La Casa de Habsburgo

¿Sabéis que Felipe el Hermoso también es conocido como Felipe I de Habsburgo?

Cabe preguntar: ¿Qué es “Habsburgo“?

La Casa de Habsburgo es una casa real de Europa, actualmente no reinante. Fue una de las fuerzas reinantes más poderosa de Europa durante varios siglos; tuvieron bajo su mandato a numerosas naciones europeas y poseyeron extensos territorios.

Los Habsburgo tomaron su nombre de la palabra suiza Habichtsburg o Castillo del azor, que fue su residencia familiar desde el siglo XI en el antiguo ducado de Suabia. La familia fue ganando territorios y haciendo crecer su influencia, sobre todo en Alsacia, Brisgovia, Argovia y Turgovia, territorios que hoy corresponden a Austria. Los Habsburgos, además, lograron acceder al trono imperial por cortos períodos desde el siglo XIII hasta el XIX.

 

 

Árbol genealógico de los reyes de España de la casa de Austria* (en naranja). Se incluye su parentesco con las casas de Trastámara (en verde) y Borbón (en rosa). Nota: Felipe I fue sólo rey de Castilla.

*la casa de Austria: denominación que recibió dicha casa real en España.

 

 

Con Carlos II se extinguió la línea de los Habsburgo españoles. Tras la Guerra de Sucesión se impidió el acceso al trono español a los Habsburgo austríacos en beneficio de la Casa de Borbón.

Más información sobre La Casa de Habsburgo:

1.Casa de Habsburgo, Wikipedia

2.Los Habsburgos, La Guía

La infancia de Carlos I de España

La familia en la que nace Carlos no es feliz. El hogar paterno está en crisis:  la armonía de la Corte de Bruselas es destruida con el descubrimiento por Juana de la infidelidad de su marido. Las relaciones entre Felipe y su esposa son horribles con numerosas escenas de celos de Juana. Así, las vivencias de sus primeras semanas en los Países Bajos destrozan el resto de la tranquilidad de Juana, ya enferma sufriendo de esquizofrenia. Incluso después de un acontecimiento tan importante y alegre como el bautismo de su hijo, Juana regresa triste y sola a sus aposentos. A los veintiún meses de Carlos, sus padres van a España para serjurados en las Cortes como sucesores de sus abuelos, los Reyes Católicos. Los padres nunca han proporcionado al niño el calor y el amor de una verdadera familia. Para Carlos el año 1506 marca un cambio importante en su vida con la muerte de su padre  en septiembre en Burgos y el hecho de que la madre no vuelva de España. Carlos tiene una relación muy cercana con sus hermanos. Se cria en la Corte flamenca casi como un huérfano con el fallecimiento de su padre y la reclusión de su madre, debido a su locura, en Tordesillas a partir de 1507. A partir de entonces es su tía Margarita de Austria quién cuida a Carlos y a sus hermanos.

Esposa de Carlos I de España

Isabel de Portugal(1503-1539) fue la segunda hija del matrimonio entre María, hija de los Reyes Católicos, y Manuel I de Portugal. También conocida como Isabel de Avís, fue la única esposa de Carlos I de España, emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico. No fue reina titular de España, ya que la verdadera titular y propietaria todavía vivía: Juana I de Castilla (1479-1555). Sin embargo, se le considera entre las reinas consortes de España, y de hecho actuó como gobernadora de los reinos españoles durante los viajes por Europa de su marido.

Se casó con Carlos el 11 de marzo de 1526 en los Reales Alcázares de Sevilla. Isabel era la princesa más atractiva de toda Europa: era rubia, de ojos azules, realmente hermosa y con un cuerpo muy bien proporcionado y agraciado. Tenía 22 años y sabía más de artes, de cultura, de política y de ciencias de la vida que la mayoría, por no decir todas las princesas de la época y de las épocas venideras. Contaba con el favor de los castellanos porque hablaba castellano, era muy inteligente y tenía dotes para poder gobernar. De hecho, la Emperatriz daría muestras de un gran sentido del deber para con sus obligaciones reales y su dignidad. Así durante sus ausencias, Carlos pondría como regente o representante a su esposa. Desde el primer momento, Carlos se quedó enamorado de ella y nació entre ambos un amor pleno. Fue su compañera de vida y amor y su más íntima consejera. Tuvieron una relación de completo acuerdo y armonía, formaban una unidad perfecta. Carlos tuvo un gran afecto por la mujer que le dio tres hijos: Felipe, María y Juana. Su muerte fue un golpe muy duro para Carlos, tenía 39 años y no volvió a casarse. Así lo que era primero un matrimonio de conveniencia acabó siendo un matrimonio de amor.

La rabieta adolescente de Carlos de Habsburgo(III)

Bajó a la calle y volvió con el pájaro, y sentándose junto a la ventana comenzó a desplumarle.

Qué haceís, Señor? – preguntó el consejero.

Carlos siguió su tarea y al cabo de algún tiempo dijo:

¿Me preguntáis que por qué desplumo al halcón? Y yo os contesto que porque es joven y no ha sido entrenado. Porque es joven se le tiene en poca estima y porque es joven también no se ha quejado cuando le desplumé. Lo mismo habéis hecho conmigo. Porque soy joven me desplumasteis a vuestro antojo, y porque soy joven no he sabido quejarme: pero tened en cuenta que en el porvenir seré yo quien os desplume a vosotros.


 

 

Detalle con el retrato de Carlos I de España, Adoración de los Reyes Magos, Castel Nuovo (1519)

 

 

 

 

Bibliografía:

Hackett, Francis: Enrique VIII y sus seis mujeres, Planeta DeAgostini, Barcelona, 1996.

http://en.wikipedia.org/wiki/Mary_Tudor,_Queen_of_France

La rabieta adolescente de Carlos de Habsburgo(II)

Mientras tanto, en Bruselas, el adolescente Carlos fue llevado al Consejo para oír de los labios de sus mayores que ya no se le permitiría desposarse con la princesa María de Inglaterra. El Consejo que se inclinaba en favor de Francia, no les supuso mucho pesar darle aquella mala noticia.

