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Guadalupe Delgado Pineda

Llegó a Alicante el 10-1-1931 como inspectora. Con la llegada de la II República se creó la Junta de Inspectores y se suprimieron las zonas masculinas y femeninas de la Inspección de Primera Enseñanza.

Guadalupe Delgado participó en la difusión de ideas, tendencias y métodos pedagógicos entre el magisterio, publicando textos tanto en el Boletín de Educación de Alicante y su provincia, como en la prensa diaria. En sus artículos reclamó el aumento de plazas de maestros y maestras para atender al plan de creación de nuevas escuelas de la Dirección General de Primera Enseñanza. Además, escribió sobre ”Roberto Owen, pedagogo” y sobre la pedagogía de Cossío, artículos teóricos de divulgación pedagógica. En “El cuento en la escuela” planteó las ventajas y las posibilidades de utilizar esta modalidad literaria con el alumnado de menor edad, y también publicó un cuento escrito por ella ‘’Un niño, una princesa y un tesoro’’.

Fue designada por sus compañeros y compañeras de Inspección para formar parte de la Junta de Protección de Menores en enero de 1934 y ante la dimisión presentada por el Inspector Jefe, Sr. Olmos, fue incluida en una terna elevada a la Dirección General para nombrar al nuevo Inspector Jefe, pero no fue elegida.

Fue encargada de realizar una visita de Inspección extraordinaria a La Nucía e inició las gestiones para abrir una escuela en la partida de El Albir, de Altea, en febrero de 1936. Estuvo también relacionada con las colonias escolares, dando asesoramiento a los Consejos Locales de Primera Enseñanza.

En la depuración franquista fue acusada de haber pertenecido a la FETE (sindicato de enseñantes de la UGT) desde antes del comienzo de la guerra y de “proceder de la ILE” (Institución Libre de Enseñanza). En 1940 fue sancionada con el traslado fuera de la provincia, pero al presentar recurso a los seis meses recuperó su puesto en Alicante, formando parte de la Junta de Inspección.

Esta inspectora volvió a publicar en el Boletín de Educación franquista sobre lo que se esperaba de la escuela y sobre analfabetismo.

En 1964 ya no figura en la nómina de Inspección de la provincia.

 

Autora: Isabel Doménech Jiménez

 

Bibliografía y fuentes:

-AHPA Caja EC-G 555 Nómina especial de subsidio familiar de julio de 1942 y Caja EC- G 1245  Boletín de Educación nº 3-4 de enero-febrero de 1948,   nº 14-15 de enero y febrero de 1949 y nº 16 de 1949.

-ACME Expediente  de Revisiones Caja 083710, nº 0224

-Boletín de Educación de Alicante y su provincia. Inspección Provincial de Alicante. Alicante, 1933-1936

-El Luchador, 16-6-1931

-MORENO SECO, Mónica: Conflicto educativo y secularización en Alicante durante la II República (1931-1936). Instituto Juan Gil-Albert. Consellería de Educación, Alicante, 1995.

Unión Republicana Femenina

Creada en Madrid en 1931 por Clara Campoamor, forma parte de un conjunto de organizaciones progresistas que impulsaron la formación de las mujeres para promover su intervención en la vida pública, como la Asociación Femenina de Educación Cívica, dirigida por María Lejárraga, o la Acción Política Feminista Independiente, coordinada por Julia Peguero. La URF de Alicante fue fundada por iniciativa de Manolita Luque en agosto de 1933. En octubre se eligió la junta provincial de la organización: bajo la presidencia de Luque, eran secretaria Sara Oarrichena, tesorera Esther Gomis, contadora Encarna Carratalá y vocales Josefa Campillo y Antonia Cela (Diario de Alicante, 6-X-1933).

Desde su aparición, la URF se centró en la difusión de valores republicanos entre las mujeres, para “que todas las mujeres que voten sepan a qué van, y su papeleta sea la de la persona que ellas quieran y por sus ideales prefieran”, para que triunfen “los verdaderos republicanos” (Diario de Alicante, 9-IX-1933). Con motivo de la convocatoria de elecciones de 1933, las primeras en que las españolas pudieron ejercer el derecho al sufragio, la URF de Alicante reclamó la inclusión de mujeres en las listas electorales republicanas (sin éxito) y pidió el voto de las mujeres para las candidaturas republicanas de izquierda.

