Las políticas de género para la seguridad comunitaria y prevención del delito son importantes porque consideran cómo las amenazas reales y las percibidas afectan en forma diferente a mujeres y hombres. Como las mujeres perciben el peligro de sufrir daño personal por violencia o delincuencia de forma diferente que los hombres, los efectos de la delincuencia, la violencia y la inseguridad son vividos también de forma diferente por mujeres y hombres.