Carlos no tenía más de catorce años, no obstante contaba también con una parienta, una tía que se encargó de avivar su concepto de la propia importancia. Compareció, pues, ante sus consejeros dominado por la ira y el desconcierto.

Endendámonos, ¿se me va a dar la esposa que se me prometió?
Señor – le dijeron -, vos sois muy joven; y como el Rey de Francia, que es el primer Monarca de la Cristiandad, no tiene esposa, es a él a quien corresponde escoger primero.

Cuenta un veneciano que entonces el príncipe, que vio desde la ventana a un hombre que llevaba un halcón, llamó a un consejero amigo y le dijo:

Sal y tráeme ese halcón.
Yo conozco a ese pájaro – le contestó el interpelado – Se trata de un halcón muy joven, que aun no sabe cazar. No os conviene.
Os suplico que salgáis a comprármelo.

El consejero titubeó, y Carlos le dijo:

Venid conmigo.

La rabieta adolescente de Carlos de Habsburgo(I)

 

Retrato del príncipe Carlos de Habsburgo, futuro emperador y rey de España, cuando contaba con quince años de edad.

 

El príncipe Carlos de Habsburgo (1500-1558), futuro Rey de España y Emperador del Sacro Imperio, cuando todavía residía en los Países Bajos y la regencia estaba a cargo de su tía Margarita de Austria, fue prometido en matrimonio a una bella princesa inglesa llamada María Tudor (1496-1533), hermana del mismísimo Enrique VIII. El compromiso entre el heredero de Felipe el Hermoso y Juana de Castilla y la hija de Enrique VII e Isabel de York fue sellado en diciembre de 1507, cuando ambos contrayentes tenían siete y once años respectivamente.

Sin embargo, para el desaliento del joven príncipe, las alianzas políticas entre los reinos de Europa cambiaron drásticamente y el pacto fue rapidamente disuelto. En cambio, Enrique VIII, negoció un acuerdo de paz con el país galo, en el cual entregaba la mano de la princesa María al achacoso y viejo rey Luis XII de Francia. La ceremonía de bodas se realizaría en la catedral de Abbeville el 09 de octubre de 1514, cuando María Tudor contaba con dieciocho años de edad y su prometido, viudo de Ana de Bretaña, rondaba los cincuenta y dos años.

 

 

 

 

 

 

La boda de María Tudor y Luis XII

María de Borgoña y Maximiliano I de Habsburgo: novia rica, novio pobre(II)

Foto:María de Borgoña                        y Maximiliano I de Habsburgo
Brujas(Bélgica) , vidriera de la Basílica of the Holy Blood (apróx.1490)

 

En 1477, Carlos el Temerario fue derrotado en la Batalla de Nancy, y María a sus diecinueve años pasó a ser la heredera de su vasto imperio. Luis XI de Francia no podría dejar escapar una oportunidad como esta, era el momento ideal para aspirar al Ducado de Borgoña, Franco Condado, Picardía y Artois. Para lograr su objetivo, solicitó a la duquesa borgoñesa que se casara con su débil y frágil hijo Carlos VIII, a pesar de que fuera trece años más joven que María. Pero María tenía voluntad propia. Había escogido un príncipe de la casa Habsburgo. La duquesa, aconsejada por su madrasta Margarita de York, declinó la amable la oferta del monarca francés.

Los jovenes ya se había visto en una ocasión, en Tréveris, en 1473. El futuro Maximiliano I, dos años más joven que María, era un príncipe alto, romántico, de espiritú sanguíneo y modales encantadores. Poseía una gran nariz aguileña, delicada educación, y la sangre portuguesa que corría por sus venas daba vida a su rostro. Sin embargo, había sido pobre toda su vida. Lo era tanto que no podía ir en busca de su futura esposa. Para que fuera visitarla a Gante, la duquesa le envió rápidamente dinero para equiparse y presentarse con pompa y esplendor ante su corte. Y así, fue el joven príncipe en su busca. Caballero y galante, Maximiliano se enamoró de María.

Maximiliano besó a su novia por primera vez delante del obispo de Tréveris. Era costumbre, en los enlaces reales entre extranjeros, que la joven escondiera una flor en su pecho, flor que tenía que buscar el novio. Maximiliano buscó en vano la dicha flor, hasta que el obispo suplicó a la princesa que aflojara su corpiño. La encontró entonces Maximiliano y en la mañana siguiente se casaron.

María de Borgoña y Maximiliano I de Habsburgo: novia rica, novio pobre(I)

María de Borgoña era la única hija de Carlos, duque de Borgoña, más conocido con el Temerario y de Isabel de Borbón. Según la describía su futuro marido, Maximiliano, era como una princesa salida de un cuento de hadas: era pequeña, blanca como la nieve, con cabellos negros, una nariz chiquitina, una cabeza pequeña, un semblante agradable, a pesar de sus ojos ligeramente cansados y su boca demasiado grande.

María era la única heredera de un vasto y rico domínio, englobando el Ducado y el Condado de Borgoña y la mayoría del territorio de los Países Bajos. Por esta razón, a lo largo de su juventud estuvo siempre rodeada de diversos pretendientes que ansiaban su mano. Cuando todavía era una niña de cinco años, recibió su primera proposición para desposarse con el futuro rey Fernando II de Aragón. Más adelante hubo otros como El duque de Clarence, hermano de Eduardo IV de Inglaterra ; Nicholas I, duque de Lorena; Carlos de Valois, duque de Berry; y Carlos de Angulema, padre del futuro Francisco I. Conclusión, la lista era interminable, le llovían candidados por todos los rincones de Europa.

Los suegros de Felipe el Hermoso

La esposa de Felipe el Hermoso, Juana la Loca fue la hija y heredera de los Reyes Católicos. Es decir, los Reyes Católicos, personajes importantísimos en la historia de España, ¡fueron sus suegros!

Se conoce como Reyes Católicos a Fernando e Isabel, reyes de Castilla (1474-1504) y de Aragón (1479-1516).La pareja se casó en el Palacio de los Vivero de Valladolid el 19 de octubre de 1469.

