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1. El origen del hombre en América

Periodización

Diferentes historiadores han tratado de periodizar la historia de América. En 1955, Gordon Willey y Phillip Phillips propusieron la división que hoy cuenta con mayores seguidores:

  • Lítico (antes de 20000 a.C.). Cultura de nódulos y lascas.

  • Paleoindio (20000 a.C.-8000 a.C.). Cazadores de megafauna.

  • Arcaico (8000 a.C.-1500 a.C.). Sociedades en larga transición de la recolección a la agricultura.

  • Formativo (1500 a.C.-1 d.C.). Consolidación de la economía de producción; culturas con desarrollo artístico y técnico notable.

  • Clásico (1–900 d.C.). Altas culturas; desarrollo urbano notable; mayas.

  • Postclásico o expansionista (900-1527). Período militarista, con estructuras políticas muy amplias, gestadas por medio de conquistas militares.

Origen del hombre en América

El origen del poblamiento de América ha sido estudiado por profesionales de diferentes disciplinas, pero aún no ha sido completamente resuelto.

Cristóbal Colón fue el primero que se planteó dicho problema. Descubrió un cierto parecido entre los guanches y los pobladores, que consideró descendientes directos de Adán y Eva. Además, descubrió que no todos los indios eran iguales y que, al contrario, sus características físicas variaban por zonas.

Los religiosos castellanos relacionaron su origen con relatos bíblicos, asignándoles un origen semita. Los creyeron descendientes de los hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet), de judíos llegados en flotas del rey Salomón o de los fenicios de Tiro, siempre siguiendo la ruta oriental asiática.

En el siglo XIX, la Escuela de Manchester propuso un origen egipcio del poblamiento (también por la ruta asiática), al descubrir puntos comunes, como el culto al Sol, las grandes construcciones megalíticas y las prácticas de momificación.

Similitudes lingüísticas o antropológicas llevaron a otros estudiosos a buscar los orígenes en contactos con diferentes pueblos, como los griegos, los germánicos o incluso los propios españoles, para quienes la Atlántida “pudo ser” un puente terrestre que unía la Península Ibérica con América…

Las dificultades para explicar la llegada del hombre a América llevaron a otros investigadores a plantear la solución inversa. En el siglo XVIII apareció la tesis poligenista (defendida por Voltaire), que afirmaba que el hombre apareció en diferentes lugares del Viejo y el Nuevo Mundo. Y a finales del XIX surgió la monogenista, cuyo defensor más destacado fue Florentino Ameghino, quien afirmó que el origen del homo sapiens estaba en Argentina, desde donde habría pasado a Asia por el estrecho de Bering y a Europa por el noreste.

En el siglo XX crecieron las hipótesis sobre el poblamiento. Aleš Hrdlička refutó la explicación de Ameghino y afirmó la existencia de un único aporte mongoloide 10000 a.C.

George Montandon defendió el origen australoide y polinesio, teniendo en cuenta similitudes étcnicas y las dotes para la navegación de los polinesios, que pudieron permitirles llegar a la isla de Pascua y desde ella al continente americano. La navegación transpacífica de Thor Heyerdahl en la balsa Kon Tiki reforzó la veracidad de esta línea.

Muchos otros científicos establecieron hipótesis de poblamiento durante la 1.ª mitad del siglo XX. Teniendo en consideración las distintas tipologías de los indios americanos, Paul Rivet afirmó la existencia de 4 corrientes pobladores y José Imbelloni reconoció 7.

Y en los años 60 surgió otra nueva hipótesis. Las similitudes entre la cerámica de Valdivia y de la cultura japonesa del Jomón llevaron a pensar en una nueva corriente pobladora transpacífica. Fue descartada tras un análisis más profundo de la cerámica de Valdivia.

Durante los últimos años, los trabajos científicos han arrojado muchas luces al tema del poblamiento original de América:

  • No se produjo un proceso autónomo de hominización.

  • Existen al menos 11 tipologías somáticas de indios y 8 grandes familias lingüísticas.

  • El poblamiento se debió a corrientes migratorias, siendo preponderantes las que utilizaron la vía “terrestre” de Bering (períodos interglaciares de Wisconsin) y de escasa incidencia demográfica las transpacíficas.

  • La presencia humana es probable en el 40000 a.C. (hallazgo de utillaje de cultura de nódulos y lascas, de recolectores costeros de moluscos) y segura en el 13000 a.C. (cultura de grandes cazadores mongoloides).


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