En mayo de 1934, la URF inauguró su local en Alicante, época en que decía contar con 200 afiliadas (El Luchador, 15-V-1934). Además, desplegó un ambicioso programa de conferencias, entre las que destacaron la impartida por Victoria Kent sobre “El decoro de la República”, la de Ismael López en torno a “Los derechos políticos y sociales” o la de Álvaro Botella Pérez con motivo del centenario de la abolición de la Inquisición (El Luchador, 29-V-1934, Diario de Alicante, 7-IX-1934, El Luchador, 16-VII-1934).

Visita de Victoria Kent a Alicante, invitada por URF.

La URF, cada vez más decantada en su apoyo a Izquierda Republicana, también participó en iniciativas vinculadas a la cultura republicana, por ejemplo en un homenaje a Galán y García Hernández, o en campañas en defensa de los presos y condenados a muerte por los sucesos de octubre de 1934 en Asturias. A ello añadió las clases de cultura general y corte y confección para asociadas, así como el reparto de ropa a pobres y de juguetes a niños.

Probablemente URF desapareció en Alicante con la creación de Izquierda Republicana Femenina en 1935.

 

Autora: Mónica Moreno Seco

Manolita Luque Albalá

Nacida en Madrid el 17 de septiembre de 1898, obtuvo el título de maestra en 1916 en la Escuela Normal del Ciudad Real y hacia 1927 se instaló en Alicante. Estaba casada con José Gutiérrez Gafo y tuvo tres hijos: Victorina, José Eugenio y Antonio.

Entre 1931 y 1933 militó en el Partido Radical y más adelante en Izquierda Republicana. A partir de 1933 fue colaboradora habitual de la prensa republicana alicantina (en Diario de Alicante y El Luchador sobre todo), desde cuyas páginas defendió el voto de las mujeres y su participación en la vida política. Ante la victoria de las opciones conservadoras en las elecciones de 1933, Luque negó la responsabilidad de las mujeres en la derrota de la izquierda, que explicó con acierto por la desunión de los partidos republicanos (Hoy, 22-XI-1933).

Ahora, 15 oct 1933 p. 25

Además, dirigió la Unión Republicana Femenina de Alicante, a imagen de la fundada por Clara Campoamor en Madrid. La URF, surgida en agosto de 1933, tenía como finalidad principal formar a las mujeres para que intervinieran de forma activa en la vida política. En mayo de 1934, Luque tomó la palabra en los actos políticos que protagonizó en Alicante Victoria Kent, invitada por la URF. En un mitin en Jijona, junto con la diputada y con Francisca Ferrándiz, invitó a las mujeres a luchar por la República (El Luchador, 29-V-1934).

También perteneció a la Junta Provincial de la Liga de los Derechos del Hombre. Esta Liga, que había sido creada en 1913, cobró importancia durante la Segunda República y estuvo compuesta en buena cuenta por intelectuales y militantes de partidos republicanos (El Luchador, 7-XII-1935).

Una de sus principales iniciativas fue liderar Pro Infancia Obrera, organización que coordinó la acogida de niños y niñas de Asturias cuyos familiares habían muerto o estaban en prisión a raíz de la represión desencadenada tras los sucesos de octubre de 1934.

En la campaña electoral de 1936, intentó figurar en la candidatura del Frente Popular por Izquierda Republicana, pero su propuesta fue rechazada. De hecho, provocó el escándalo de muchos de sus compañeros de partido y comentarios críticos con «esta mujer que por histerismo se ha metido en los menesteres de la política” y “quiso salir de las labores culinarias para entrar en la dirección política de la provincia de Alicante” (Diario de Alicante, 26-I-1936). No obstante, intervino como oradora en varios mítines por el Frente Popular, en La Algueña, Pinoso, Confrides y Benimantell. Presidió además un mitin electoral en Alicante convocado por Izquierda Republicana Femenina, en el que intervino entre otros el socialista Rodolfo Llopis (El Luchador, 11-II-1936).

Durante la Guerra Civil, como dirigente de Izquierda Republicana Femenina, impulsó diversas iniciativas asistenciales (recogida de donativos, hospital de convalecientes) y de propaganda, y fue presidenta del comité provincial de la Cruz Roja.