En la historiografía española se considera al reinado de los Reyes Católicos como la transición de la Edad Media a la Edad Moderna. Con su enlace se unieron provisionalmente, en la dinastía de los Trastámara, las Coronas de Castilla y de Aragón. Los Reyes, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista de Granada, Navarra, Canarias, Melilla y otras plazas africanas consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad —exceptuando Ceuta y Olivenza que entonces pertenecían a Portugal— de los territorios que hoy forman España. Dicha unión territorial era personal, ya que se mantuvieron las soberanías, normas e instituciones propias de cada reino y corona.

Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por los enlaces matrimoniales con varias familias reales europeas que resultaron en la hegemonía de los Habsburgo en Europa durante los siglos XVI y XVII. Por otra parte el descubrimiento de América a partir de 1492 modificó profundamente la historia mundial.

Vídeo que resume lo que fue la política exterior de los reyes católicos:

Política Exterior de los Reyes Católicos

¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?(V)

A lo cual les dijo ese mozo que sabía muy bien que había faltado grandemente, y todo por engaño de los que se habían relacionado con él, dándole a entender que se parecía mucho al difunto Rey Felipe, y que si él decía ser tal, todos le creerían fácilmente, y que por este medio le harían muchos bienes. En la forma que habéis oído, se acusaba este mozo, rogando a los señores que hablasen al Rey en su favor, a fin de poder tener perdón de su ofensa, pues nunca más le sucedería.

Después de haber sabido el Rey la verdad de este asunto, tomóse acuerdo sobre lo que se haría para poner a la gente principal fuera de ese abuso; y ordenóse que se le volviera a vestir con simple vestido de paño, y que lo llevase, por todas las ciudades y plazas que había frecuentado, un alguacil, acompañado de algunos oficiales de justicia, y que en varios mercados lo pusiese en un tablado, en pleno mercado, con un letrero en letras gruesas, puesto en el pecho, con su genealogía, a fin de que todos supiesen quién era y cómo había abusado del pueblo y cómo el Rey le había perdonado el abuso por esa vez.

Bibliografía:

1. Laurent Vital. Primer viaje a España de Carlos I con su desembarco en Asturia.

2. DE REYES,DIOSES Y HÉROES. ¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?(II). http://themaskedlady.blogspot.com.es/2009/05/tuvo-un-bastardo-felipe-el-hermoso-ii.html

 

¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso? (IV)

En ese momento, este mozo se puso de rodillas (como me lo contaron, pues yo no estaba allí) y pedía perdón al Rey gritándole las gracias, diciendo que era natural de Premesques, cerca de Lille, y que no tenía padre ni madre en vida. Que su padre tuvo por nombre Francisco de la Escaile y que él se llamaba Andrés. Dijo luego que, después que su padre quedó viudo, se enamoró de su madre, que servía en la hostería de su padre, y después lo engendró en ella bajo promesa de matrimonio, pero que no cumplió la promesa porque su madre era una pobre moza y su padre tenía bienes. Por esta causa, con desconcierto de su madre, su padre se casó de nuevo en Brujas con otra mujer. Llegó esto a conocimiento de los hermanos de su madre y con los lamentos que les hizo juraron que, si alguna vez volvían a encontrarlo, lo matarían, como lo hicieron, según se lo habían contado. Y su pobre madre, que por entonces estaba muy hermosa, fue solicitada poco después por otros hombres, de tal manera que fue seducida y engañada; luego, algún tiempo después, terminó sus días en la ciudad de Brujas.

Después de que este mozo les hubo declarado a lo largo su caída, le dijeron los señores a manera de interrogatorio:

—Andrés, puesto que bien sabíais de cuáles gentes veníais, ¿qué os movió a declarar y dar a entender que fueseis hijo bastardo del difunto Rey Felipe, sabiendo bien lo contrario?

Bibliografía:

1. Laurent Vital. Primer viaje a España de Carlos I con su desembarco en Asturia.

2. DE REYES,DIOSES Y HÉROES.¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?(II).http://themaskedlady.blogspot.com.es/2009/05/tuvo-un-bastardo-felipe-el-hermoso-ii.html

¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso? (III)

En fin, ataron corto a este mozo y fue interrogado por algunos señores en sitio de donde el Rey apenas estaba lejos, a fin de que dijese la verdad, a lo que se le preguntase y que dijese si era el hijo bastardo del Rey Felipe, como en muchos lugares lo había asegurado y dado a entender, pues el Rey quería saber la verdad. Para eso le dijeron estos señores:

—Decidnos lo que hay de esto, pues si es así, os tendrá por tal, y, si no es así, con tal de que digáis la verdad, os perdonará por esta vez.

Ante estas preguntas, este mozo se encontró tan asombrado, avergonzado y perplejo que no sabía lo que tenía que decir. Viendo esto, los señores le dijeron que no tuviese miedo, pues con tal de decir la verdad, no le harían mal alguno, “pues el Rey ha ordenado, con tal que confeséis la verdad, el perdonaros; mas, si se os halla en mentira, seréis gravemente castigado; por eso, aunque resulte que no seáis bastardo del Rey Felipe, os lo perdonará el Rey por esta vez, con tal que nos digáis quiénes fueron vuestro padre y madre.”

Bibliografía:

1. Laurent Vital. Primer viaje a España de Carlos I con su desembarco en Asturia.

2. DE REYES,DIOSES Y HÉROES. ¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?(II). http://themaskedlady.blogspot.com.es/2009/05/tuvo-un-bastardo-felipe-el-hermoso-ii.html

 

¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso? (II)

Así pues, la cosa había pasado tan adelante que en muchos lugares no se hablaba más que del señor bastardo, de tal modo que, cuando se daba a conocer, era por todas partes bien acogido y aún por toda clase de gente principal festejado, mantenido, favorecido y asistido, llenándose la bolsa con los dones y presentes que muchas ciudades, señores y prelados le hacían. Llegadas estas cosas al conocimiento del Rey Católico, nuestro señor, por lo mismo que deseaba saber la verdad, aunque hubiese querido que tal fuese, mandó escribir a todos los lugares adonde decían que tenía costumbre de ir con frecuencia para que, a la primera vez que volviera, se apoderasen de él, sin causarle agravio ni disgusto, y que se lo llevasen, pues la intención del Rey era que, si se hallaba que era tal como se decía, estaba en razón el mantenerle, servirle y hacerle bienes, y que si era otro se haría como conviniera y se creyera expediente a fin de que no abusasen de la gente principal y demás ni que, durante la ausencia por su viaje a Castilla, se originase o levantase alguna desavenencia por la maldad de algunos malquerientes, de lo que sus países o súbditos podrían recibir daño.

