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El veredicto (La ley del menor)

MEDIATECA, Apuntes de cine

El veredicto (La ley del menor)

Una invitación a la reflexión

Esta semana nos acercamos al cine con un interesante drama judicial, en el que va implícito el amor y la defensa de la vida. El veredicto (La ley del menor) es una historia dramática que tiene como núcleo la enfermedad, un tema muy recurrente en la cinematografía, pero ahí no está su notoriedad, sino en la situación que se origina cuando la enfermedad y la terapia para su curación originan un conflicto, en el que intervienen valores como la libertad y el derecho a la vida. La trama gira en torno a Adan, un adolescente que padece cáncer en la sangre (leucemia), debiendo ser sometido a una terapia urgente mediante transfusiones de sangre, ya que si no es así morirá. El problema se origina cuando los padres se niegan a que se le aplique este tipo de terapia al menor, ya que son Testigos de Jehová, y su religión se lo prohíbe. A partir de este momento entra en escena una prestigiosa jueza especializada en derecho familiar. El veredicto (La ley del menor) es una película que plantea de forma clara y certera la situación que se origina cuando chocan aspectos fundamentales como el derecho a la vida, la libertad y determinadas creencias religiosas. Es una historia muy bien narrada, que invita a una reflexión serena.

Algunas consideraciones

El film El veredicto (La ley del menor) está basado en la novela “La ley del menor” de Ian McEwan. La película ha tomado como subtítulo el título del libro, aunque esto es simplemente anecdótico, ya que lo que hay que destacar es el acertado guion adaptado realizado por el autor de la novela, Ian McEwan. La dirección de Richard Eyre se puede definir como muy correcta y sobria, la ambientación está muy conseguida, proporcionando a la historia “una envoltura” adecuada, que está realizada con sobriedad y elegancia. La imagen (fotografía) es impecable, con unos magníficos primeros planos de los protagonistas para mostrar los sentimientos, pensamientos y dudas de los protagonistas; parte de los exteriores están realizados con unos acertados trávelin por Londres. La suma de todo ello le da al film un aspecto muy cercano al teatro.

También hay que destacar la magnífica interpretación de Emma Thompson, en el papel de protagonista principal, Fiona Maye que es jueza del Tribunal Superior de Londres. La interpretación es veraz y convincente, fusionándose perfectamente con el personaje, además de elegante, una demostración de que Thompson está en la madurez de su carrera interpretativa.

 

Emma Thompson

La madurez le sienta muy bien a la veterana actriz inglesa. En El veredicto (La ley del menor) se puede decir que es de lo más destacado del film, siendo ella quien le da a la historia un plus de calidad, destacando en aspectos como veracidad y dramatismo, y por qué no decirlo en elegancia, ya que la actriz le da al personaje un toque de distinción que hay que resaltar; la película no sería la misma sin ella.

Emma Thompson ha participado en más de ochenta películas, en las que ha obtenido todos los premios importantes del mundo cinematográfico, Oscar, Globos de Oro, BAFTA, Sindicato de actores… De su extensa filmografía hay que destacar: Lo que queda del día, Regreso a Howards End, Enrique V, Al encuentro de Mr. Banks, Nunca es tarde para enamorarse, Sentido y sensibilidad…

 

FOTOGRAMAS. Unas pinceladas

El veredicto (La ley del menor) es un melodrama judicial que pivota sobre tres puntos, una jueza, un adolescente con leucemia, y un poema de Yeats.

“Me llamo Fiona Maye, y en el tribunal me llamo su Señoría”

Fiona Maye es una jueza del Tribunal Superior de Londres que está especializada en derechos familiares, teniendo una magnífica reputación dentro del mundo de la judicatura.

Fiona Maye se encuentra con un juicio muy delicado, en el que la complejidad de este y los sentimientos la van a poner a prueba. Adan es un adolescente con leucemia que se niega a hacerse una transfusión de sangre, influenciado por la opinión de sus padres que son Testigos de Jehová.

Además, Fiona Maye en lo personal atraviesa un momento difícil, debido a una crisis de pareja, ya que está absorbida totalmente por su vida profesional y no tiene tiempo para dedicar a otros aspectos de su vida privada.

“¿Fiona, podemos hablar?”
“Disculpa, he tenido un día largo!”

Pero, Fiona “la jueza del Tribunal Superior de Londres”, descubrirá sentimientos ocultos al volver a escuchar y recitar un poema de Yeats, que le hará recordar tiempos pasados, ya olvidados,

“Allá en los jardines de Salley, mi amor y yo nos encontramos. Pasó por los jardines de Salley con pies pequeños, blancos como nieve. Me dijo que me tomase el amor con naturalidad, como las hojas que crecen en el árbol; Pero yo, siendo joven y tonto, no estuve de acuerdo con ella. En un prado junto al río, mi amor y yo nos encontrábamos…”

A partir de ese momento, luchará de forma tenaz para que Adan entre en razón y pueda sobrevivir a una muerte segura.

Os hemos dado unas pinceladas, ahora os toca a vosotr@s seguir esta interesante trama, que aún dará giros inesperados, para poder descifrar los conflictos que conlleva este melodrama.

 

La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la Universidad de Alicante (BUA):


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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