Luque salió de Alicante el 12 de marzo de 1939 en el buque Ronwyn. Vivió en Argel durante dos años y medio. Su marido y sus tres hijos permanecieron en España, en condiciones difíciles, debido al embargo de sus bienes. El Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Valencia la condenó en abril de 1941 a una multa de 75.000 pesetas e inhabilitación durante ocho años, sanción de la que no fue indultada hasta 1959. En octubre de 1941, Luque embarcó en Casablanca a bordo del vapor Quanza, que llegó al puerto mexicano de Veracruz el 18 de noviembre. Vivió en distintas ciudades de México, país donde se casó de nuevo y desde donde intentó ayudar a sus hijos a rehacer sus vidas. Murió en México en 1982.

 

Bibliografía:

Moreno Seco, Mónica, “Manolita Luque Albalá. Ciudadana, republicana y feminista”, en Helena Establier Pérez y Mónica Moreno Seco (eds.), Modernas, luchadoras y pioneras. Mujeres alicantinas de la Edad de Plata, Universidad de Alicante, Alicante, 2021, pp. 285-325.

 

Autora: Mónica Moreno Seco

 

Carmen Fernández

Carmen Fernández fue una miliciana que llegó a alcanzar el grado de Teniente en la 37 Brigada gracias a su participación en diversos combates en Toledo, Tablada, Las Rozas o Guadalajara, entre otros. Nació y creció en Madrid, donde trabajaba en una fábrica de papel y cosiendo ropa para los sastres. Cuando estalló la guerra, decidió enrolarse en la lucha junto a su hermana Consuelo. En un primer momento, ambas se unieron a la contienda como enfermeras y poco después saltaron al frente de una manera más activa. Durante la contienda, Carmen fue herida de bala, de metralla en el cuello y llegaron a amputarle la pierna tras un combate en la sierra de Guadarrama. Posteriormente, y ya con el grado de Teniente, fue evacuada hacia Alicante. 

La Revista Crónica (9 de mayo de 1937) le dedicó un reportaje, en el que hablaba de su vida, su carrera militar y ponía especial énfasis en su papel como heroína de guerra.

Autora: Natalia Garis Puerto

Bibliografía:

Ramírez Pacheco, Silvia (1992). Las organizaciones de mujeres durante la guerra civil en Alicante (1936-1939). Instituto de Cultura Juan Gil-Albert: Ayudas a la investigación, 1986-1987, vol. V, Alicante, pp. 111-123. 

Esperanza Masía Enebra

Nacida en Alicante el 12 de diciembre de 1900, era hija de un maestro y estudió magisterio, francés y piano. Casada con el comunista José Samper, tuvo un hijo y una hija.

Durante la Guerra Civil era militante del PCE y fue elegida secretaria política del Comité femenino del partido en Alicante. Esperanza Masía presidió una reunión de las mujeres comunistas de la provincia de Alicante, en representación el Comité Provincial, en cuyas conclusiones se decidió intensificar la labor de hospitales, preparar profesionalmente a las mujeres, participar en la lucha contra el fascismo, incrementar las casas-cuna y colaborar en el apoyo a los soldados del frente (Nuestra Bandera, 23-VIII-1937). Al parecer, en el Pleno del Comité Central celebrado en Valencia en marzo de 1937 fue elegida como suplente de dicho organismo.

Al terminar la guerra, dejó a sus hijos a cargo de los abuelos y se exilió con su marido, primero en Orán y más adelante en la URSS, donde trabajó con los niños exiliados. Durante la Segunda Guerra Mundial los acompañó en la evacuación al Cáucaso y después siguió atendiéndolos en Moscú. Según Estruch, en 1956 Esperanza Masías (sic) figuraba en la documentación interna del partido como expulsada, por efecto de las purgas estalinistas.

Regresó a Alicante en diciembre de 1956, poco después de quedar viuda. Durante la transición, celebró la legalización del partido comunista en abril de 1977. Murió a los cien años el 10 de enero de 2001 en Alicante.

Bibliografía: Joan Estruch Tobella, El PCE en la clandestinidad (1939-1956), Siglo XXI, Madrid, 1982, p. 207. Entrevista a Esperanza Samper Masía, Alicante, 30-XI-2009.

