MEDIATECA, Apuntes de cine
Diplomacia
Arde París
Cine europeo de muchos quilates. Una historia basada en hechos reales, y que vuelve a tener como telón de fondo la Segunda Guerra Mundial. París está al borde de la tragedia. Diplomacia es una crónica muy cercana, que desmenuza los entresijos del último intento, por vía diplomática, para que París no fuera destruido desde dentro, al final de la ocupación alemana. Éxito que hay que atribuir, en especial, al cónsul de Suecia en París, por su persistencia, obstinación y dotes de disuasión.
Diplomacia no es un thriller, ni una película de acción, es un drama psicológico de mucha intensidad, y que no merma el conocer de antemano el desenlace, ya que la clave no está en el final de la historia, sino en la trama, en el desarrollo de la historia. Diplomacia es un film muy fiel a su título, y en el que, las palabras, los silencios y los gestos, son llevados con gran maestría por el director a través de secuencias de planos y contraplanos, que dan a la historia una gran intensidad emocional.
Diplomacia, una historia narrada a fuego lento, por el director alemán Volker Schlöndorff, y que posee un soberbio guión adaptado, que fue galardonado con el Premio César 2014. Además, obtuvo un gran éxito en Alemania en la Berlinale, para a continuación pasar a exhibirse en los cines alemanes, todo un síntoma de normalidad, de higiene psicológica y de asimilación de la historia reciente.
En clave de diplomacia
Contra la irracionalidad de la guerra, está la fuerza de la diplomacia, del sentido común y de la habilidad para convencer al adversario para evitarla o para que no se produzcan males mayores. Valga de muestra este diálogo, corto pero contundente, entre el cónsul sueco Dussollier, y Dietrich von Cholitz, gobernador militar alemán de París,
– “No volveremos a ver esa cúpula, ni tampoco el Louvre, ni la plaza de la Concordia, ni a los niños jugar en el parque, ni las dos torres de Notre Dame… todo debe desaparecer para siempre.
– Y ¿usted no tiene ningún remordimiento?
– ¡No!
– ¿Pero, qué clase de hombre es usted?”
Teatro llevado al cine. Diálogos, diálogos y diálogos, y éste último, como punto de inflexión importante.
En clave de teatro
Teatro llevado al cine. Diplomacia es una obra de teatro del escritor francés Ciryl Gely, que fue estrenada en 2011. Volker Schlöndorff la llevó al cine en 2014, mediante un guión adaptado escrito por ambos. Además, los dos actores principales André Dussollier y Niels Arestrup, abandonaron el escenario después de 300 funciones, para pasar al plató, todo un acierto.
Además de primeros planos y planos medios con rostros, expresiones, palabras y silencios, y todo dentro de un espacio reducido, en una habitación del Hotel Meurice, en el centro de París. Pura psicología, con estrategias apuradas hasta el límite. Todo ello obedece a un magnífico guión, complementado con unas impecables interpretaciones de los dos protagonistas. Los tempos son lentos, las reacciones de ambos pausadas, e influidas por la gravedad de la gran decisión que hay que tomar.
Los exteriores son mínimos, con alguna imagen que muestran el trasfondo de la historia, París. La Torre Eiffel al fondo tras los tejados, rompiendo el skyline de París. En las calles, las tropas, algunos carros de combate, y de fondo sonoro al final de la historia detonaciones de proyectiles, el cerco sobre París se va cerrando. Sencillez y eficacia para magnificar lo importante, las reacciones de los dos protagonistas.
Diálogos y comunicación no verbal, gestos, silencios, miradas… todo contribuye de forma eficaz para dar cierta tensión y veracidad al relato.
FOTOGRAMAS, unas pinceladas
Diplomacia. París, dos personajes y una orden a ejecutar: “destruir París”. Una historia bien narrada, y con ausencia total de maniqueísmo.
París una ciudad en peligro
Asediada desde fuera por las tropas aliadas, y desde dentro por un oscuro plan de destrucción y muerte, que está a punto de ejecutarse. Un plan minuciosamente diseñado desde Berlín por el Führer.
Los oficiales de la Wehrmacht alemana, esperan solo una orden para ejecutar este macabro plan.
Una fecha clave, la noche del 24 al 25 de Agosto de 1944, un momento histórico para París.
Dos hombres y un destino
Dietrich von Choltitz como gobernador de París. Un hombre acorralado y con una orden maléfica para ejecutar: destruir París.
El cónsul de Suecia, un experto y hábil diplomático, con un solo objetivo, que esa orden no se ejecute.
Así que… El enfrentamiento y la disputa está servida.
La trama
Diplomacia. Atrapados entre cuatro paredes, en el hotel Meurice de París, los dos protagonistas entablan una dura batalla psicológica y dialéctica, en la que está en juego el futuro de la ciudad.
Teatro llevado al cine. Diálogos, diálogos y más diálogos, un gran recurso teatral para Diplomacia.
A la espera. Solo una llamada para ejecutar la estrategia de tierra quemada. Los aliados dos meses antes, en junio, habían desembarcado en Normandía, y estaban a las puertas de París.
Había que destruir infraestructuras, como los puentes del río Sena, que tendría como “efecto colateral” la destrucción del patrimonio cultural, como la basílica de Notre Dame, la Ópera, el Arco del Triunfo, la plaza de la Bastilla…
El director
Volker Schlöndorf, el director alemán conversando con los protagonistas durante un momento del rodaje de Diplomacia.
Schlöndorff, una persona muy cercana y sencilla, forma parte del denominado Nuevo cine alemán. Nacido en Hesse en 1939, una época muy convulsa de la sociedad alemana. A los diecisiete años se traslada a París con su familia, donde estudiará cinematografía. En la década de los 60 participará como ayudante de dirección en películas de la Nouvelle Vague con Alain Resnais. Tiene una larga filmografía. En su currículum, además de director, es guionista y catedrático de universidad.
Con más de treinta películas realizadas. Además de Diplomacia, destacar también otras adaptaciones de otras obras literarias, El tambor de hojalata, Guerra y paz, Muerte de un viajante, El honor perdido de Katharina Blum.
La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la UA,
