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Celia Valls Pastor

El 12 de abril de 1931 tuvieron lugar las elecciones municipales que dieron paso a la Segunda República española (1931-1936). En este nuevo período se llevaron a cabo transformaciones en diversos ámbitos (político, social, administrativo, legislativo…). En lo referente a la política, en este momento las mujeres consiguieron una presencia y participación que antes no se les permitía tener, entre otros motivos, gracias a que consiguieron el derecho a voto en 1931. Ya desde la dictadura de Primo de Rivera hubo mujeres en los gobiernos locales, y con el estallido de la Guerra Civil (1936-1939), las mujeres siguieron participando activamente y ostentando cargos públicos a nivel local. Una de estas mujeres fue Celia Valls.

Celia Valls Pastor nació en la localidad alicantina de Alcoy en el año 1901 y murió en la ciudad de Alicante a la edad de 87 años. En los primeros momentos de la guerra, en el bando republicano los ayuntamientos pasaron a ser sustituidos por Consejos Municipales, que quedaron en manos de partidos y sindicatos de izquierda. Un ejemplo lo encontramos en Alicante, donde el 29 de septiembre de 1936 el Ayuntamiento transfirió sus competencias al Gobernador Civil y se creó uno de los citados Consejos Municipales. Celia Valls, sindicalista y afiliada al PSOE, fue la primera mujer que obtuvo un puesto dentro de dicho consejo, puesto que le fue asignado directamente por el Gobernador Civil. Concretamente, asumió el cargo en las concejalías de Instrucción Pública, Beneficencia y Sanidad y también actuó como representante de la UGT.

Noticia del periódico El Día del 29 de septiembre de 1936 en el que se menciona la entrada de Celia Valls en el Consejo.

Fuente: Asociación Cultural Alicante Vivo

 

No podemos negar que Celia Valls y los cargos que desempeñó en el contexto de la Guerra Civil en España son un claro reflejo de cómo las mujeres tenían un fuerte protagonismo en los espacios públicos, si bien es cierto que, a pesar de que, tras su dimisión el 7 de diciembre de 1936, posteriormente los concejales que se fueron sucediendo siempre fueron hombres, con la excepción de Aurora Fernández García, otra mujer, la que la sustituyó en el cargo de concejala de Instrucción Pública, Beneficencia y Sanidad.

En cualquier caso, no podemos olvidar que, como hemos mencionado anteriormente, Celia Valls desempeñó sus cargos políticos durante la guerra, y actualmente no nos han llegado datos ni documentos oficiales sobre muchas mujeres que, como ella, participaron activamente en la vida pública durante esos años.

En 2018, por la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, algunas calles del barrio del Pla del Bon Repós en la ciudad de Alicante cuyos nombres tenían relación con la época franquista española, cambiaron su nombre y fueron sustituidos por personajes a quienes se quería homenajear, dando especial importancia a personajes femeninos. La calle Valero Bermejo, por ejemplo, fue sustituida por Calle Celia Valls.

Placa de la calle que lleva el nombre de Celia Valls en el barrio del Pla del Bon Repós en Alicante

Fuente: Wikipedia

 

Bibliografía:

Diccionari Biogràfic de Dones. (2010, Octubre). Celia Valls. https://dbd.vives.org/fitxa_biografies.php?id=1012

NIELFA CRISTÓBAL, G. (2015). Mujeres en los gobiernos locales: alcaldesas y concejalas en la España Contemporánea. Biblioteca Nueva, Madrid.

 

 

 

Nini Haslund

Nació el 28 de junio de 1908 en la localidad noruega de Moss. Cursó estudios de Asistencia Social en Oslo y desde joven contactó con organizaciones pacifistas y progresistas, ingresando en el partido de izquierda Mot Dag. En 1934 se casó con Kristian Gleditsch, secretario del Comité Noruego de Ayuda a España. Ambos se implicaron en la solidaridad con la población civil española que sufría las consecuencias de la Guerra Civil, recaudando dinero en Noruega.

Haslund viajó a Alcoi en abril de 1937, para colaborar con la creación del Hospital Sueco-Noruego. Allí se encargó de la contabilidad del centro. También montó una biblioteca en el hospital y organizó clases de alfabetización, además de cursos de formación sanitaria, y fundó un pequeño orfanato.