Autora: Mónica Moreno Seco

Carmen Caamaño Díaz

Nació en Madrid, el 11 de abril de 1909, en el seno de una familia de clase media acomodada. Su padre, funcionario del Ministerio de Agricultura, era un hombre de ideas políticas liberales y de mentalidad progresista. Perdió a su madre en 1929. De los cuatro hermanos, Carmen era la única mujer pero sus padres le dieron las mismas oportunidades educativas, algo de lo que siempre se mostró profundamente agradecida. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid (ingreso curso 1926-27), se especializó en Historia, se afilió la FUE y como delegada española acudió, junto a otros cuatro compañeros varones a Costa Rica, para participar (única mujer), en 1932, en el Congreso de la Federación de Estudiantes Iberoamericanos. Desde muy joven, asistió a las actividades culturales del Lyceum, el Ateneo y la Residencia de Estudiantes. En la FUE conoció a Ricardo Fuente, que era entonces estudiante de medicina, con el que más adelante se casaría. En plena efervescencia del movimiento estudiantil contra la dictadura de Primo de Rivera, Carmen recuerda con detalle uno de los actos de protesta que tuvo lugar en el Paraninfo de la Universidad de San Bernardo: «consistió en tirar al suelo un busto del Rey y arrojar la cabeza a un canalillo de los Altos del Hipódromo». Como consecuencia de ello la policía detuvo a varias universitarias que habían presenciado los hechos, entre ellas Carmen, encarceladas en la prisión de Quiñones de Madrid: «aquello constituyó una auténtica conmoción en la sociedad. Durante los días que estuvimos en la cárcel se acercaron cientos de personas a llevarnos flores y bombones. Al director de la cárcel le sobrepasó la situación. Para nuestra defensa se ofrecieron voluntariamente las abogadas Victoria Kent y Clara Campoamor». Cuando se proclama la República participó con entusiasmo en las Misiones Pedagógicas, coincidiendo con el final de su carrera universitaria.

Por esas fechas comienza a trabajar, en el Centro de Estudios Históricos, fundado el 8 de marzo de 1910 del que era director Ramón Menéndez Pidal. Estaba organizado por secciones, cada una de las cuales tenía a su vez su director o responsable de la organización de los trabajos y de los cursos que en ella se impartían. Claudio Sánchez-Albornoz dirigía la sección de Instituciones Medievales, donde Carmen continuará su formación como historiadora hasta el comienzo de la guerra. Tras aprobar en 1931 las primeras oposiciones de auxiliar al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos convocadas por la República, fue destinada a la Biblioteca Nacional como funcionaria, compaginando este trabajo por las mañanas, con su labor investigadora en el Centro de Estudios Históricos citado. Políticamente, al inicio de la de la República, Carmen estaba identificada con los planteamientos políticos de Azaña, pero con fuertes inquietudes sociales o socialistas. Participó muy activamente en la campaña del voto para la mujer y partir de los sucesos de Octubre de 1934, empieza a trabajar esporádicamente para el Socorro Rojo. Al comenzar la guerra trabajó en la Junta del Tesoro Artístico, órgano creado por el Gobierno republicano para proteger las obras de arte pertenecientes a museos, instituciones, iglesias y particulares. Su sede se estableció en el Convento de las Descalzas Reales. Tras la evacuación de Madrid, a principios de noviembre, se trasladó a Valencia para trabajar con Wenceslao Roces en la Subsecretaría del Ministerio de Instrucción Pública. En Valencia se casó con Ricardo Fuente, en abril de 1937, y a éste lo trasladan el mismo mes a Alicante como catedrático de dibujo del Instituto de Enseñanza Media. Fue en Alicante, cuando ambos empiezan a trabajar en el PCE tras una carta de presentación de W. Roces y una entrevista con Jacinto Alemán. Ricardo Fuente en el diario comunista alicantino Nuestra Bandera y Carmen Caamaño ocupó la Secretaría de la Mujer del Partido, entrando en una etapa de actividad política febril. Fue secretaria general de la Agrupación de Mujeres Antifascistas de Alicante, desde donde impulsó la capacitación y la incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar. Cuando Jesús Monzón es nombrado gobernador civil de Alicante, Carmen desempeñará con gran eficacia labores de secretaria personal, estableciéndose una gran conexión personal, hasta el punto que, cuando en 1938 Monzón es destinado a Cuenca, también como gobernador, Carmen marcha con él como secretaría. Su marido, Ricardo, es enviado al frente, a la Xa Brigada que mandaba Pepe Laín, en el frente de Teruel. A los pocos meses, Monzón es llamado a Madrid para ocupar otros cargos y decide, con el visto bueno del Partido, que la persona que mejor puede  desempeñar el cometido de Gobernadora Civil es Carmen, que se encuentra embarazada en un estado avanzado y a punto de dar a luz cuando se producen los hechos de la sublevación de Casado, a principios de marzo de 1939.

