que el cuerpo no se balancee demasiado. La columna debe estar recta; todo el cuerpo tira y empuja.

Esta coordinación es más fácil si se fija un punto a tres metros de distancia frente a si, sin perderlo de vista durante todo el ejercicio. De esta manera el cuerpo no se rompe, los brazos en línea recta, sin balanceo.

Todo esto es muy importante. Es la base de la coordinación motriz necesaria para ejecutar este ejercicio.

Cuando se “tira”, visualizamos que estiramos la tierra pronunciando el sonido EI…I. Cuando “empujamos”, visualizamos que empujamos la tierra pronunciando el sonido HO. Empezamos y terminamos siempre con el sonido EI…I.

Este ejercicio se repite todavía dos veces; pie derecho delante, luego izquierdo. El ritmo se acelera, pero de manera natural y sin cansarse ni resoplar.

Contrariamente a lo que dicen otros profesores, Hikitsuchi Michio Sensei insiste mucho en el hecho de que los sonidos no deben cambiar. Siempre EI…I estirando y HO empujando.

Hikitsuchi Sensei explica que así el Ki del cielo desciende, y es absorbido por nuestro cuerpo junto con el Ki de la tierra. En esta posición creamos un “puente” que nos “une” al cielo. Hay que crear AME NO UKIHASHI. Si no conseguimos estar de pie en este puente, el Aikido no nace. Hay que crear primero esta imagen.

Así lo dicen las palabras del fundador:

“En este camino hay que estar de pie en el puente flotando entre el cielo y la tierra (Ame No Ukihashi Ni Tatsu) si uno no se halla en este puente, el Aikido no sale. Si uno se encuentra en este puente, en esta postura, alguna cosa “sale” y ello se llama Takemusu Aiki”. (Aiki Sinzui, p.23)

Furutama No Gyoo

Se hace alternando con los ejercicios de Torifune. Los pies vuelven a la posición inicial; las manos, que estaban en las caderas, se levantan y se reúnen encima de la cabeza. Llevándolas luego a la altura del vientre. La mano izquierda se encuentra sobre la derecha.

Mover las manos concentrándose entre los ojos. Al principio se mueven lentamente, pero su movimiento puede acelerarse, como si una fuerza exterior las moviese. Hay que aceptarlo y relajarse al máximo, sin buscar ir deprisa o despacio. El cuerpo se mueve solo. Esta es una de las condiciones para que las vibraciones de las manos hagan su efecto, permitiendo la circularización de la energía por todo el cuerpo.

Mientras se mueven las manos repetir mentalmente, o pronunciar en voz alta los nombres siguientes, un nombre delante de cada ejercicio, pero pronunciado varias veces, tantas como vibraciones den las manos.

Durante el primer Furutama pronunciar Amaterashimasu Sume O Kami,o más brevemente,Amaterasu oo Kami,que es la diosa del sol.

Después del segundo ejercicio de Torifune, Ooharaedono Ookami, dios de la purificación.

Una tercera vez Ameno Minaka Nushi No Oo Kami, dios del centro del universo, el cual, para O´Sensei se encuentra también en nuestro vientre.

El Hecho de pronunciar los nombres de estos dioses de la mitología Shinto, facilita el ejercicio; se acapara el pensamiento y se mejora la concentración entre los dos ojos. La experiencia mostrará más tarde la importancia del ritmo.

Durante este ejercicio pueden producirse, algunos fenómenos:”ver” colores a la altura de los ojos, en el punto de concentración, o bien recibir una “corriente de aire” alrededor del cuerpo. Cada uno debe experimentarlo.

Pero es muy importante estar relajado: Es un buen criterio para juzgar los efectos positivos que aporta este ejercicio al cuerpo y para sobrepasar las propias capacidades.

Kiai

Con los dedos juntos, y con los dedos apuntados hacia el cielo, pronunciar un breve “kiai”, volviendo a poner rápidamente las manos enzima del vientre.

En la actualidad el sonido es EI…I, pero hubo un tiempo en que Hikitschi Michio Sensei enseñaba el sonido Ooooo… que se convertía en Ooooh… en su fase final, levantando de nuevo las manos sobre la cabeza.