Así pues, estando nuestro señor el Rey en Midelburgo, esperando viento propicio, fue hallado ese antedicho mozo en la ciudad de Brujas, arrestado por el oidor Felipe Pinock y enviado finalmente a Midelburgo ante el Rey, tal y como iba vestido, a saber, con un jubón de terciopelo azul y capa de montar de terciopelo negro, retirándole sólo algunas bagatelas, como una cadena de oro con eslabones engastados, que dicho oidor retuvo para guardarlas por miedo de que se las quitasen y a fin de rendir cuentas si había necesidad o pedirlas en confiscación si era confiscado en cuerpo y bienes. Llegado este mozo a dicho lugar de Midelburgo, fue entregado en guarda, por orden del Rey, a seis arqueros de corps, para así hacerle buen acogimiento y tenerle seguro. Ahora bien, a causa de que yo era amigo de los que lo guardaban, me lo dejaron ver y comí con él y, como si tal cosa, charlamos alegremente, sin hablar de él ni de su prendimiento. Pero como yo tenía tan bien en la memoria la fisonomía de dicho señor Rey don Felipe, de quien se decía ser su bastardo, le miré muy a propósito, mas no pude creer que fuera su hijo porque no se le parecía. Sin embargo, tenía un poco abierta la boca, pero, no obstante eso, mirándole, no dejaba recuerdo alguno de dicho Rey Felipe.

Bibliografía:

1. Laurent Vital. Primer viaje a España de Carlos I con su desembarco en Asturia.

2. DE REYES,DIOSES Y HÉROES. ¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?(II).http://themaskedlady.blogspot.com.es/2009/05/tuvo-un-bastardo-felipe-el-hermoso.html

 

¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?(I)

A la larga lista de bastardos reales habría que añadir un número, tal vez enorme, de hijos que nunca fueron reconocidos, y otro igualmente grande de impostores. Decidir quién es quién en cada caso no siempre es fácil.

Como se ha mencionado en la entrada ¨Los celos de Juana¨, Felipe el Hermoso no ha dejado ningún hijo ilegítimo. Esto es un poco curioso, porque estamos hablando de un galán rodeado de amantes. Cabe preguntar ¨en realidad, ¿tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?¨

Laurent Vital, ayuda de cámara del rey Carlos I de España, posteriormente emperador Carlos V, nos ha dejado la crónica del primer viaje a España del joven monarca, y por él conocemos un episodio muy interesante sobre un hombre que afirmaba haber tenido por padre a Felipe el Hermoso.

XVI

De un mozo que decía ser bastardo del Rey Felipe de Castilla

Durante el tiempo que el Rey, nuestro señor, estaba en Midelburgo esperando el buen tiempo para seguir hacia Castilla, había noticia de que frecuentaba muchos lugares de por aquí un mozo, hijo bastardo del Rey Felipe, como él decía, y que estaba entre los 19 y los 20 años de edad. Y como tal daba a entender, había de tal manera abusado del pueblo que en muchos lugares la gente principal lo había creído tal como él se decía; y nacía este error y abuso por el consejo de algunos instruidos pícaros (como después se supo por su confesión sin violencia, amenaza ni coacción, sino de franca voluntad ), los cuales se habían valido de él para ponerle y mantenerle en ese error, dándole a entender que, si él mantenía ser tal, los países y mucha gente principal le harían muchos bienes, diciéndole que su figura tiraba muy bien al dicho difunto Rey Felipe, que fue tan amado por todos. Hacían eso a fin de vivir a su costa con gran abundancia de bienes. Con este modo de dar a entender, frecuentó este mozo muchas ciudades y regiones de Flandes, donde le hicieron muchos bienes, honor y colectas en honor de dicho difunto buen Rey Felipe, que tan amado fue por todos y de quien él se decía ser hijo bastardo.

Bibliografía:

1. Laurent Vital. Primer viaje a España de Carlos I con su desembarco en Asturia.

2. DE REYES,DIOSES Y HÉROES. ¿Tuvo un bastardo Felipe el Hermoso?(II).http://themaskedlady.blogspot.com.es/2009/05/tuvo-un-bastardo-felipe-el-hermoso.html

Carlos I, ¿el rey que nació en el váter?

Durante la celebración de un baile en el palacio Casa del Príncipe (Prinsenhof) de Gante, Flandes, la embarazada archiduquesa Juana comenzó a sentir fuertes dolores en el vientre. Creyendo que se debían a una mala digestión, acudió al baño y allí, sin ayuda de nadie, dio a luz a su segundo hijo a las 3:30 de la madrugada del martes 24 de febrero de 1500. Ella quería ponerle el nombre de Juan en recuerdo de su fallecido hermano, pero finalmente fue bautizado como Carlos por deseo de su padre y en recuerdo de su bisabuelo, Carlos el Temerario, quien murió en la Batalla de Nancy en 1477.

Ese niño Carlos, segundo hijo de Felipe el Hermoso y Juana I de Castilla, fue el futuro rey de España.

Bibliografía: Carlos I de España. http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_I_de_Espa%C3%B1a

Su hijo más famoso — Carlos I de España

Carlos de Austria, o Habsburgo (1500 – 1558) fue rey de España con el nombre de Carlos I (1516 -1556), el primero que unió en su persona las coronas de Castilla, Aragón y Navarra, y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V (1520-1558), llamado César, el César Carlos o Su Majestad Cesárea.

Hijo de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, y nieto por vía paterna de Maximiliano I de Austria (Habsburgo) y María de Borgoña (de quienes heredó los Países Bajos, los territorios austríacos y derecho al trono imperial) y por vía materna de los Reyes Católicos, de quienes heredó Castilla, Navarra, las Islas Canarias, las Indias, Nápoles, Sicilia y Aragón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La herencia de Carlos

Descendencia de Felipe el Hermoso

Del matrimonio con Juana I de Castilla nacieron seis hijos:

Leonor (1498 – 1558)              Archiduquesa de Austria. Casada con el rey Manuel I de Portugal.

