En La furia de la langosta Lucía Puenzo relata la caída de un hombre en la cima del poder vista a través de la mirada inocente de su hijo, quien intenta encajar unas piezas para él incomprensibles.
Tino y Maia asisten a la misma escuela, comparten amigos y juegos, hasta que un día el mundo tranquilo de la niñez se rompe y los arroja al espinoso mundo de los adultos. Sus caminos se separan y cada cual comienza a ver colores hasta entonces desconocidos, como el del engaño, el odio y la corrupción. Sus vidas dan un vuelco inesperado, que los convierte en «pequeños enemigos íntimos», cuando el Cazador, padre de Maia, arremete en un programa de televisión contra el poderoso padre de Tino. La desconfianza, los rumores y los secretos comienzan a derruir una familia perfecta, la cual termina cruzando unos límites que la transforman sin remedio.
(Información proporcionada por Duomo Ediciones)