Vea ahora un ejercicio optativo que ya casi no se practica hoy en día. Siempre en la posición inicial, con los pies separados como los hombros, colocar los dos pulgares en la cintura, alzarse de puntillas y bajar fuertemente deprisa sobre los talones, diciendo en voz alta, a partir del vientre y antes de descender: Ikumusubi.

Después ponerse de puntillas para llamar: Tarumusubi.

Luego: Tamatsume Musubi.

Y después: Ikutama.

Y después: Tarutama.

Y después: Tarutomaritama.

Acabando con el propio nombre seguido de Tokotachi No Mikoto.

Esto permite crear el hecho y la conciencia de que su propia postura y forma forman uno con Dios. Así uno se responsabiliza de participar de manera activa a la creación.

Los movimientos circulares

Después del Kiai y de haber palmeado 4 veces en las manos, efectuar los movimientos circulares.

Los ejercicios precedentes han hecho “hervir” la energía en el vientre. Los ejercicios circulares harán que circule por todo el cuerpo.

Con las manos juntas, efectuar tres círculos en el plano horizontal, de izquierda a derecha. Hacer lo mismo con el plano vertical. Después hacer tres ochos frente a sí.

El Chinkon Kishin no hoo a terminado.Las técnicas de Aikido pueden comenzar.

Gerard Blaize Sensei

7º Dan Aikikai

Como siempre, hay temas que deben ampliarse o corregirse, os invito a compartir lo que sabéis para completar la información.

Actualización (22/10/2009)
Os dejo unos vídeos de O’Sensei donde se aprecian los movimientos descritos por Gerard Blaize (min. 3:35):
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En el Dojo de Osaka, 1955 (con 72 años):
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Curso de Diego Espinosa en Los Alcázares, Murcia (Mar Menor)

Se trata del primer curso organizado por nuestros amigos de Cartagena, impartido por Diego Espinosa Roca, 5º Dan Aikikai y responsable de Kumano Juku Dojo en España (Mallorca).
Se celebrará los días 6, 7 y 8 de noviembre de 2009, en el Centro de alto rendimiento Infanta Cristina (Los Alcázares, Murcia, en pleno Mar Menor). El precio del curso completo es de 70 euros, y 25 euros una clase suelta. Para los que lo deseen, hay la posibilidad de alojarse en el mismo centro a unos precios reducidísimos (más información aquí).

Si quieres saber dónde está el centro, puedes ver Centro Alto Rendimiento Infanta Cristina en Google Maps.

cartel curso Diego Espinosa

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Examen sorpresa

Hoy quiero compartir con vosotros una experiencia muy bonita y emocionante:

Ayer quedé con Fernando para ir a entrenar a Elche y empezar a mover el esqueleto, para de paso que me enseñara a ponerme la hakama, que mañana empieza el curso de Aikido en la universidad con Fidel Sensei y hay que estar guapos. Me insistió mucho en que me preparara dos o tres técnicas, para construirlas en clase con él de uke. Yo no quería, porque esa era la prueba de fuego (llamésmole examen, si queremos) de Charly Sensei cuando iba a darle a alguien el primer Dan. Sólo quería aprender a ponerme la hakama, prenda que se debe llevar a partir de la consecución del 2º Kyu en la línea Tamura que sigo actualmente.

La clase empezó normal, Fernando hizo unas técnicas y me dijo: “la siguiente, tú, que para ponerse la hakama hay que pasar este ritual”. Yo, que no había preparado nada, asentí; al fin y al cabo, estamos entre amigos, ¡qué diantres! (en horario infantil no se puede decir según qué cosas). Construí tres técnicas en tachi waza:
Ryosodedori kokyunage
Shomenuchi koshinage
Chudantsuki kotegaeshi

Después siguió con la clase hasta que, de repente, se sentó enfrente del kamiza y me llamó. “Ya está”, pensé yo. De repente, todo cuadró en mi cabeza, la cámara de vídeo grabando la clase, el poema extraño de Charly, la insistencia de prepararme unas técnicas… aquello era un examen. Efectivamente, me acerqué a Fernando a una distancia prudente, como aconseja la etiqueta, sentado en seiza, como él. Luego sacó un diploma y lo leyó en voz alta, de parte de Charly: me otorgaba el primer Dan. Lo había preparado todo con Fernando, y la grabación en vídeo era para enviársela a Charly.