Carlos (1500 – 1558)         Rey de España (1516–1556) y de Nápoles (1516–1554), bajo el  nombre de Carlos I; y Emperador del Sacro Imperio Romano  Germánico (1519–1558), bajo el nombre de Carlos V.

Isabel (1501 – 1526)  Archiduquesa de Austria. Casada con el rey Cristián II de Dinamarca.

Fernando (1503 – 1564) Archiduque de Austria, Rey de Bohemia (1526–1564), de Hungría  (1526–1538, 1540–1564) y Emperador del Sacro Imperio Romano  Germánico (1558–1564). Casado con Ana Jagellón de Hungría                           y Bohemia.

María (1505 – 1558)              Archiduquesa de Austria. Casada con Luis II Jagellón, Rey de  Hungría, Bohemia y Croacia.

Catalina (1507 – 1578)      Archiduquesa de Austria. Casada con el rey Juan III de Portugal.

Y en aquella época de tanta mortandad, tanto al parir como de la infancia,  Juana daba a luz con facilidad, se reponía rápidamente, criaba  personalmente a sus hijos sin ayuda de nodrizas, no se le murió ninguno  y ninguno estaba loco. Y los seis fueron reyes.

Carlos, el primogénito fue Rey de España y Emperador de Alemania,  siendo el hombre más poderoso de la Tierra.

Leonor fue Reina de Portugal y después de Francia.

Fernando sucedió a su hermano como Emperador de Alemania.

Isabel fue Reina de Dinamarca.

María fue Reina de Hungría y de Bohemia.

Catalina fue Reina de Portugal.

 

¿Cómo era Felipe el Hermoso y Juana la Loca?

En octubre del año 1496, el Archiduque D. Felipe se presentó un atardecer  en                 el convento para conocer a su prometida y se encontró con una doncella  de 17 años, alta y de buen tipo, con el cabello moreno recogido en una trenza,  los ojos verdes, con hermosos colores en las mejillas y desprendiéndose de  ella una sensación de frescura y serenidad. Iba vestida con sus mejores galas,  con la majestuosidad y dignidad propias de ella.

D. Felipe quedó sobrecogido y embargado ante tanta belleza. Después de los  saludos de rigor se sentaron frente al fuego de la gran chimenea y pidieron a  los caballeros que acompañaban a D. Felipe y a las doncellas de Dª. Juana  que los dejasen solos para poder hablar a gusto.

Como D. Felipe no sabía el castellano, Dª. Juana eligió el idioma francés,  que conocía bastante bien y que aprendió de su maestro fray Pedro Mártir        de Anglería.

D. Felipe, de 18 años, era menudo de cuerpo, delgado, pelo rubio, ojos  azules y muy risueño. Cuentan que en aquella primera entrevista estuvo  encantador. A las dos horas el Archiduque y la Infanta se trataban ya con  tanta familiaridad y llaneza que parecía que se conocían de mucho tiempo.

la muerte de Felipe el Hermoso

Tras un gran festín para celebrar que Don Juan Manuel había tomado posesión  del castillo de Burgos, los invitados dieron un paseo a caballo y jugaron a la  pelota. Al concluir la partida, Felipe el Hermoso, exhausto y acalorado, bebió  con avidez de un botijo de agua helada. Al día siguiente se levantó con fiebre  pero se fue de caza. Cuando volvió estaba tan enfermo que ya no pudo  levantarse, a la semana había fallecido. Era el 25 de Septiembre de 1506.

Se dice que los síntomas que manifestó Felipe fueron: alta fiebre, dolor en  el costado, una gran cantidad de manchas pequeñas entre negras y coloradas  por todo el cuerpo e infección en la lengua y el paladar. Existen varias hipótesis  que se han barajado como causas de su fallecimiento: por enfriamiento, por la  peste o por envenenamiento. Por supuesto, siempre que un miembro de la  realeza moría de repente en semejantes circunstancias había sospechas de  envenenamiento.

Durante sus últimos días, su esposa la reina Juana le cuidó con esmero y  dedicación sin apartarse de su lado, ni de noche y ni de día le abandonaba.  Le daba de comer y beber ella misma, exhortaba siempre a su agonizante  marido para que tomase las medicinas que los médicos le habían mandado  y ella misma, aun estando en avanzado estado de gestación, las probaba y  tomaba grandes tragos para darle ánimos y para que hiciese como ella. Sin  descomponerse en ningún momento, Juana defiende primero como puede  la vida de su esposo y acepta después su muerte.

Testigos presenciales dejaron noticia de que la reina quedó como petrificada  sin querer apartarse de junto al lecho pero sin derramar una sola lágrima.  Admirable conducta entonces la de Juana en aquellas horas adversas de  la agonía de su marido, casi heroica, negándose a sí misma mientras quede  un minuto para luchar por aquella vida que se escapaba a toda furia, dándose  cuenta entonces de su responsabilidad y asumiendo sus deberes de esposa  y de enfermera.

Los celos de Juana (II)

Si Juana llegaba a enterarse o a sospechar de alguna infidelidad o desliz de su esposo, se lo reprochaba aun en público, sin recatarse de armar grandes escándalos. Esto empeoró aún más la situación y los ecos de tales sucesos llegaron hasta España en donde fue motivo de gran preocupación.

Aunque Felipe de Habsburgo, o Austria, ha pasado a la historia con el sobrenombre de “ el Hermoso” – que es posterior a sus días y que llevaron no pocos príncipes como su propio cuñado Filiberto II de Saboya o los reyes Felipe IV y Carlos IV de Francia-, parece que hay testimonios de ciertos defectos físicos como una visible cojera. Pese a su fama de galán rodeado de amantes, nos puede sorprender que, padre de seis hijos habidos con su esposa, no haya dejado ningún hijo ilegítimo como sí hicieron, y en considerable número, su padre, su suegro y su heredero, por no hablar de su bisabuelo el duque de Borgoña Felipe el Bueno, a quien se atribuyen una veintena de vástagos nacidos fuera del matrimonio.