Nuestra bandera, Alicante, 8 de marzo de 1938

Ante la inminente entrada de los franquistas en Cuenca, el secretario de las Juventudes Socialistas se encargará de trasladar a Carmen y a Aurora, la mujer de Monzón, a Alicante, a donde miles de personas se dirigieron, con la esperanza de poder tomar un barco en el que poder salir en esta hora final trágica. Llegaron a casa del doctor Blanch en San Juan, el 18 de marzo y al día siguiente dio a luz un niño, asistida por el doctor Edmundo Ramos. Pasaron pocos días cuando, ante la amenaza de la llegada de las tropas franquistas, se tuvo que ir al puerto y allí, entre los miles de refugiados, se encontró con Ricardo Fuente que llegó huyendo desde el frente y que todavía no conocía a su hijo. Al evacuarse el puerto, la pareja, bebé en brazos, se salió de la fila de prisioneros sin ningún problema y llegaron hasta el pueblo de San Juan. Comenzaba su historia de cárceles, clandestinidad y represión. Carmen fue detenida y juzgada en dos ocasiones. La primera de ellas junto a Ricardo y a su hijo recién  nacido, en el pueblo de San Juan, tras haber conseguido escapar por puro azar de las tropas franquistas que, como se ha dicho, habían tomado el puerto. En esa ocasión, fueron ambos condenados a 12 años y un día de presidio por auxilio a la rebelión y «por ser ese matrimonio de la institución Libre de Enseñanza». A consecuencia de un indulto, ambos salen de sus respectivas cárceles de Alicante en 1941. En la siguiente ocasión, sólo la detuvieron a ella. Junto a otros militantes, entre ellos Ricardo, Carmen intentaba organizar el Partido Comunista, en la clandestinidad, en la zona de Alicante.

Nuestra bandera, Alicante, 21 de abril de 1938

Nuestra bandera, Alicante, 5 de agosto de 1938

En el mes de mayo de 1941 el PCE intentó crear desde Portugal una organización estable, conocida como Operación Lisboa, que iría acompañada de otra paralela en España. En concreto en Madrid la dirección estaría a cargo de Heriberto Quiñones y Luis Sendín. En septiembre de 1941 se produjo en nuestro país una redada que ocasionó numerosas detenciones. A consecuencia de todo ello, en Alicante también cayó la incipiente organización. Entre los detenidos estaba Carmen. El juicio de Carmen y el de sus compañeros tuvo lugar en Alcalá de Henares, fue el primero que celebró el Tribunal para la Represión de la Masonería y del Comunismo, creado por la Ley de 1 de marzo de 1940, promulgada en complemento de la de 9 de febrero de 1939 de Responsabilidades Políticas. Para Carmen y sus compañeros, el fiscal solicitó la condena a muerte. La sentencia ratificó esa petición para todos, excepto para Carmen, defendida por Joaquín Ruiz Jiménez, que fue condenada a 20 años y un día. Fue trasladada a la cárcel de Ventas en Madrid. Volvió a pisar la calle, que no a estar en libertad, en 1947 tras cumplir las tres cuartas partes de la condena. Había pasado en la cárcel un total de siete años. Profesionalmente estaba sujeta a un expediente de depuración, que hasta los años sesenta le impediría volver a su puesto de trabajo en el Centro de Estudios Históricos. Fue miembro de la Asociación Española de Mujeres Universitarias creada en 1953 de la que fue y vicepresidenta en 1980. Murió el 27 de mayo de 2006 en Madrid.

Bibliografía: MARTÍNEZ LEAL, Juan Manuel (2000) Biografía de Carmen Caamaño Díaz. Archivo de la Democracia de la Universidad de Alicante.

-Entrevista a Carmen Caamaño, 23 de septiembre de 1993. Entrevistadores: Juan Martínez Leal, Miguel Ors Montenegro. Archivo Fuentes Orales Instituto de Cultura Juan Gil Albert. Alicante.
– MONTERO CALDERA, MERCEDER (1999). “Vida de Carmen Caamaño Díaz, una voz del exilio interior”. En Espacio, Tiempo y Forma. Historia Contemporánea, T. 12, pp. 239-265.

Autora: Sandra Lledó Mas.