La sorpresa fue tan fuerte que bloqueó la emoción. Hoy ya sólo queda emoción, y agradeciemiento a Charly y a Fernando por sus enseñanzas y su amistad. Después de la clase, nos hicimos unas fotos y me probé la hakama (que me queda algo larga, por cierto). Ahora sólo falta seguir avanzando en el Aikido de Tamura para alcanzar el mismo nivel. Esto sólo acaba de empezar.

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Actualización (5 de octubre de 2009)
Fernando ya ha colgado el vídeo —editado, para que no sea muy largo— del examen, os lo pongo a continuación:
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filosofía

Desde Vietnam, con energía

Cuando llega el momento hay que estar preparado.
Cuando desenfundas la katana ya no hay vuelta atrás.
Piensa en tus pies y te olvidarás de la cabeza.
Respira fluidamente, pensando en tu vientre, y la energía fluirá sola.
Si no te acuerdas, improvisa.
Tus ojos te sirven para ver, pero son tus pies los que tienen que sentir.
Sólo piensa en ti y tu adversario te acompanará.
En conclusión, hazlo lo mejor que puedas.

Charly Díez Ortiz
5º Dan

Mi primer maestro, Charly Sensei, me ha mandado este texto esta mañana. Creo que no se puede explicar mejor el Aikido en tan pocas palabras. Lo quería compartir con vosotros.

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Algunas técnicas

Un blog sirve para muchas cosas, por ejemplo sirve para archivar los enlaces y vídeos que se descubren o se generan. De ese modo, cuando quieres recuperar aquel vídeo de O’Sensei dando un puñetazo en la cara a su pobre uke, lo más rápido —incluso más que Google— es acudir al blog y navegar por las etiquetas.

Por eso publico esta entrada, que seguramente no os parecerá muy interesante: son unos vídeos de técnicas que grabamos a final de verano en el entrenamiento libre que hicimos antes de las vacaciones, con Fernando, del dojo ilicitano ALGAR.

En los vídeos notaréis influecias del Aikido de Hikitsuchi, espero vuestros comentarios al respecto. Otro día intentaré grabar alguna clase de Fidel, línea Tamura, para compartirlo con vosotros.

Ahí van:
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¿Qué hakama me compro?

En algún momento todo el mundo se acaba haciendo la misma pregunta: ¿Qué hakama me compro?
Los factores que influyen en la decisión no son muchos, así que he pensado explicar cómo entiendo yo este problema, por si le sirve a alguien en el futuro.

hakama

Primero: el material
Hasta donde yo sé, hay hakamas de algodón puro, otras tienen mezcla de algodón y poliéster (o poliéster y rayón) y también las hay de poliéster 100%. Seguro que hay más, pero estas tres composiciones son las más frecuentes. Las de algodón son las auténticas, las de mejor tacto y vuelo, pero se arrugan y pierden los pliegues con más facilidad. También son más pesadas, pero eso no tiene por qué ser un problema: hay a quien le gusta sentir el peso de la hakama y por contra otros aikidokas prefieren no sentirla tanto. Otro de los puntos fuertes de las hakamas de algodón es que se desgastan, envejecen y destiñen ligeramente por la zona de las rodillas, aunque suelen durar más que las de tejidos artificiales. Sé que a más de uno le sorprenderá que eso pueda ser un punto fuerte, pero el Aikido, como arte marcial japonesa, no es ajeno al concepto de wabi-sabi. Efectivamente, para los japoneses una keykogi, cuanto más rota, mejor; el cinturón debe ir cogiendo color y pelándose, indicando la antigüedad del que lo lleva, y la hakama que está desgastada y con las rodillas blancas sólo significa algo bueno: que el señor que la lleva practica mucho.
Las de poliéster 100% son más finas y ligeras, mantienen los pliegues sin problemas, no hay que plancharlas, no destiñen, etc. Tienen menos trabajo, menos mantenimiento, como todo lo que se hace hoy en día.
La opción está clara, al que sea más romántico y no le importe trabajar un poco más no le importará comprarla de algodón; el que busque algo más práctico optará por poliéster o por una mezcla.

