Así decía Jacques Baills al referirse a un grupo de españoles que acababan de llegar a la estación de tren de Collioure, pueblo del sur de Francia. Estos refugiados eran la familia Machado: Antonio Machado, su madre Ana Ruiz, el hermano del poeta José y su mujer Matea.
Fue el día 28 de enero de 1939, por la tarde. Acababan de bajar del ferrocarril después de seis días de largo viaje desde Barcelona huyendo de las tropas franquistas. Exhaustos, sin equipaje y con las fuerzas justas. En la estación preguntaron a un joven ferroviario, Jacques Baills, si conocía un hotel barato donde alojarse.
Se alojaron en el hotel Bougnol-Quintana, muy cerca de la Placette. Allí se dirigió el grupo de los Machado, pero antes fueron ayudados por Juliette Figueres y su marido, dueños de una mercería en la Placette.
El hotel se encontraba muy cerca de esa plaza (la Placette) pero la fuerte subida del río Douy, normalmente seco, impedía llegar al hotel por el camino más corto. Así que los Machado se refugiaron en esa mercería esperando la llegada de un taxi mientras se atendía a la madre del poeta que se encontraba en mal estado (fue llevada en brazos desde la estación por Corpus Barga, periodista y escritor que los acompañaba desde Barcelona, porque no podía andar).
Ya instalados en el hotel, la vida de Antonio Machado en Collioure se limitaba a cuidar de su madre muy enferma y a dar cortos paseos para visitar a sus amigos de la mercería, los Figueres, para conocer por la prensa las noticias de España. Los Machado habían llegado a Collioure con lo puesto y sin dinero, esperando un destino definitivo para su exilio. Moscú, París o Londres parecían sus destinos más probables. Pero el último tramo de su viaje, después de Portbou, agravó el estado de salud de Antonio Machado, ya enfermo de asma, y su madre. La carretera se encontraba colapsada por vehículos y personas. Así que decidieron continuar a pie la dura subida del alto de Els Balitres acompañados de mucho frío y una lluvia persistente hasta que, por fin, cruzaron la frontera. El 22 de febrero de 1939, 25 días después de su llegada a Collioure, murió Antonio Machado en la habitación que compartía con su madre en el mencionado hotel. Su madre moriría tres días después.
La noticia del fallecimiento se propago con facilidad y al velatorio se acercaron personas de todo tipo como Gaston Prats, profesor de español que vivía en la zona, testigo de la tragedia
Estos tres testimonios fueron recogidos por Julián Antonio Ramírez para Radio París con motivo del homenaje que el Ateneo Ibero-Americano de París rindió al poeta en el año 1975 y que pertenecen al fondo Ramírez/del Campo del portal de Devuélveme la voz de la Universidad de Alicante donde se pueden escuchar íntegramente.