Más adelante fue responsable de los centros creados por el Comité Noruego de Ayuda a los Niños, entre los que destacaron dos orfanatos y un hospital infantil en Oliva. La Oficina Internacional para la Infancia, con sede en París, le hará responsable de la distribución de alimentos y medicinas entre 300 orfanatos próximos a Madrid y Valencia. Una colonia infantil para niños y niñas refugiados situada en Biar fue denominada “Colonia Nini” en su honor.

Tras el final de la Guerra Civil, Haslund colaboró desde París en la atención a las personas refugiadas que huían de España. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se exilió a Londres junto con su esposo.

El resto de su vida continuó implicada en la atención a la infancia, en defensa de los derechos de las mujeres y en actividades pacifistas. En 1991 se le concedió el premio Humanistprisen en reconocimiento a su labor. Murió en 1996.

 

Autora: Mónica Moreno Seco

Bibliografía:

Àngel Beneito Lloris, El Hospital Sueco Noruego de Alcoi durante la Guerra Civil española, Alcoi. Visual, 2004, pp. 97-103.

Luisa García

Luisa García, vecina de Alcoy, perteneció a la Federación Local de Juventudes Libertarias de Alicante, participando de manera activa en el movimiento anarquista durante la década de 1930. Durante estos años, intervino en actos públicos de esta organización, y dedicó buena parte de su labor política a la recopilación de reivindicaciones feministas, en pro de la libertad de acción de las mujeres.

Uno de los actos en los que la participación de esta mujer dejó huella en la prensa se relata en el diario Vida nueva, publicado por la CNT y la AIT -en el ejemplar del 17 de febrero de 1928-. El titular principal, ‘Todo por la Guerra’, se dedica en este número al  Congreso de las Juventudes Libertarias, en cuya clausura (celebrada apenas 5 días antes de la publicación, el domingo) tomó parte Luisa García, que intervino como delegada. En el resumen de su discurso, se apunta el deseo de la autora por dedicar el congreso a los “hermanos caídos en la lucha y a los compañeros que trabajan por lograr una sociedad justa”, y la necesidad de incorporar a las mujeres al movimiento libertario.

Junto a ello, Luisa García se dedicó a la publicación de artículos de prensa en diarios de corte anarquista como Tierra y Libertad -editado en Barcelona-, en los que recogió reivindicaciones políticas que compartía con otras mujeres obreras, relacionadas, por ejemplo, con la abolición de la pena de muerte. En el número 169 de Agosto de 1934, se reproduce el artículo ¡La mujer española debe levantarse contra la pena de muerte!, en el que la autora hace una crítica al gobierno de la República por consentir la continuidad de la pena de muerte, práctica que condena por considerarla cruel e ineficaz para acabar con la delincuencia. En su lugar, Luisa García apela a la educación y la cultura como un derecho que debe estar al alcance de toda la población, y a la garantía de las necesidades básicas de toda la sociedad como verdaderos métodos efectivos para lograr este objetivo.

“Las mujeres proletarias de España juntan sus voces de protesta, (…) y piden que también ahora se suprima la pena de muerte. Lo piden por ellas: lo piden por sus hijos, ¡por la humanidad!, y lo piden también por la honra de esta época que se llama civilizada.”

 

 

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Autora: María José Gómez Megías.

Bibliografía:

MORENO SECO, M.: María Nomdedéu. Diccionari Biogràfic de Dones. Biografía nº 999. Xarxa Vives d’universitats. 2010. Disponible en: https://dbd.vives.org/bio.php.

Tierra y Libertad. Seminario Anarquista. Barcelona. Nª 169. Agosto, 1934.

Vida nueva. Órgano de la Federación Local de Sindicatos Únicos de Tarrassa. Nº 414. 17-II-1938.

Acción Cívica de la Mujer

La Acción Cívica de la Mujer (ACM) era la denominación de las agrupaciones femeninas del partido conservador Derecha Regional Agraria durante la Segunda República. Fue muy activa en torno a las elecciones de 1933; en ese momento, entendía la participación política de las católicas como un sacrificio temporal, que les hacía abandonar sus deberes “naturales” de madre y esposa, pero muchas veces también como un derecho, en defensa de la religión, la familia y la patria frente al laicismo. La ACM publicó diversos manifiestos exponiendo sus objetivos, como el siguiente, de Cocentaina:

 

“Primero. Intervención política de la mujer: por la emisión del voto, por la propaganda, por el recurso a las autoridades, por la cooperación social, justa y legítima.