Segundo: la marca (y el precio)
Por lo que he visto, hay dos extremos muy claros: la hakama de Daymio o de Decathlon (seguro que hay más marcas, pero con un par de ejemplos ya se entiende), de 50-60 €, y las que se compran directamente en Japón, com las de Iwata o Tozando, que no bajan de 140 € (Iwata 100% poliéster) más gastos de envío. Las de algodón de Iwata, por ejemplo, llegan a los 200.

Teniendo en cuenta estos dos factores, me he inclinado, como mucha gente, en comprarme primero una hakama sencilla y tranquilamente ir investigando, comparando y preguntando a unos y a otros, para poder decidirme por una más cara y no tirar el dinero. Espero vuestros comentarios, que seguro enriquecerán el texto (de eso se trata).

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Las virtudes del Aikido

por Stanley Pranin

Published Online

Traducido por Luis Burke

La popularidad del Aikido tanto en el Japón como en el exterior es un fenómeno posterior a la 2da. Guerra Mundial. Antiguos estudiantes del Fundador, Morihei Ueshiba tales como Koichi Tohei, Kisshomaru Ueshiba, Gozo Shioda, Kenji Tomiki y otros, seguidos por sus respectivos alumnos, fueron los responsables del crecimiento del arte a nivel internacional.

¿Que factores han sido los responsables de la gran aceptación del Aikido? Muchas personas al observar el arte por primera vez comentan sobre la belleza y gracia de las técnicas del Aikido. El atacante es arrojado sin esfuerzo aunque no sufre de ningún daño aparente durante el encuentro. La promesa del arte de defensa personal que protege al individuo mientras cuida al agresor es un concepto atractivo en términos filosóficos y morales en el mundo donde se encuentra presente el espectro de la violencia. La base ética del Aikido es aceptada por el hombre debido a su más profundo instinto de supervivencia. Al mismo momento, el arte ofrece una alternativa única a las técnicas violentas de otras artes marciales – técnicas que causan repugnancia moral a muchos.

A un nivel físico, el Aikido tiene mucho que ofrecer a la mente saludable. Los beneficios acumulativos producidos por los calentamientos, estiramientos, los ejercicios de proyectar y caídas son considerables. Muchos practicantes han pasado por unas transformaciones físicas dramáticas a través del entrenamiento del Aikido en búsqueda de un estilo de vida saludable. El ambiente social que se desarrolla en los dojos de Aikido es también una parte importante de la experiencia de entrenamiento de muchos practicantes. El Aikido tiende a trazar un rango amplio y los estudiantes continúan su práctica por más tiempo que aquellos que practican otras artes enfocadas en la competencia, principalmente por el dominio de los más jóvenes. Además, sería muy acertado decir que el Aikido tiene un porcentaje mayor de practicantes femeninos que cualquier otra arte marcial. Todo esto contribuye a un sentido fuerte de comunidad. Para muchos estudiantes de Aikido, el dojo es una extensión de o un sustituto de sus familias.

Aikido: el arte no-marcial

A pesar de todos los beneficios positivos del entrenamiento del Aikido, el arte aun no ha alcanzado su gran potencial como una fuerza social al promover armonía entre la gente. Aunque la relación no sea obvia, creo que se debe a la distancia que se esta creando en el arte de sus raíces marciales. Es debido a la atmósfera marcial del dojo la que le permite al estudiante desarrollar técnicas para el mundo real y eleva su nivel de entrenamiento más allá de cualquier sistema de salud. La omisión a la parte marcial del Aikido tiene su explicación en parte a circunstancias históricas.

La sociedad japonesa en la era de la post-guerra rechazaba la mentalidad militar que llevó al país a involucrarse en la Segunda Guerra Mundial. Dada el clima inhospitalario en donde estaba prohibida la práctica de artes marciales por años, la naturaleza marcial del Aikido fue omitida. En consecuencia, lo que quedó del arte que fue aceptada con los brazos abiertos por miles de practicantes, con ciertas excepciones, era un tanto diferente del concepto original del Fundador. Las técnicas retuvieron solamente el aspecto externo de un arte marcial y tenía la tendencia de ser practicada con tal devoción con una intensidad marcial. Veamos algunos factores que disminuyen al Aikido como arte marcial.

