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El gran hotel Budapest

Mediateca. Apuntes de cine

 

El gran hotel Budapest (2014)

Al puro estilo Wes Anderson

 

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Con su estilo y estética tan peculiar, Wes Anderson “ataca de nuevo”, una peli que no deja a nadie indiferente, para unos será excéntrica y distorsionada, mientras que para otros aficionados al cine será un disfrute total y un deleite para los sentidos.

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Para seguir en la línea de Anderson, voy a distorsionar un poco la crítica cinematográfica también, y para darle además un tono distendido; así que la inicio con la banda sonora original.

 

 

La BSO

He invertido el orden, para que la pongas de fondo musical mientras lees la crítica de esta original historia de Wes Anderson.

 

http://youtu.be/aI7hb28Cl-c

La música está muy en consonancia con la historia, la banda sonora tiene la “coloratura” de la peli, tonos de color muy saturados. La música de Alexandre Desplap le da una ambientación muy peculiar en la que mezcla misterio, acción y comedia, todo muy cambiante y alocado. La banda sonora se acerca bastante a la música del cine mudo, puede que sea de forma intencionada. Los años 30, los inicios del cine, y es también la época en la que trascurre la acción.

 

 

Excéntrica y exuberante

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El gran hotel Budapest, una parodia total en el fondo y en las formas. Los personajes están algo distorsionados (llegando incluso al ridículo), la ambientación histórica (hace paralelismos con la situación de inestabilidad de Europa de entreguerras, en dónde aparecen conflictos locales e ideologías autoritarias).

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Los decorados, los colores saturados, y las escenas del film forman un universo de una excentricidad maravillosa, con los que Anderson juega a su antojo.

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Una historia contada

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Una historia dentro de una historia. Una voz en off cuenta la historia del hotel, recrea su pasado, los seres que la habitaron y los abateres que acontecieron. De esa manera se le dá a la narración un halo de cuento.

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Un escritor es el narrador de la historia, quien escuchó de sus protagonistas los hechos, con los consiguientes añadidos del narrador. De esta forma se confiere una sensación de lejanía a la historia, con un halo de misterio, que es uno de los grandes atractivos de la narración.

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FOTOGRAMAS. Unas pinceladas

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Un film que tiene como ingredientes básicos: un hotel (El gran hotel Budapest), dos papeles principales, y una historia que transita sobre la vieja Europa, en los años 30.

 

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Gustave H (Ralph Fiennes) y Zero Moustafa (Tony Revolori), el conserje y el aprendiz del “Gran hotel Budapest”

 

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Un ambiente selecto y algo decadente, formado por clientes de clase acomodada, en el que las señoras de cierta edad ocupan un lugar preferente.

 

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Gustave H., el rostro de la recepción del hotel, es toda una institución, con una capacidad casi ilimitada para resolver cualquier problema o imprevisto, posee además grandes dotes disuasorias y de convicción.

 

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Gustave va a ser el personaje principal de la trama del film, además de ser una persona muy “comprensiva” y apreciada por las ricas señoras que visitan el hotel.

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El joven Zero Moustafa “aprendiz de conserje”, preparándose para una jornada de trabajo. Es el protegido de Gustave, una auténtica esponja en el aprendizaje de las lecciones que le da su protector. Moustafa es inmigrante sin papeles, situación que le causará algún que otro problema durante los avatares políticos que vive el entorno.

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El gran hotel Budapest

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Un hotel con vida propia. Un remanso de paz y de lujo, el lugar apropiado para descanar y divertirse, con ese halo de los hoteles, balnearios de la primera mitad del siglo XX.

 

En la trastienda. Un espacio en donde viven y trabajan el personal del establecimiento hotelero. Unos personajes con historias paralelas, muy distantes del mundo de lujo de los clientes.

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Una muerte, la herencia y el niño con manzana

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La situación en el hotel se complica tras la muerte de una de las más ricas visitantes, ¿un asesinato?

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Una herencia muy apetecible, que puede que no contente a la descastada y numerosa familia de la difunta.

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“Niño con manzana”, un cuadro de un valor incalculable, que será el motivo de una disputa de consecuencias imprevisibles…

 

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Huida y persecución trepidantes. Unas escenas entre el cine de acción, el cine negro y el sainete.

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No te pierdas esta divertida y algo alocada historia, con momentos de “gran cine”, muy al estilo de Wes Anderson.

 

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¡Pasarás un rato muy agradable!

 

 

Wes Anderson

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En plena grabación de una de las escenas del film. El director tejano Wes Anderson es considerado como uno de los grandes del cine independiente norteamericano. De su carrera cinematográfica hay que destacar los films: Bottle Rocket (su opera prima), Academia Rushmore, Life Aquatic, Viaje a Darjeeling, Fantástico Sr. Fox, Moonrise Kingdom.

 

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En el Gran Hotel Budapest aparecen todos los elementos visuales característicos de Anderson, zooms rápidos, cámaras en ángulos imposibles, montajes rápidos; además de su estilo característico “vintage”, con una explosión de color, y con unos decorados característicos, muy teatrales, casi de teatro de marionetas.

 

 

Buscando a Wally

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Quién es quién en El gran hotel Budapest. Intenta identificar a los actores con los personajes. Te damos una pista, Wes Anderson está en el centro…

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La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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