Segundo. Salvaguarda, defensa y afianzamiento de la familia y del matrimonio según las enseñanzas de la Santa Iglesia católica.

Tercero. Sostenimiento de los derechos naturales y cristianos de los padres de familia respecto a la educación, instrucción y profesión de sus propios hijos.

Cuarto. Acción moralizadora de las costumbres cívicas, particularmente sobre espectáculos, lecturas, trato social y familiar y enseñanza profesional femenina.

Quinto. Protección especial a la niñez, a la mujer que trabaja y a la pobre, desvalida o enferma.” (El Día (Alicante), 2 de marzo de 1933)

 

La ACM estaba extendida por numerosas localidades de la provincia, como Alcoi, Villena, Cocentaina o Castalla, entre otras, aunque destacó el dinamismo del grupo de Elche, dirigido por María García Ferrández desde su aparición en junio de 1932.

Las integrantes de la ACV desarrollaron numerosas actividades políticas: repartieron propaganda y organizaron conferencias para mejorar la formación política de las mujeres. Además, estuvieron presentes en mítines de la DRA, como asistentes y oradoras. También enviaron telegramas de protesta a las autoridades, en contra de la política laicista del gobierno.

En 1933, en Beniaya (del municipio de Vall de Alcalá), seis de sus militantes fueron acusadas de “proferir gritos subversivos contra el régimen” y encarceladas en Pego, al negarse a pagar las multas impuestas por las autoridades (El Día, 14 y 16-VIII-1933); entre ellas, Rosa y María Caselles, que después de ser excarceladas participaron en un mitin de propaganda política en Pego (Las Provincias, 18-X-1933). En la campaña electoral de noviembre de 1933, estalló un petardo en el local de la ACM de Elche, causando desperfectos (El Debate, 22-X-1933).

Las Provincias, 18 de octubre de 1933.

La victoria de las candidaturas conservadoras en las elecciones de finales de 1933 hizo que a partir de entonces la ACM reorientara su interés a la acción social y benéfica. Por ejemplo, en 1934 la agrupación de Villena informó de que estaba organizando clases de formación religiosa y doméstica para mujeres (Las Provincias, 14-III-1934). No obstante, a veces continuó su acción política. A finales de 1935, se celebró en el local de la ACM de Elche un acto “de afirmación derechista” (El Debate, 19-XI-1935). Dicho local fue incendiado en unos disturbios que tuvieron lugar en abril de 1936, junto con otros edificios como el casino o la sede del Partido Nacional Agrario (El Día, 1-IV-1936).

Autora: Mónica Moreno Seco

Bibliografía:

GUTIÉRREZ LLORET, Rosa Ana, “¡Hagámoslo por Dios y por la Patria! La organización de las mujeres católicas en las elecciones de noviembre de 1933”, Historia Constitucional, 19 (2018), pp. 251-285.

MORENO SECO, Mónica, “Ciutadanes: les dones durant la Segona República al País Valencià”, en Aurelio Martí Bataller (eds.), Història de la Segona República al País Valencià, Alfons el Magnànim, Valencia, 2022, pp. 311-340.

Marthe Nygaard

Marthe Nygaard fue una enfermera nacida en el año 1887 en Evelrum, Noruega. Sus labores como enfermera en conflictos bélicos se remontan a la Gran Guerra, al trabajar en el Tooting Hospital de la ciudad de Londres entre los años 1916 y 1919.

En España estuvo activa como enfermera jefa en el Hospital Sueco-Noruego de Alcoi desde marzo hasta septiembre de 1937. Este hospital fue creado gracias al Comité Sueco-Noruego de Ayuda a España, que recaudó fondos para auxiliar a la población civil. Por su preparación y formación, las enfermeras escandinavas se encargaron de la supervisión de las tareas que realizaban las enfermeras españolas.