Ataques débiles

La raíz del problema, como yo lo veo recae sobre los ataques débiles que han sido una práctica común en los dojos de Aikido hoy en día. Pocas veces se les da entrenamiento a los estudiantes de cómo ejecutar un ataque efectivo, ya sea golpeando, con un agarre o usando ocasionalmente las técnicas de ahorque o de patadas. La situación empeora debido a la falta de interés o enfoque durante los ataques. Esta ausencia de intención firme de parte del atacante afecta su estado mental y la de la persona que está ejecutando la técnica. Ambas partes están presentes, al menos a nivel subconsciente del riesgo mínimo de lesión al entrenar bajo estas circunstancias. En consecuencia, la necesidad de mantener la mente enfocada para desarrollar técnicas reales de defensa personal desaparece del entrenamiento.

La omisión del atemi y el kiai

Un estudio del arte por el Fundador revela su énfasis en los atemi (golpes preventivos) y el kiai (gritos de combate) como una parte integral de sus técnicas. Se puede ver a O-Sensei ejecutando atemi y kiai en las filmaciones durante sus últimos años aun cuando el Aikido se había vuelto menos físico.

El Atemi y el kiai van mano a mano y son herramientas importantes para detener o redirigir la mente del atacante y desbalancearlo con éxito. Aun si no se llega a dar el golpe físico, el estado mental que previene y rompe el ataque es un componente vital dentro del Aikido. A pesar de ésto, en muchos dojos hoy en día, el uso del atemi y el kiai traerían discordia del maestro encargado quien los califica como crudas, violentas y que no tienen cabida en el arte de la “armonía”. Este concepto erróneo común nos muestra una falta de entendimiento de los orígenes marciales del arte y la teoría y practica del Fundador.

Fracaso en desbalancear a un atacante

La combinación de ataques débiles, la falta de los atemi y kiai en la práctica del Aikido nos lleva inevitablemente al fracaso de los practicantes en intentar ejecutar técnicas sin desbalancear a su atacante. Un atacante sin intención que conozca la técnica a aplicarse no será controlado con facilidad. Esto introduce un elemento artificial de conspiración en la interacción entre practicantes y resulta en una atmósfera que difiere fundamentalmente de la intensidad en un encuentro real.

Uso de la fuerza y proyecciones “aparentes”

La consecuencia lógica de los lapsos de entrenamiento mencionados antes sería la ejecución de proyecciones y controles mediocres e imprecisos. Ya que no existe un control total del atacante, frecuentemente se recurre a la fuerza física para completar la técnica. Esto nos conduce a choques y aumenta el riesgo de lesiones.

Otro escenario es que ninguna de las partes hace un esfuerzo serio en la técnica y el juego entre ambos se vuelve algo más que una conspiración coreografiada.

El progreso de los practicantes en un ambiente en donde la “presencia marcial” no existe y donde principios de entrenamientos no son observados, será retardado. Peor aun, algunos que son producto de esta clase de entrenamiento tendrán la ilusión de que sus técnicas pueden ser usadas en una situación real.

El deterioro físico prematuro de los instructores

Sospecho que cierto segmento de la población del Aikido esta de acuerdo con las observaciones mencionadas antes. Por otro lado, el próximo tópico que iniciaré generará sin duda controversias en muchos cuarteles.

En casi 40 años de mi participación en el Aikido he observado a numerosos maestros pasar de unas condiciones óptimas a un estado de deterioro de salud, y en casos, a una muerte prematura. Todos frecuentemente han acelerado el proceso inevitable de la vejez a través de la escogencia de pobres estilos de vida. Al ir envejeciendo sus cuerpos, los maestros frecuentemente adaptan sus técnicas para compensar sus impedimentos físicos y la habilidad disminuida de moverse. Mas aun, ellos detienen su practica de “dar-y-recibir” en donde sus roles como uke (el atacante) y nage (persona proyectando) son intercambiados. Ellos se convierten en “maestros” pero dejan de ser “practicantes” tal como eran durante sus años de formación.

El retiro de los maestros del entrenamiento en pareja sea que resulte o no de una decisión consciente tiene efectos profundos en sus carreras como aikidokas. Al no hacer ejercicios de calentamiento ni caídas, disminuye el acondicionamiento y la flexibilidad del cuerpo. Enfocando exclusivamente en proyectar contribuye a un deterioro de la estructura corporal y de la tonificación muscular la cual le da paso a las lesiones. Como los maestros pocas veces practican con una visión amplia, se forma una capa artificial en su progreso porque su grupo de compañeros de entrenamiento esta limitada principalmente a sus estudiantes quienes por lo regular son de un nivel mucho mas bajo.

