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Cine por San Valentín

MEDIATECA, Apuntes de cine

 

Cine por San Valentín

Se lo puedes decir con cine

             

14 de febrero, El amor está en el aire. Desde Mediateca queremos estar con vosotros-as para acompañaros en este día, con unas recomendaciones de CINE, es lo nuestro. Y como ingredientes básicos, amor, cine, arte y citas literarias, un combinado especial para condimentar este día, en el que cupido revolotea a nuestro alrededor.

Las mil y una caras del amor. Pasional, sensual, dulce, amargo, divertido… Hemos seleccionado para vosotros algunas de ellas.

 

Propuestas.  Una cita literaria, dos besos y tres pelis.

 

1 Cita literaria

  

“El amor tiene fácil la entrada

Y difícil la salida”

(Lope de Vega)

 

 

2 Besos

Los besos están hechos de amor, pasión y sensualidad. El arte es un magnífico medio para expresarlo, la pintura y la escultura, dos formas, dos técnicas para un mismo mensaje.

 

El beso de Gustav Klimt

 

El beso de Klimt, hace lo que se supone que una gran obra de arte debe conseguir: mantener tu mirada, hacer que admires sus cualidades estéticas al tratar de discernir lo que está más allá de sus aspectos superficiales”

 

El beso de Auguste Rodin

Un icono, un beso apasionado e intemporal, detenido en el tiempo sobre el mármol. Una historia trágica y apasionada a la vez, y que hunde sus raíces en el siglo XIV, en la obra de Dante Alighieri, la Divina Comedia, y que Rodin inmortalizó en tres dimensiones.

 

El Beso, un extraordinario regalo de Auguste Rodin. La pasión de los amantes, mostrada con una fuerza intensa y delicada, a través del escorzo de los dos cuerpos, la tensión de los músculos, y la presión de la mano sobre la piel de la amante.

 

 

Y, 3 películas

La reina del desierto. Amor y pasión por la aventura, Gertrude Bell, la biografía de una mujer polifacética de principios de siglo XX.

Kiki, el amor se hace, una comedia española de Paco León. Historias cruzadas de ¿amor o sexo?

Primavera en Normandía, literatura y cine francés. A vueltas con Madame Bovary. La protagonista, la hermosa Gemma, un amor muy sensual y voluble.

 

 

La reina del desierto

Pasión y aventura

Una historia rebosante de aventura y rebeldía, especialmente marcada por la pasión por el desierto y su cultura. De la mano del director alemán Werner Herzog, La reina del desierto nos sumerge en un mundo lleno de riesgo y misterio. Una mujer sola se aventura en el desierto en tiempos de guerra, toda una heroicidad a principios del siglo XX.

 

 

Una crónica sobre la vida de Gertrude Bell, una mujer polifacética, que desafió a la sociedad en la que lo tocó vivir y que se lanzó a realizar lo que realmente le gustaba, la arqueología, viajar y explorar territorios de amplios horizontes, donde reinaban el riesgo y el silencio.

Gertude Bell, una mujer apasionada, que se deja guiar por su instinto; el amor y la pasión guían su vida.

 

“Donde quiera que estés,

y donde quiera que yo esté, nos pertenecemos”

 

“Querido diario:

 La soledad del desierto, me compensa la de mi propia soledad… Por primera vez en mi vida sé quién soy.”

 

 

En un periodo tumultuoso y violento para Europa, Gertrude Bell deja Inglaterra, y se dirige por territorios del Imperio Británico, las actuales Arabia Saudita, Siria, Egipto, Irak, Irán. Transitando entre dunas, donde las fronteras de estos países aún eran precarias e inexistentes.

Gertrude Bell, una heroína, una mujer rebelde (un personaje que gusta a Herzog, ya que en ambos sus vidas han sido la de unos rebeldes),  que desea hacer su camino, a pesar de los convencionalismos sociales imperantes en el momento.