(Beneito Lloris, 2004)

Placa conmemorativa de la labor de los sanitarios escandinavos

Autor: Simón Fernández Cinnante

Bibliografía

  • Beneito Lloris, Àngel. (2004). El Hospital Sueco-Noruego de Alcoi durante la Guerra Civil española. Alcoy: Visual producciones.
  • Sistema d’Informació Digital Sobre les Brigades Internacionals. Universitat de Barcelona. Disponible en: https://sidbrint.ub.edu/ca/content/nygaard-marthe

Pilar Casasempere Juan

Pilar Casasempere Juan, originaria de Alcoi, trabajó como enfermera auxiliar en el Hospital Sueco-Noruego localizado en dicha ciudad, fundado durante la Guerra Civil gracias a las aportaciones económicas recogidas en esas naciones escandinavas. Ocupó ese cargo debido a la formación sanitaria que había recibido en un curso impartido por la Escuela de Enfermería de la Cruz Roja de Alicante en Alcoi en 1937. Sus labores en el hospital consistían en asistir en el quirófano al doctor Manuel Bastos Ansart, curar heridas, atender a los pacientes con dolores leves y mantener ordenados y limpios los espacios de trabajo.

(Beneito Lloris, 2004)

Fachada del Hospital Sueco-Noruego

Autor: Simón Fernández Cinnante

Bibliografía

  • Beneito Lloris, Àngel. (2004). El Hospital Sueco-Noruego de Alcoi durante la Guerra Civil española. Alcoy: Visual producciones.
  • Fuente de la imagen: https://jordiorts.com/tag/hospital-sueco-noruego/

Mujeres Libres

La agrupación de Mujeres Libres fue una organización anarquista y feminista que operó en el ámbito nacional desde su aparición en abril de 1936 y se circunscribió al territorio republicano tras el estallido de la Guerra Civil; contó con más de veinte mil mujeres en sus filas. Surgió a partir del debate sobre la cuestión femenina, con el auge de estas asociaciones y la toma de conciencia de las mujeres en los años treinta, lo que supuso una ruptura entre la teoría libertaria y la puesta en práctica de sus ideales, sumándose a ello la marginación de las reivindicaciones de las mujeres dentro del movimiento anarquista. Para la difusión de sus ideas y objetivos se fundó la revista Mujeres Libres, publicada entre abril de 1936 y otoño de 1938, en la que se trataban temas vinculados a las mujeres desde el punto de vista libertario.

Cubierta de la revista Mujeres Libres (núm. 6, febrero de 1937)

La estructura de Mujeres Libres quedó fijada en el primer Congreso Nacional celebrado en agosto de 1937 en Valencia, que contó con la presencia de dos grupos alicantinos (Alcoy y Elda). Dicha estructura se basó en agrupaciones locales, provinciales y regionales que respondían ante el Comité Nacional. Todas ellas se encargaron de actividades propagandísticas y educativas para alfabetizar y formar a las mujeres, así como de la incorporación de las mujeres a la producción y la ayuda a los combatientes en el frente con la confección de todo tipo de ropas.

Ruta Confederal, núm. 21, 18/12/1937

En la provincia de Alicante se establecieron agrupaciones locales en Alcoy, Alicante, Cocentaina, Elche, Elda, Monóvar, Petrel, San Vicente del Raspeig y Villena. En la revista Mujeres Libres hay menciones a varias agrupaciones de la provincia de Alicante en las que destacan las campañas de propaganda y agitación mediante conferencias y mítines y la creación de nuevas agrupaciones.

Las mujeres que integraban la organización luchaban contra la triple opresión que sufrían por el sometimiento del trabajo, la ignorancia y por ser mujeres. Para las anarquistas el trabajo tenía que garantizarse a las mujeres para su subsistencia e independencia y, al mismo tiempo, como medio para ganar la guerra. Desde Mujeres Libres se manifestó la necesidad de incorporar a las mujeres al trabajo y de ocupar los puestos que los hombres dejaban al marchar al frente ante la falta de mano de obra. Combatieron también la visión tradicional que se tenía sobre las mujeres como encargadas de las labores del hogar y como madres, cuyos objetivos eran dar a luz y criar a sus hijos e hijas. A pesar de la defensa de una igualdad entre mujeres y hombres en el mundo anarquista, algunos militantes libertarios en ocasiones se mostraron reacios a la actividad de Mujeres Libres y, de hecho, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) se negó a reconocer a la organización.