Remedios

Mucho de lo que se necesita hacer para restaurar la naturaleza marcial del Aikido en concordancia a la visión de O-Sensei involucra la corrección de los malos hábitos de entrenamiento mencionados arriba. Aquí hay una lista de pasos concretos que podrían ser tomados que revolucionaría literalmente al Aikido y restauraría su gran potencial como una fuerza de mejora social.

Enseñando técnicas de ataque

Primero que nada, se les debería dar una gran atención a la enseñanza de los ataques efectivos y con intención a los estudiantes de Aikido. Esto quizás requiera que algunos maestros hagan un intercambio de entrenamiento o algo por el estilo para adquirir las destrezas necesarias.

¿Que clase de ataques deberían ser introducidas en el dojo de Aikido? Esto será una decisión personal de cada instructor a cargo. Creo que los golpes básicos de karate, boxeo y otros sistemas sofisticados deberían ser considerados.

Los Estudiantes deberían estar familiarizados también con las patadas, al menos a un nivel básico. Aunque no prevalezca como los golpes, es posible ser confrontado con patadas en un encuentro real.

Aprender defensa contra patadas ayuda también al estudiante a superar el problema común de la “visión de túnel”. Por ejemplo, los principiantes tienden a enfocar su atención en el aspecto inicial de un ataque – generalmente un puño o un agarre – y fracasan en reconocer la posibilidad de un ataque secundario. Cuando los estudiantes se dan cuenta que deben considerar otras clases de ataques tales como las patadas, su estado de alerta aumenta.

Aprender a patear bien también ayudara a los estudiantes del Aikido con sus caídas ya que es más difícil y peligroso proyectarse desde una patada. Se debe tomar precaución en proceder lentamente ya que aumenta el riesgo de lesiones.

Entre los sistemas existentes del Aikido, el estilo Yoseikan desarrollado por Minoru Mochizuki toma esta manera ecléctica de incorporar elementos de varias artes. Los estudiantes de este sistema aprenden conocimientos básicos de Karate y judo además de entrenar con armas.

Mas allá, uno quizás quiera introducir ataques con armas, con o sin filo. El entrenamiento con armas es una herramienta útil para enseñar la importancia del maai (distancia) bajo diferentes circunstancias y ofrece muchos otros beneficios. El currículo del Aikido de Iwama de Morihiro Saito es un ejemplo de una perspectiva sistemática del entrenamiento con armas.

El resultado final de la mejora de la calidad de los ataques tendrá mayor importancia durante el entrenamiento y la creación de una atmósfera de seriedad y respeto hacia los compañeros. El elemento del riesgo presente en el entrenamiento de las artes marciales será reconocido y al tomar precauciones se evitan actitudes que puedan conducir a lesiones.

Retornando al atemi y el kiai

Se debe animar y reintroducir el atemi y el kiai en los dojos de Aikido. El Atemi y el kiai son extremadamente importantes ya que permiten al practicante a vencer superioridades físicas y numéricas en un encuentro real. Son de ayuda invalorable para neutralizar un ataque y desbalancear a un oponente. Ellos abren el paso a la aplicación de las técnicas de Aikido sin fuerza y con poca resistencia.

Debería ser posible el poder ejecutar un atemi o usar el kiai virtualmente durante cualquier fase de una técnica de Aikido, no solo al principio. Los estudiantes deberían ser entrenados para poder reconocer las aperturas en cualquier oportunidad. Shoji Nishio ha desarrollado técnicas de atemi a un alto nivel y su forma marcial de Aikido es una referencia de mucho valor.

A un nivel más alto, el atemi quizás no tenga presencia física. Un artista marcial avanzado puede alcanzar el efecto de un atemi a través del lenguaje corporal sutil mientras que siempre exista la mentalidad del ataque preventivo. Si ven filmaciones de O-Sensei con cuidado pueden notar este principio en operación la cual es un elemento clave en las proyecciones “sin tocar”.