Los celos de Juana (I)

imágenes de la película ” Juana la Loca” ( 2001)
El amor y la pasión que pareció embargar al archiduque durante los primeros tiempos de su matrimonio con Juana pronto cedieron, y él se dedicó a vivir la vida alegre y licenciosa que era connatural a los nobles y ricos de aquellas tierras, mientras que la archiduquesa, aunque se hizo a la vida de su nuevo país, nunca adoptó de corazón las costumbres tan contrarias a las austeras que había vivido con su madre y en la corte. Cierto es que para agradar a su esposo se dedicó a embellecer su cuerpo, para lo cual se entregaba a los cuidados de las esclavas que había llevado consigo, pero estos afeites y primores que Juana proporcionaba a su cuerpo, no lograron los efectos que ella deseaba, al contrario. Felipe odiaba a las esclavas y sus atenciones, pensaba quizá en que ejercitarían encantamientos y brujerías contra él, en caso de que sus pinturas, afeites y perfumes no diesen resultado.
Juana amaba a su esposo y veía como él se alejaba de ella para buscar otros alicientes, aun cuando ella estaba embarazada. Por eso, en esos momentos en que todas las mujeres reposan y abandonan un tanto la vida social, no se apartaba de él, convencida de que en cualquier ocasión, si ella no estaba presente, él aprovecharía esa circunstancia para serle infiel.

Matrimonio afectado por la política (III)

No obstante, pasados los primeros momentos de euforia por la  facilidad con la que Juana había dado a luz, comenzaron nuevamente  las desavenencias entre ambos esposos, posiblemente por la desilusión  que sintió Felipe porque su primer hijo no hubiese sido un varón y sobre  todo por las continuas protestas de su esposa, que consideraba que el  comportamiento que mantenía Felipe respecto a Francia era desleal con  sus padres. Este cambio en las relaciones de los archiduques, afectó no  sólo a la vida privada de Felipe, sino que también contribuyó a enfriar más  aun las relaciones que mantenía con sus suegros, aunque los contactos  entre ambas cortes no quedaron interrumpidos totalmente por el bien de  la infanta Juana, cuya situación preocupaba enormemente a Isabel y a                Fernando.

Así las cosas la situación no mejoró mucho los meses siguientes, en el  verano del año 1498 Felipe escribió una carta en la que solicitaba que se  produjera el regreso de su hermana Margarita, como ya había hecho su  padre, afirmando tajantemente que nada hacía en Castilla su hermana tras  la muerte de su esposo y de su hijo. Muy pronto fueron conscientes Isabel  y Fernando del peligro de esta petición, ya que en aquellos momentos se  estaba negociando el matrimonio de la infanta Catalina y el príncipe de Gales,  motivo por el que parecía probable que tanto Felipe como Maximiliano I  utilizaran a Margarita para entorpecer las mencionadas negociaciones,  como finalmente ocurrió……

Matrimonio afectado por la política (II)

A partir de este momento los Reyes Católicos comenzaron a mostrar  abiertamente la desconfianza que les provocaba las actuaciones de  Felipe el Hermoso, motivo por el cual el propio emperador intentó  tranquilizar a sus aliados, afirmando que llegado el momento su hijo  no tendría inconveniente en respetar sus intereses. No obstante, dicha  afirmación, no calmó los ánimos de los monarcas hispanos, ya que al  poco tiempo, fueron informados de que su hija carecía de los medios  necesarios para pagar a los miembros de su séquito, puesto que  Felipe no le entregaba las rentas que se había comprometido a  facilitarle. No fue este el único punto de fricción, ya que el deseo de  Felipe de afianzar sus relaciones con Francia le llevó incluso a  oponerse a los deseos de su padre. Maximiliano I apoyó la  candidatura de Ana de Bretaña para que ocupara el ducado de Milán,  mientras que Felipe apoyó los intereses que tenía sobre este territorio  el nuevo rey de Francia, Luis XII, motivo por el cual envió al conde de  Nassau a la corte francesa, tras esto quedó sellada la paz de Bruselas,  el 15 de agosto de 1498. La firma de esta paz fue la gota que colmó la  paciencia de los Reyes Católicos, que decidieron enviar a Borgoña a  Sancho de Londoño y a fray Tomás de Matienzo, para lograr que  Felipe abandonar la política de amistad que mantenía con Francia y  para descubrir que motivaba la aparente falta de interés que sentía      Juana por la religión.

A pesar de las presiones que se ejercieron sobre Felipe el Hermoso,  éste se negó a renunciar a la reciente alianza firmada con el rey de  Francia, en un momento en que sus relaciones con Juana parece que  alcanzaron un punto de equilibrio, ya que la archiduquesa se encontraba  feliz con su primer embarazo. Tras aproximadamente dos años de  matrimonio, el 6 de septiembre de 1498, se produjo el nacimiento de la  hija primogénita de los archiduques, bautizada con el nombre de Leonor.

Matrimonio afectado por la política (I)

Según informaron algunos de los acompañantes de Juana a los Reyes Católicos,  en presencia del archiduque se había tratado desdeñosamente a miembros  destacados de séquito de la infanta, sin que Felipe hiciera nada por evitarlo.  Estos desaires estuvieron motivados, según apunta José Manuel Calderón,  por los recelos que provocó esta unión en muchos de los consejeros del  archiduque, ya que temían que los monarcas de Castilla y Aragón interfirieran  en las buenas relaciones que el borgoñón mantenía con Francia.

Todo parece indicar que el duque de Borgoña mantuvo en un primer momento  la distancia con sus suegros, dejando los contactos diplomáticos con la monarquía  Hispánica bajo la supervisión de su padre. Pero la orientación de su política a este  respecto cambió notablemente una vez que conoció la noticia de que se había  producido la muerte del príncipe Juan el 4 de octubre de 1498. De este modo según  indicó el embajador español destacado en la corte Imperial, Gómez de Fuensalida,  Felipe barajó la posibilidad de reclamar las coronas de Castilla y Aragón con la ayuda  del rey de Francia, con el que mantenía unas relaciones sumamente cordiales para  disgusto de Isabel y Fernando. Los Reyes Católicos, alertados por el citado  Fuensalida, decidieron solicitar inmediatamente la presencia en su corte de Manuel I  el Afortunado y de su hija Isabel de Castilla, para que las Cortes les juraran como  herederos. De este modo la crisis dinástica abierta tras producirse la muerte del  príncipe de Asturias, quedó temporalmente resuelta tras el nacimiento del infante Miguel, el cual fue reconocido como heredero a los pocos días de nacer.