 

Werner Herzog, un director peculiar, que nunca ha estado sujeto a cánones clásicos del cine. Creador del denominado “Nuevo cine alemán”, una persona autodidacta, rebelde en lo personal y en lo artístico. Ha realizado más de sesenta películas, entre las que destacan Fritzcarraldo,  Aguirre, la cólera de Dios.

 

 

Kiki, el amor se hace

Amor pícaro

 

Sí, ahora toca amor pícaro, amor a la española, una comedia sin tapujos, sin conservantes ni edulcorantes, ¡tal cual!,  Kiki, el amor se hace, el título, muy expresivo y significativo, no tiene traducción al castellano, es puro castellano. Además, viendo la peli no queda lugar a la duda.

 

¿Qué quieres decir, amor o sexo?

Kiki, el amor se hace, una película algo gamberra, una comedia festiva y vital, muy divertida, muy al estilo de Paco León, su director, que hace de guionista y actor principal.

 

 

Kiki, el amor se hace, son cinco historias de amor, hechas de filias y fobias, ambientadas en un calenturiento verano madrileño. Casos diversos de personas con:  Dacrifilia,  Elifilia, Somnofilia,  Harpaxofilia, entre otras tendencias, y que son las formas de obtener placer. Los protagonistas que las sufren en las diversas historias de la trama, tendrán que decidir cómo integrarlas en sus vidas, a pesar de los muchos obstáculos que se van encontrando.

 

 

Así que, sus sentimientos, sus miedos y sobre todo su sexualidad, se transformarán rompiendo tabúes, adentrándose en una nueva etapa, donde no renuncian al placer, ni al amor.

Absténganse “personas sensibles”.   Kiki, el amor se hace, no es apta para todas las sensibilidades, a unos les hará reír de forma estridente, vibrarán con carcajadas al son que marcan las historias; otros, puede que no lleguen al final.

El film no dejará indiferente a nadie, así que,

¡buen provecho!

 

 

Primavera en Normandía

Amor literario

 

Amor, entre la literatura y el cinePrimavera en Normandía es una adaptación muy libre de la obra de Madame Bovary de Gustave Flaubert. Aunque para ser más exactos, es una película que nace de la adaptación de la novela “Gemma Bovary “, de la escritora inglesa Posy Simmonds.

Primavera en Normandía, un film que ha originado gran polémica, como suele ocurrir en adaptaciones de las obras de los autores clásicos de la literatura. A pesar de que el film levantó ampollas entre los más puristas, círculo de intelectuales y literatos, tuvo un gran éxito de público.

 

 

Un magnífico cóctel argumental.

Ingredientes básicos. Un lugar, Normandía. Un personaje, Martin, un parisino que regresa a su aldea natal, buscando la tranquilidad. Unos nuevos vecinos, una pareja inglesa, que se instalan en la casa contigua a la de Martin. Y todo ello, visto a través de la pasión que siente éste, desde pequeño, por la obra de Flauvert.

 

Gemma, la nueva vecina. Una mujer pasional, exuberante y enamoradiza, la viva reencarnación de Emma de Madame Bovary, la que tendrá unos comportamientos muy parecidos.

 

En el tranquilo ambiente rural, todo cambiará con la llegada de Gemma. El sosiego de los residentes se verá alterado. Entre la panadería de Martin, la casa contigua y un palacete que ocupa un estudiante, hijo de una rica oriunda del lugar. Las habladurías, y las sospechas se multiplican. Aunque en principio, nada es lo que parece.

La trama transcurre entre la realidad y la ficción, entre lo que se imagina, y lo que realmente ocurre. Todo transita entre la realidad, la ficción, siguiendo siempre las pautas de la novela. Madame Bovary está presente en cada escena, una Bovary del siglo XXI.

 

Entra en el juego del amor, la seducción, y la pasión. Un juego de realidades y ensoñaciones, con reminiscencias literarias. Déjate seducir por Gemma, y por una trama que juega con el romance y el melodrama.

 

 

Las puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la UA,

 

 


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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