Manteniendo al atacante fuera de balance

Un principio fundamental pero frecuentemente rechazado es la importancia de desbalancear a un atacante y mantener el control desde el principio de una técnica hasta el punto decisivo de aplicar un control o una proyección. Frecuentemente he observado técnicas enseñadas a estudiantes en donde se le quita el balance al atacante al principio para que lo recupere justo antes de la proyección.

Uno solamente debe observar el centro de gravedad del uke para determinar si ha perdido o no su balance. Los estudiantes constantemente deberían vigilar el centro de gravedad de su compañero para determinar si sus técnicas son efectivas.

Antes de culminar este punto, un ejercicio interesante para hacer cuando vayan a una demostración de Aikido es el de ver los movimientos de uke mas que los de nage. Si el balance de uke esta siendo controlada a través de la técnica entonces están observando a un verdadero maestro.

Postura y control de la respiración

Otras áreas que frecuentemente son olvidadas en el entrenamiento del Aikido son las posturas y respiraciones correctas. Nage debería fomentar la buena postura y mantener su balance durante la técnica.

La atención a los hábitos de respiración son recalcados pocas veces en el entrenamiento en el dojo. Al controlar tu respiración se hace posible crear y mantener un ritmo interno corporal que reducirá la fatiga y hará que sea más fácil mantener la compostura por el estrés bajo un entrenamiento vigoroso. Aprender a observar nuestra respiración nos ayudará también para desarrollar la habilidad de “leer” la respiración de nuestros oponentes. Esto es útil para sentir el tiempo y la intención de un ataque antes de que ocurra.

Los Instructores deben volver a entrenar

Las razones mas comunes dadas por maestros del Aikido de haber cesado en su entrenamiento habitual son los efectos limitantes de la edad y la acumulación de lesiones. Ciertamente no podemos escapar de los efectos del tiempo ni del desgaste del cuerpo por un entrenamiento vigoroso del Aikido.

Dicho esto, no existe nada que detenga a los instructores a entrenar dentro de sus limitaciones y a su propio ritmo. Como yo lo veo, el elemento clave está en continuar con los ejercicios de estiramiento, los calentamientos y las caídas hasta cierto punto. ¡Tienes la opción de hacerlo o no!

El Fundador mantuvo su flexibilidad bien avanzado en su 80s y hasta era capaz de separar las piernas por completo. También se le puede ver siendo proyectado por un niño a los 79 años en uno de sus filmaciones.

En muchas escuelas de kobujutsu tienen la costumbre que el maestro sirva de atacante y sea proyectado por estudiantes semi-avanzados cuando es necesario. Verán esto si atienden una demostración clásica de artes marciales. ¡Imaginen por un momento como cambiarían las cosas si instructores de Aikido de alto nivel fueran capaces de servir de ukes a sus estudiantes durante alguna demostración! ¿Existe alguna manera mejor para que los maestros impulsen el desarrollo de sus estudiantes?

Creo ciertamente que es posible de sumar diez buenos años a nuestra carrera en el Aikido al adoptar la actitud sugerida. Les haré saber en 20 años como funcionó esta teoría en mi caso.

Intercambio de entrenamiento

Creo que una de las cosas mas positivas que instructores y practicantes deberían considerar es el intercambio de entrenamiento en otras artes. Aquí nuevamente podemos ver un ejemplo de O-Sensei quien estudió un gran número de artes marciales durante su vida. También hizo los arreglos para la boda de su hija con un experto famoso de kendo y permitió que se formase y practicase un grupo de kendo en el antiguo dojo Kobukan. A los 54 años, el Fundador comenzó formalmente sus estudios de Kashima Shinto-ryu, una escuela clásica con cientos de años de tradición. El tomó muchísimo de su conocimiento del Kashima Shinto-ryu para el desarrollo de su aiki ken. O-Sensei también invitó a maestros de otras artes al Hombu Dojo Aikikai para que visitasen y diesen demostraciones. El siempre estaba preparado para “absorber técnicas” de otros expertos a través de su observación aguda.

Uno de los propósitos principales del evento del Aiki Expo anual patrocinado por Aikido Journal es el de incentivar y facilitar el intercambio de entrenamiento entre diferentes grupos.