Cartel de Mujeres Libres (1937)

En la provincia de Alicante las diferentes asociaciones femeninas de la época intentaron unirse contra el enemigo común que representaba el bando sublevado. Algunos ejemplos de unidad se aprecian en conferencias y celebraciones como el XX Aniversario de la Unión Soviética de 1937 y el acto del Teatro Principal de Alicante de 1938, a los que acudieron la Agrupación de Mujeres Antifascistas (AMA), Unión de Muchachas, Izquierda Republicana Femenina y Mujeres Libres. Ese último año también hubo un acercamiento importante en la ciudad de Alcoy entre Unión de Muchachas, AMA y Mujeres Libres, destacando el caso de estas dos últimas organizaciones, que se manifestaron conjuntamente por la unidad y la defensa de las mujeres y niños que sufrían los estragos de la guerra.

Mujeres Libres también mantuvo relaciones con organizaciones del movimiento anarquista, ejemplo de ello es el apoyo brindado por la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), que celebró mítines en los que llamaba a las mujeres para que se afiliaran a la agrupación femenina. Por otro lado, las relaciones con la CNT y la Federación Anarquista Ibérica (FAI) fueron cercanas, aunque no siempre favorables a las mujeres anarquistas y, en ocasiones, algunas de sus demandas quedaban eclipsadas por los intereses generales del movimiento. A finales de 1938 se convocó el Pleno Provincial de Locales y Comarcales de Levante, en el que la representante del Comité Provincial de Alicante de Mujeres Libres, María Nomdedéu, planteó que su agrupación se convirtiera en una de las principales junto a la CNT, la FAI y la FIJL, pero su propuesta fue rechazada y quedó como organización auxiliar, al considerarse que el reconocimiento pleno de Mujeres Libres supondría la separación de las mujeres de la lucha obrera.

Autor: Simón Fernández Cinnante

Bibliografía

Amalia Abad Casasempere

Amalia Abad Casasempere nació el 11 de diciembre de 1897 en Alcoi. Años más tarde, en 1921, se casó con el valenciano Luis Maestre Vidal, quien fue capitán del Ejército y con quien formó una familia junto a sus dos hijas, María y Luisa. En 1924, su marido murió en la guerra del Rif, dejando a Amalia Abad viuda. Este suceso marcó su vida, la cual consagró a la religión y a su familia, encargándose del cuidado de su padre y la educación de sus hijas.

Se afilió a Derecha Regional Valenciana, aunque también militó en Acción Católica de la Mujer. Además, estuvo presente en otras organizaciones católicas como Madres Católicas, Marías de los Sagrarios, Conferencias de Paúl y la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen. En cuanto a sus estudios, en 1935 empezó a estudiar el bachillerato con el objetivo de obtener la titulación de comadrona.

Iniciada la Guerra Civil, Amalia Abad fue detenida el 21 de septiembre de 1936 y llevada a un centro de detención instalado en el colegio de las Madres Esclavas, donde fue sometida a malos tratos. Unos días después, se notificó a su familia que iba a ser trasladada a Valencia para que declarara allí. El 26 de septiembre de 1936 fue asesinada en Benillup y su cuerpo fue depositado en una cuneta de la carretera que conecta esta localidad con Almudaina. En 1939 sus restos fueron llevados al Cementerio de San Fabián de Alcoy y en el año 1957 a la Capilla del Santísimo Sacramento de la Parroquia de San Mauro y San Francisco de Alcoy.

El día 11 de marzo de 2001, en la plaza de San Pedro de Roma, fue beatificada junto a otros 232 mártires de la Guerra Civil por el papa Juan Pablo II.

Autor: Simón Fernández Cinnante

Bibliografía

  • Gabarda Cebellán, V. (1996). La represión en la retaguardia republicana: País Valenciano, 1936-1939. Edicions Alfons el Magnànim, Institució Valenciana d’Estudis i Investigació, p. 313.
  • González Rodríguez, M.ª E. (2008). Los primeros 479 santos y beatos mártires del siglo XX en España. Quiénes son y de dónde vienen. Editorial Edice, pp. 385-386.
  • Fuente de la imagen: https://sangreredentora.wordpress.com/2021/06/29/beata-amalia-abad-casempere/

Concepción Cerdá

Concepción Cerdá nació en Alcoi en 1917 y fue una militante anarquista miembro de las Juventudes Libertarias de dicha localidad. En el año 1938 alcanzó el cargo de Secretaria femenina dentro de la organización y colaboró en Ruta Confederal, órgano de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). En uno de sus artículos, titulado “Juventud” (Ruta Confederal, núm. 16/10/1937), exalta los valores juveniles desde la óptica libertaria y hace un llamamiento a este sector de la población para que se organice contra toda imposición y continúe confrontando al enemigo en la guerra.

