Como sabéis celebramos el 20 aniversario de la inauguración e inmediata inundación de la Biblioteca General de la UA.
Pensaréis, quizás, que empezamos mal, muy mal, este relato… pero os pedimos un pequeño ejercicio de memoria para que rescatéis lo más granado del repertorio aforístico sobre las fantásticas oportunidades que nos ofrecen las crisis, ésas que son a la vez peligros y oportunidades, las que nos impulsan desde el fondo del pozo hasta un prometedor renacer, el origen de grandes avances y un larguísimo de bienintencionados etcéteras.
Nada más lejos estábamos de estas reflexiones, cuando aquel 30 se septiembre de 1997, todos los esfuerzos empleados en adecuar y poner en marcha el nuevo edificio se vieron hechos trizas al tiempo que, en apenas 5 horas, el cielo se desplomaba bíblicamente sobre nuestras cabezas en una vomitona hídrica de casi 267 litros por metro cuadrado.
Las imágenes del depósito convertido de pronto en estanque inusitado de peces-libro, peces-caja, peces-a/z, el archivo dolorosamente destruido, las embarradas estancias y esa inolvidable foto de la furgoneta seat-panda encastrada en el fastuoso socavón del soportal de columnas.
No iríamos tan lejos como H.G. Wells al decir que “La crisis de hoy es el chiste de mañana”… porque lo cierto es que la situación no tuvo nada de jacarandosa, pero seguro que estáis de acuerdo conmigo al pensar que esa terrible experiencia nos unió un poco más en un esfuerzo común para volver a la normalidad tras el caos; y no será menos cierto que todos conservamos alguna estampa envuelta en barro y agua que empieza, indefectiblemente, por unos “¿te acuerdas de…?”, “¿…y de cuándo…?”, y “¿cómo nos…?”.
De aquello a hoy han pasado muchas cosas.
Servicios nuevos, nueva estructura y nuevas tareas en un entorno más que nunca cambiante. Compañer@ que han pasado a ‘mejor vida’ en su merecida jubilación y otr@s que ya no están con nosotr@s y a l@s que siempre recordaremos con emoción y cariño.
La BG sigue en marcha, tan igual y tan distinta, tan malhadada en su bautizo como (tod@s lo deseamos) dichosa en su aniversario.
Nada más nos queda que desearte… ¡¡y que cumplas muchos más!!