Conclusión

He intentado explicar aquí que lo que ha sido denominado como “Aikido moderno” realmente es una mutación de los conceptos originales relacionados con el Aikido del Fundador. Debido a la difusión considerable del arte en el Japón de la post-guerra y en el extranjero y el paso de más de cinco décadas, estas formas alteradas del Aikido han llegado a ser consideradas la norma. La suposición de la mayoría es que estos nuevos enfoques reflejan la intención del Fundador mientras a una escala mayor éste no sea el caso. La mayoría de las críticas al Aikido de hoy surgen porque las formas modernas del Aikido se han desviado de los preceptos principales del Fundador. Las sugerencias ofrecidas en este artículo producirían, si son adoptados por una sección significante de la población del Aikido, un cambio inmenso en la calidad del arte y en la percepción de escépticos externos. Nuestra intención es el de llevar este camino a un final deseable al organizar eventos futuros tales como el Aiki Expo.

Stanley Pranin
Tokio, Agosto 2002

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El círculo de la verdad

La semana pasada me llamaron unos compañeros de la universidad, porque se morían por entrenar (hace ya un mes que nos examinamos de 2º Kyu). Yo hice algunas llamadas a antiguos compañeros de Torrellano, a ver si juntábamos un grupo para practicar, pero la gente está de vacaciones, con los teléfonos apagados… lo normal, vamos.

Total, el viernes 31 de julio decidimos juntarnos, independientemente del número de aikidokas, para mover el Ki (y el esqueleto también). Aquí está el documento gráfico:

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De izquierda a derecha: Daniel, Fernando, Timur, Adán y Moisés.

Del entrenamiento cabe destacar un concepto que causó honda impresión en mis compañeros: el círculo de la muerte (el nombre es cosecha propia). Se trata de algo muy básico, que me imagino que practican en todas las escuelas y líneas del Aikido; tori se sitúa en el centro de un círculo formado por varios ukes, que le atacan de manera alternativa. En Shingu es una práctica normal desde el primer día, y se practica siempre que es posible, prácticamente en cada entrenamiento. En mi corta experiencia en la línea de Tamura, no lo he visto nunca, con lo que me imagino que se empieza a practicar a partir de cierto nivel.

El círculo de la muerte (aquí me imagino música macabra cada vez que lo lees) sorprendió mucho a Timur, Adán y Moisés, porque no se parece en nada a la práctica habitual por parejas, en la que te acostumbras a tu atacante y te centras en la técnica; en el círculo, tras un uke aparece otro, y tu cerebro se distrae, se te olvida la técnica, se te olvida respirar… te pone en tu sitio: no sabemos nada y el Aikido es dificilísimo. Cuando comentábamos la jugada, comentamos que teníamos que practicarlo con más frecuencia, por ejemplo después de los entrenamientos. Me pregunto qué opinará Fidel Sensei, porque como él dice, cada sistema tiene sus reglas, y en él todo encaja. Si empiezas a hacer cambios, es como volver a empezar de cero. En septiembre saldremos de dudas.

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Futuros Samuráis

Estos cinco chuletas somos parte del grupo de Aikido de la Universidad de Alicante, tras el examen de 2º Kyu. Estábamos contentos y sobre todo, orgullosos. De izquierda a derecha: Moisés, Adán, Daniel, Timur y Miguel.
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Ahora estamos recopilando información para comprar las hakamas, que estrenaremos a mediados de septiembre.

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Nueva web de nuestros amigos de Cartagena

Hola de nuevo; esta vez os quiero hacer algo de publicidad: nuestros amigos de Cartagena, el grupo que dejó Charly Sensei con Jose a la cabeza, acaba de estrenar página web, tras constituir una asociación cultural para conseguir una serie de objetivos:
a) Practicar, promover y difundir el arte marcial del AIKIDO, tal y como lo enseñó Hikisuchi Michio Sensei 10º Dan, alumno del fundador del AIKIDO.
b) Practicar, promover y difundir el Masakatsu Bo-jutsu (Bastón largo del fundador del AIKIDO).
c) Dar a conocer la filosofía y la esencia del AIKIDO. El verdadero valor marcial que se encuentra en la amistad, la valentía, la perseverancia y la humanidad, (palabras de O-Sensei).
d) Sentir en el corazón a nuestro maestro Charly Díaz Ortiz, alumno directo de Hikisuchi Michio Sensei.

http://www.aikidocartagena.es/fudoshin/index.htm