Encuentro de los novios y boda

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imágenes de la película ” Juana La Loca” ( 2001)

Juana de Castilla llegó a los Países Bajos el 8 de septiembre de 1496,  pero Felipe el Hermoso no se encontraba en sus territorios cuando se  produjo su llegada, ya que algunos meses antes había iniciado un viaje  a la corte imperial para visitar a su padre. Algunos investigadores opinan  que el archiduque había comenzado a cambiar de parecer con respecto  a la conveniencia de contraer matrimonio con la infanta, ya que en ningún  momento apresuró su retorno a sus Estados y no llegó a la villa de Lierre,  donde se encontraba su futura esposa, hasta el 19 de octubre de 1496.  Felipe III conoció a Juana de Castilla el 20 de octubre y según apuntan  todas las crónicas, inmediatamente después se sintió profundamente  atraído por ella, motivo por el cual ordenó a sus servidores que se  adelantara la ceremonia religiosa para poder consumar inmediatamente  el matrimonio. La boda tuvo lugar en la iglesia de San Gomaro, ese mismo  día, tras lo cual comenzaron a celebrarse fiestas fastuosas en la corte,  que no debieron prodigarse mucho, porque que el 26 de octubre estaba  previsto que Felipe presidiera una asamblea de la Orden del Toisón de  Oro, de la que era miembro desde su infancia. Tanto los biógrafos de  Felipe de Borgoña como los de Juana de Castilla, coinciden a la hora  de afirmar que ambos esposos sintieron un arrebato pasional nada  más conocerse. Pero a pesar de este prometedor comienzo, parece  que muy pronto aparecieron las primeras desavenencias entre ellos  motivadas en la mayor parte de los casos por las diferencias que existían  entre la corte española y la borgoñona.

¿Por qué se casó con Juana la loca?

 

 

 

 

 

Contrato matrimonial entre Juana y Felipe el Hermoso (1495).                                   Archivo General de Simancas.

Los Reyes Católicos(padres de Juana) mantuvieron unas relaciones  excelentes con Maximiliano durante su etapa como gobernador de  Flandes, por este motivo decidieron en 1490 iniciar las negociaciones  para concertar el matrimonio de sus hijos, el príncipe Juan y la infanta  Juana, con los hijos de éste, Felipe y Margarita. Aunque este primer  intento no fructificó por la oposición de Carlos VIII de Francia, en 1494  dieron nuevamente comienzo las negociaciones. Nada tuvo que objetar  Felipe III al respecto, puesto que la unión podía reportar importantes  beneficios a sus Estados, a pesar de las diferencias que sostenía con  su padre. De este modo los primeros acuerdos para llevar a cabo  dicho matrimonio fueron firmados el 20 de enero de 1495 y el 5 de  noviembre quedó sellado definitivamente el contrato matrimonial.

Esposa de Felipe el Hermoso — Juana I de Castilla

Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca nació en Toledo el 6 de noviembre  de 1479 y murió en Tordesillas el 12 de abril de 1555. Fue reina de Castilla de 1504  a 1555, pero desde 1506 no ejerció ningún poder efectivo y a partir de 1509 vivió  encerrada en Tordesillas, primero por orden de su padre Fernando el Católico y  después por orden de su hijo el emperador Carlos V.

Juana I de Castilla era la tercera hija de los Reyes Católicos, que la casaron con  el archiduque austriaco Felipe el Hermoso (1496).

La muerte de sus hermanos mayores y de un sobrino la convirtieron en heredera  de las Coronas de Castilla y Aragón desde 1500. El mismo año en que fue jurada  como heredera por las Cortes de Castilla (1502) empezó a manifestársele una  enfermedad mental, determinada según algunos por la infidelidad de su marido,  hacia quien sentía un amor apasionado.

Al morir Isabel la Católica, Juana I y Felipe I fueron proclamados reyes de Castilla  (1504); pero, dada la locura de la reina, se acordó que gobernarían conjuntamente  en Castilla su marido y su padre el rey de Aragón, Fernando el Católico. Las malas  relaciones entre el yerno (apoyado por la nobleza castellana) y el suegro hicieron  que éste renunciara al poder en Castilla para evitar un enfrentamiento armado (1506).  Pero aquel mismo año murió el rey Felipe, recuperando don Fernando la regencia en  Castilla en nombre del hijo de Juana y Felipe (el futuro Carlos I de España y V de  Alemania).

La demencia de la reina se agravó, permaneciendo recluida en Tordesillas desde  1509 hasta su muerte. En 1516 murió Fernando el Católico y Carlos I fue proclamado  rey de Castilla y de Aragón, de modo que doña Juana no llegó a suceder a su padre  en la Corona aragonesa; pero nunca fue declarada incapaz por las Cortes castellanas  ni se le retiró el título de reina.

Su abuelo materno — Carlos el Temerario

Carlos el Temerario

Último duque independiente de Borgoña (1433 – 1477). En 1467 heredó de su padre, Felipe el Bueno, vastos dominios repartidos en dos conglomerados territoriales: los Países Bajos y Borgoña propiamente dicha (con el Charolais y el Franco Condado).

Su proyecto fue unificar ambas zonas creando un reino compacto entre Francia y Alemania, para lo cual hubo de combatir incesantemente contra Luis XI de Francia. Lo consiguió temporalmente, al conquistar Lorena (1475) que, efectivamente, ponía en conexión los estados borgoñones del norte y del sur.

Si Carlos había conseguido cercar a Francia, aliándose con Inglaterra, Castilla y Aragón, Luis XI hizo lo propio con la Confederación Suiza; ésta lanzó una campaña contra Carlos, al que venció en la batalla de Nancy de 1477 (en la que Carlos murió y Borgoña volvió a perder Lorena).

