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Midnight in Paris, en homenaje a París

MEDIATECA, Apuntes de cine

Midnight in Paris

En homenaje a París

 

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“Siempre nos quedará París”

El 13 de Noviembre pasado, todos quedamos paralizados y consternados por las noticias que venían de París, eran las 21.20 cuando todas las cadenas de radio y televisión interrumpieron sus programas para informar de los acontecimientos, los corresponsales daban la primicia informativa: “varios tiroteos y una explosión se acababan de producir en la capital francesa, puede que haya muertos y heridos, aunque el número aún no se sabe…”

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En un principio, como es habitual en este tipo de sucesos,  todo era muy confuso, y más aún ya que se habían producido varias acciones violentas  simultáneas…

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Varias semanas después de estos bárbaros atentados, cuando todo parece volver a la normalidad, desde Mediateca queremos rendir un sentido homenaje a París y a los parisinos, con la comedia de Woody Allen “Midnight in Paris”, una historia que se mueve entre el romance y  lo fantástico, un viaje en el tiempo a los años veinte del siglo pasado.

 

Así que, con nuestro deseo de que París vuelva a la normalidad. Una ciudad donde se pueda pasear, ir de compras, visitar museos, asistir a un concierto, o tomar simplemente un café en una terraza… y que vuelva a recobrar su pulso vital en todos sus espacios.

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En plazas, bulevares o callejuelas

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Cafeterías y terrazas,

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Jardines y museos

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Bien sea bajo el sol, la niebla o la lluvia

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Que siga siendo la ciudad del amor, por excelencia

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Retomamos la frase de la última escena de la película de Michael Curtiz, Casablanca, en la que Rick Blaine dice a su amante Ilsa Lund en el momento de la despedida:

 ¡Siempre nos quedará París!

 

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Midnight in Paris

Con este film Woody Allen se lleva el  Oscar al mejor guión original, la película ha sido producida por el español  Jaume Roures.

Con Midnight in Paris, Woody Allen está de aniversario, entra en  “la cuarentena”… Sí,  cuarenta velas con forma de cintas de celuloide, van ya 40 películas realizadas por este director, guionista, actor, escritor y músico nacido en 1935.

Así que, ¡Felicidades cuarentón!

 

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París de entreguerras;  nostalgia, mucha nostalgia.

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Con Midnight in Paris vuelve a realizar gran cine, a la altura de Manhattan y Annie Hall, sus dos obras maestras realizadas en la década de los 70, lo que es un indicio de que está en plena forma, en plena madurez creativa.

 

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París, Arte y música,  desde una mirada nostálgica y con un tono divertido y mordaz.

 

 

Woody Allen cambia las calles de New York por las de París, Manhattan por el barrio Latino; las musas habituales por Marion Cotillard, Rachel McAdams y Carla Bruni. Siempre las calles y parques, los restaurantes, las salas de exposiciones… ¿Los temas? Los habituales: el arte, la mujer, la música, el tiempo, la música, la nostalgia… porque en el fondo Woody Allen no deja de ser un nostálgico, que desmenuza sus personajes de forma divertida y muy  certera.

 

El argumento gira en torno a un escritor de Los Ángeles (Owen Wilson) especializado en guiones cinematográficos,  que llega a París con su prometida y los padres de ésta. Mientras  vaga por la noche  en solitario por las calles del barrio Latino, a media noche, cuando suenan las doce campanadas, es recogido por un coche y es transportado como en un sueño,  a otra época y a un mundo en donde aparecen unos personajes que jamás podía pensar que iba a conocer…

 

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La Belle Époque”, un periodo de tiempo que va entre las últimas décadas del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial….

Woody Allen en Midnight in Paris idealiza esta época, de forma intencionada, para hacer un canto a la nostalgia, y a la idea de que cualquier tiempo pasado es mejor que el presente, además para hacer énfasis en el concepto de huida del tiempo presente, quizá ha querido además resaltar una época que puede tener mucho glamour y que probablemente atraiga sobremanera  a  Woody Allen.

 

Los personajes, seguramente muchos habrán salido de las lecturas de Allen, entre las que se encuentra  París era una fiesta, de Ernest Hemingway, una obra con tintes autobiográficos en la que el autor norteamericano manifiesta que eran “muy pobres, pero muy felices”. Ésta ha sido la obra literaria que ha dado forma a la historia y al guión escrito por Allen.

Los personajes están muy bien caracterizados. El protagonista (Owen Wilson) no deja de ser el mismo Woody Allen, sus comportamientos, sus pensamientos y hasta su aspecto físico tienen el aura de Allen, con ese aire despistado, como ausente. La novia y sus suegros aparecen como unos americanos pijos, repelentes y bufos, satirizados sin piedad y con grandes dosis de humor.

 

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A lo largo de la cinta van apareciendo escritores y pintores que dieron vida al París de esta época evocada por Allen, Hemingway, Picasso, Dalí, Toulouse Lautrec, Modigliani… son satirizados sin piedad, pero en un tono cariñoso.

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Un viaje en el tiempo a los años 20

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París, la ciudad, es el argumento y el paisaje. En él transcurre la historia. Un París idealizado a través de la lluvia, de la luz y de sus calles, museos y cafés… y sobre todo ese París bohemio de los años 20, por donde fluye un río humano de creadores exitosos o fracasados, que viven en ese París nocturno, y que representa  “La Edad de Oro” para el protagonista y su reflejo, el propio Woody Allen.

 

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París, siempre París

Vamos a ser transgresores  en nuestro guión, finalizaremos por el principio, por la escena primera… Algo más de tres minutos de postales de París acompañadas con música de Sidney Becket “Si tu vois ma mère” y con la mirada cómplice del maestro Woody Allen.

 

 

Y con él, queremos mostrar nuestro más sincero deseo de que París vuelva a la normalidad, después de este golpe atroz del terrorismo, y que recobre la normalidad, esa cotidianidad que a todos tanto nos atrae de la capital francesa; retomamos una frase del escritor francés Fréderic Dard,

”Paris sera toujours Paris. Qu’est-ce que tu veux qu’il fasse d’autre?”

 

Midnight in Paris la puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca Universitaria, y está disponible en formato DVD y Blu-Ray.


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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