En estos días de confinamiento por el COVID-19 en los que las actividades no esenciales han quedado relegadas, la BUA continua atendiendo a la comunidad universitaria y ofreciendo en gran medida sus servicios. No obstante, el acceso a las instalaciones y a las colecciones impresas obviamente no es posible y eso hace que la utilidad de la biblioteca se vea desvirtuada. Por ello, hay algunas personas que tienen dudas sobre la continuidad de las bibliotecas y del trabajo del personal destinado en ellas. Esto es así porque el servicio de préstamo a domicilio y las estanterías llenas de libros son la imagen por excelencia de las bibliotecas aún en el entorno digital y la sociedad de la información en que vivimos.
Ciertamente, las colecciones en papel son un elemento imprescindible de las bibliotecas pero no el único ni el más importante. Debemos entender que el activo principal de la biblioteca es la variedad de servicios orientados al personal usuario que ofrece junto con la calidad y la capacidad de adaptarse a las situaciones cambiantes del entorno.
A continuación, ofrecemos una somera lista de la mayoría de los servicios que ofrece habitualmente la BUA:
- Acceso a recursos electrónicos: bases de datos, revistas electrónicas, libros electrónicos, obras de referencia, prensa, guías temáticas, obras digitalizadas, etc.
- Adquisición de bibliografía recomendada, bibliografía para la docencia e investigación, desideratas, normas UNE, publicaciones periódicas, etc.
- Asistencia y orientación en el uso de herramientas tecnológicas.
- Atención de quejas y sugerencias.
- Cartoteca.
- Catálogo bibliográfico para la localización de la colección bibliográfica impresa.
- Centro de documentación europea.
- Colección bibliográfica: libros, revistas, mapas, materiales audiovisuales, facsímiles, obras antiguas, etc.
- Depósitos digitales institucionales: RUA, Devuélveme la voz.
- Derechos de autor y propiedad intelectual: asesoramiento, cuestiones generales y legislación.
- Difusión de novedades: boletines de nuevas adquisiciones y sumarios de revistas.
- Donación de publicaciones a otras instituciones.
- Espacio y equipos para el acceso a la información y creación de conocimiento: cabinas multimedia, ordenadores de sobremesa, portátiles, salas de trabajo en grupo, puestos de visionado y audición, conexión a red eléctrica para dispositivos, cubículos de estudio individual, WiFi, etc.
- Extensión bibliotecaria: muestras bibliográficas, exposiciones, clubes de lectura, etc.
- Formación de usuarios tanto a nivel individual como colectivo.
- Gestión de legados y donaciones bibliográficas.
- Herramientas para la elaboración de citas bibliográficas y la gestión de referencias bibliográficas.
- Impresión, reprografía (para documentos que no pueden prestarse y teniendo en cuenta la legislación vigente), escáneres y consulta/reproducción de microformas.
- Información bibliográfica y búsquedas especializadas, tutoriales y guías de uso de recursos y servicios.
- Información sobre los sistemas de evaluación científica y actividad investigadora: acreditación y sexenios, evaluación de la calidad de las publicaciones científicas, etc.
- Mantenimiento y difusión de los canales de comunicación: página web, redes sociales y programa de radio.
- Préstamo de documentos: libros, audiovisuales, portátiles, auriculares, equipos audiovisuales y fotográficos.
- Préstamo interbibliotecario: acceso a todo tipo de documentos publicados en cualquier lugar del mundo.
- Salas de lectura y estudio con horarios amplios y aperturas extraordinarias por exámenes.
- Servicios para personas con diversidad funcional.
Mucho se ha escrito estos días en distintos medios sobre el papel de las bibliotecas y el reto que tienen de cara al futuro. Desde este blog queremos manifestar que creemos que las bibliotecas tienen un largo camino todavía por recorrer porque, como bien indica nuestro compañero José Pablo Gallo León, “la biblioteca es servicio y en ello está nuestro futuro”.