Pero antes de morir había dejado pactada la boda de su hija María con el archiduque Maximiliano de Austria (el futuro emperador alemán Maximiliano I). De ese matrimonio procede la herencia de Carlos I y la consiguiente presencia española en los Países Bajos, pues al morir Carlos el Temerario sus estados se repartieron por la Paz de Senlis (1493) entre Francia (Borgoña y Picardía) y los Habsburgo (Franco Condado y Países Bajos); y esta última parte pasó a Carlos I junto con la herencia española de los Reyes Católicos.

Sus abuelas

Su abuela paterna

            — Leonor de Avis y Trastámara (1434-1467)

 

Infanta de Portugal y emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue hija de Eduardo I ( rey de Portugal, de la Dinastía de Avís) y de la infanta Leonor de Aragón y Alburquerque. Era hermana menor de Alfonso V el Africano. Se casó con el emperador germánico Federico III de Habsburgo, de este matrimonio nacieron cinco hijos (Maximiliano, sucesor de su padre con el nombre de Maximiliano I).

 

Su abuela materna

             — Isabel de Borbón, duquesa de Borgoña (1436 – 1465)

Era hija del duque de Borbón y de Inés de Borgoña, y esposa de Carlos el Temerario.

El 30 de octubre de 1454 se casó con Carlos el Temerario en Lille, hijo del duque Felipe el Bueno y su tercera esposa, la infanta Isabel de Portugal. Esta unión no era deseada por Carlos que quería esposar a Margarita de York. Su padre le recuerdó entonces los términos del tratado de Arras, que lo obligaron a desposar una princesa de sangre francesa. De este matrimonio nació su única hija legítima: María de Borgoña, quien se casaría con Maximiliano de Habsburgo, futuro emperador romano.

 

 

Su abuelo paterno — Federico III de Habsburgo

Federico III de Habsburgo

Nació el 21 de septiembre de 1415 en Innsbruck. Su padre fue Ernesto de Habsburgo, duque de Estiria y Carintia (1377-1424). Federico fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de Alemania en el año 1440. Coronado por el Papa en Roma en 1452, fue la última vez en que un emperador fue coronado en la ciudad.

Gobernante incompetente sufrió distintas revueltas y perdió los territorios de los Habsburgo frente a diferentes invasiones, durante su reinado, de mas de medio siglo, el imperio se mostró totalmente incapaz de defender a Europa de los turcos por el valle del Danubio, después de la caída de Constantinopla (1453).

Federico III, soberano tímido y vacilante, casó a su heredero Maximiliano I de Habsburgo, con María de Borgoña, la mas rica heredera de Occidente (1477), así pudo mandar gravar en su vajilla AEIOU, que lo mismo en latín (Austria Est Imperare Orbi Universo) que en alemán (Alles Erdreich Ist Oesterreich Unterthan), expresaba su orgullosa confianza en el glorioso destino de su casa.

En el año 1486, fecha en la que Maximiliano fue elegido rey de Alemania, abdicó en su hijo y se radicó en Linz, ciudad en la que fallecería el 19 de agosto de 1493.

¿Quién es la madre de Felipe el Hermoso?

María de Borgoña (Bruselas, Flandes, 13 de febrero de 1457 – Brujas, 27 de marzo de 1482), Duquesa de Borgoña y Duquesa de Brabante, fue la esposa de Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano, y madre de Felipe el Hermoso.

Como hija única del último duque de Borgoña, Carlos el Temerario y de su quinta esposa Isabel de Borbón, heredó el ducado de su padre, a los 48 años, tras la muerte de éste en la batalla de Nancy. La pretensión francesa por los territorios de los Países Bajos hizo al rey Luis XI ocupar algunas plazas como el condado de Borgoña o el propio ducado de Borgoña, lo que impidió a María ejercer su título en los que habían sido sus territorios.

Con la finalidad de expulsar a los franceses, promulgó una carta que se conoce como El Gran Privilegio y por la que quedaba garantizado el gobierno propio de los Países Bajos.

Se casó en 1477 con Maximiliano, archiduque de Austria, hijo del emperador Federico III y después emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con el que tendría por hijos a Margarita de Austria y a Felipe el Hermoso que introduciría, por su matrimonio con Juana I de Castilla, la estirpe de los Austria en España.

María de Borgoña murió en Brujas después de una caída de caballo en 1482.

¿Quién es el padre de Felipe el Hermoso?

Maximiliano I de Habsburgo

Archiduque de Austria y emperador de Alemania (Wiener Neustadt, 1459 – Wels, 1519). Era hijo del emperador Federico III, a quien sucedió en 1493.

Su matrimonio con María de Borgoña, heredera de Carlos el Temerario (1477), hizo entrar en el patrimonio de la Casa de Habsburgo los Países Bajos y el Franco Condado; para ello, hubo de concertar un acuerdo con Francia por el Tratado de Arras (1482), en virtud del cual se repartían los dominios borgoñones entre Austria (Países Bajos y Franco Condado) y Francia (Picaría y Borgoña), tras la muerte de su mujer en aquel mismo año.

No obstante, Maximiliano I tardó diez años en afirmar su poder sobre los Países Bajos frente a la rebelión de las ciudades flamencas, reacias a ser incorporadas al Imperio (Paz de Kadzand, 1492).

Continuó incrementando el patrimonio territorial de los Habsburgo mediante una hábil política matrimonial: incorporó a la familia los reinos de Castilla y Aragón mediante el matrimonio de su hijo, Felipe el Hermoso, con la hija de los Reyes Católicos, Juana I la Loca (1496); se aseguró también la herencia de Hungría y Bohemia mediante el doble matrimonio de sus hijos Fernando y María con los hijos del rey de Hungría (Tratado de Viena, 1515).

Por su segundo matrimonio con la sobrina de Ludovico Sforza, Maximiliano adquirió derechos sobre el Ducado de Milán, si bien hubo de renunciar a su control por la derrota militar que le infligió Francisco I de Francia (1515). Por el contrario, la frontera imperial retrocedió durante su reinado en Suiza, cuyos cantones se independizaron por el Tratado de Basilea (1499).

Con todo, fue Maximiliano quien puso los fundamentos del poderío de los Habsburgo en Europa, reuniendo una herencia colosal para su nieto, Carlos V.