El imprescindible de hoy nos lo presenta Eva Valero Juan, doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Alicante, profesora titular de Literatura Hispanoamericana y directora del Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti.
“Recomiendo como recurso la Biblioteca personal madrileña de Mario Benedetti, que se encuentra en el Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos de la Universidad de Alicante
Recomiendo este recurso por el especial interés que contiene esta biblioteca que en septiembre de 2006 Mario Benedetti donó a la Universidad de Alicante y al Centro de Estudios que lleva el nombre del poeta. Se trata de la biblioteca personal, albergada en la casa de la calle Ramos Carrión de Madrid. Con más de seis mil volúmenes, complementarios a la biblioteca que el escritor tuvo en Montevideo, esta biblioteca madrileña responde a los años del duradero exilio iniciado en 1973, y vivido en España desde 1980. Tras la posibilidad de regresar a su país en 1985, Benedetti prolongó su vida en Madrid durante varios meses cada año, en los que la biblioteca continuó creciendo hasta el año de su donación a la UA.
Esta cronología indica los más de treinta años que ocupa esta biblioteca en la vida de Benedetti, su atención permanente a la literatura y la sociedad, que son las materias temáticas que la forman principalmente. El usuario podrá encontrar ediciones dedicadas de muchos creadores, libros comprados que demuestran sus preocupaciones e intereses, anotaciones en los márgenes de algunos ejemplares que expresan su atención por la poesía contemporánea y por la sociedad en que vivía, volúmenes propios recién editados e inmediatamente sometidos a correcciones y variaciones que señalan su inquietud por el texto; todos ellos conforman esta biblioteca que es reflejo de una parte sustancial de la vida del escritor.
Como las bibliotecas suelen ser la historia intelectual de sus propietarios, adentrarnos en la biblioteca madrileña de Mario Benedetti puede ser una aventura de descubrimiento de un escritor entre los exilios y “desexilios” que ocupan el último período de su vida. Pero además es también un descubrimiento de los vínculos con sus contemporáneos, escritores, artistas, figuras públicas, cuyos libros regalados a Benedetti pueblan las estanterías de la biblioteca Benedetti.”
¡Muchísimas gracias Eva por tu colaboración!