Ruta Confederal, núm. 16, 13/10/1937

En “Las muchachas libertarias dan el ejemplo de su laboriosidad” (Ruta Confederal, núm. 25, 15/01/1938), habla de la fundación de la Sección Femenina de las Juventudes Libertarias y de la importancia de la unidad con los hombres para unir fuerzas en su lucha por unos ideales de libertad e igualdad entre hombres y mujeres.

Aparece también en la novela autobiográfica Prisioneros de guerra de Vicente Belmonte Botella, en la que se menciona a Concepción Cerdá cuando se habla de los últimos días de la Guerra Civil, situándola en el puerto de Alicante el día 28 de marzo de 1939, del que no pudo salir, su internamiento en el campo de concentración de “Los Almendros” junto a varias mujeres y el dolor por la muerte de su compañero sentimental Silvestre Picó.

Consiguió huir a Francia y durante su exilio continuó redactando artículos para las publicaciones de corte anarquista Boletín Ródano-Alpes y Espoir, editadas en este país. Los artículos fueron publicados bajo el nombre de Conchita Cerdá.

Espoir, núm. 16, 22/04/1962

Autor: Simón Fernández Cinnante

Bibliografía

  • Belmonte Botella, V. (2007). Prisioneros de guerra. Centre d’Estudis Locals del Vinalopó.
  • Beneito Lloris, Á., Moreno Sáez, F., & Santonja Cardona, J. L. (2017). Tiempo de sombras: la represión en Alcoi desde la Guerra Civil a los años 70. Alcoi: Ajuntament d’Alcoi, p. 363.

Gabriela Abad Miró

Gabriela Abad Miró nació en Alcoi en 1913. Procedía de una destacada familia de la provincia de Alicante, pues era sobrina del escritor alicantino Gabriel Miró Ferrer, uno de los principales representantes de la generación del 14, y hermana del pintor y arquitecto alcoyano Miguel Abad Miró, quien durante la Guerra Civil puso su obra al servicio de la causa republicana con la creación de murales y dibujos propagandísticos.

En sus años de estudiante militó en el sindicato Federación Universitaria Escolar junto a sus hermanos María Luisa y Miguel y se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, lo que le permitió trabajar como profesora. Fue además traductora de lengua rusa y en 1938 llegó a publicar en la revista Hora de España una traducción de un relato del autor ruso Ovidii Savitch bajo el título Casa de Campo.

Su militancia destaca por la pertenencia a organizaciones como las Juventudes Comunistas del PCE y las Juventudes Socialistas Unificadas.

Biblioteca Nacional de España

Con el inicio de la Guerra Civil se volcó en los asuntos políticos participando en la actividad propagandística de la causa republicana mediante emisiones de radio y mítines en los que llamaba a la colaboración con el gobierno republicano.

Su activa participación a lo largo de la contienda se aprecia en los diferentes cargos que ocupó. Entre ellos se encuentran el de responsable de política de acción social del Comité de Madrid, responsable de acción social del 5º Regimiento entre los años 1936 y 1937 y responsable de acción social del Socorro Rojo Internacional en Madrid entre 1938 y 1939. En el último año de la guerra también fue la secretaria del comité del campo de internamiento de Chateaubriad (Francia). Otros cargos que tuvo fueron los comandante y comisario de brigada en el frente de Madrid. Durante estos años tuvo una relación amistosa con Tina Modotti, dirigente del SRI en España, y combatió junto a Vittorio Vidali, alias Carlos Contreras, comisario político del 5º Regimiento. Un documento policial sobre su hermano Santiago atribuye a Gabriela Abad Miró la pertenencia a la Comisión de Propaganda del Buró Político del PCE.

En enero de 1940, con ayuda del Comité Técnico de Ayuda a los Españoles pudo trasladarse a Nuevo Laredo en el estado mexicano de Tamaulipas como asilada política con un permiso de estancia de un año. Finalmente, falleció el 24 de enero de 1941 en Ciudad de México, aunque en algunas fuentes se menciona que su muerte tuvo lugar en la Unión Soviética.

Autor: Simón Fernández Cinnante

Bibliografía