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Ciclo Ingmar Bergman (1)

MEDIATECA, Apuntes de cine

Ciclo Ingmar Bergman  (1)

Fanny y Alexander

Esta semana en Mediateca, apuntes de cine, vamos a realizar una mirada retrospectiva, para recordar a Ingmar Bergman, uno de los más importantes directores de cine, y que para muchos entendidos y especialistas es el mejor director de la historia del cine. Curiosamente, hoy no se celebra ningún aniversario relacionado con el director sueco, como suele ocurrir de forma habitual en estos casos, sino que cualquier día es bueno para recordar a los grandes del cine haciendo una reseña, un ciclo, en este caso como homenaje a Bergman. Y para ello se ha seleccionado una obra de la extensa filmografía de Bergman, “Fanny y Alexander” considerada como una de sus mejores películas, una auténtica obra maestra. Con este significativo film, hoy realizamos una mirada al cine de Ingmar Bergman con el objetivo de disfrutarlo y comprenderlo. Además, con esta crítica vamos a iniciar un ciclo sobre este director, que va a tener un largo recorrido, y lo vamos a alternar con las últimas novedades recibidas en Mediateca. El ciclo de Bergman lo vamos a ir desarrollando durante este año 2021, con algunos de los títulos más significativos del director sueco.

 

Ingmar Bergman  (1918-2007)

Nacido en Upsula (Suecia). Es hijo de un pastor luterano, hecho que tuvo una gran influencia en la vida de Ingmar, ya que tanto el mundo metafísico como la religión le marcó fuertemente toda su vida, y en especial en su niñez y adolescencia. Fue educado según el rito luterano, en el que tiene gran importancia aspectos como el pecado, la confesión, el castigo, el perdón y la misericordia. Parte de su obra está influenciada por estos principios, y algunos de ellos le originaron temor, sufrimiento y situaciones conflictivas. Posteriormente estudió Historia del Arte, siendo el teatro y el cine los que de alguna manera le harán encauzar su creciente curiosidad y capacidad creativa. Los aspectos metafísicos seguirán marcando la temática de sus obras, en las que el amor, el dolor y la muerte quedarán marcados a fuego en sus películas.

Sin ánimo de ser exhaustivo, es preciso destacar de su filmografía:  Saraband (2003), su última película;  Fanny y Alexander (1982)Sonata de Otoño (1978);  El huevo de la serpiente (1977)Cara a cara (1976)La flauta mágica (1975);  Secretos de un matrimonio (1974)Gritos y susurros (1972)La carcoma (1971)Pasión (1969)…

Continuaremos en las siguientes entregas ampliando la filmografía de Ingmar Bergman, con más de sesenta películas en su haber, de las que he seleccionado treinta y dos para citar, y 6 para hacer una extensa crítica.

 

Fanny y Alexander

Una lección de cine

“Cualquier cosa puede pasar. Todo es posible y probable. El tiempo y el espacio no existe. Sobre la frágil base de la realidad, la imaginación teje su tela y diseña nuevas formas, nuevos destinos…”

Esta cita de una obra del dramaturgo sueco August Stindberg, que recita en voz alta Helena Ekdahl, la matriarca de la familia Ekdahl, incidiendo de forma acertada en la esencia y en las coordenadas en las que se mueve el film Fanny y Alexander. A través de la magia, de la imaginación y de los fantasmas Ingmar Bergman crea una fascinante historia, en la que, como en un cuento, se mezclan realidad y ficción.

En Fanny y Alexander se muestra el buen hacer cinematográfico de su director Ingmar Bergman. Es difícil sintetizar esta película en una sola crítica. Destacar el acierto con el que muestra dos mundos, el de las luces y el de las sombras; el de las libertades, la cultura y la magia, con el de la represión, la intolerancia y la soberbia. Los personajes principales y secundarios están magníficamente perfilados y definidos, tienen vida propia. Las interpretaciones son magníficas, destacar a Gunn Wällgren (Helena Ekdahl), Jarl Kulle por encima de todos (Gustav Adolf Ekdahl), y Bertil Guve (Alexander). El montaje es soberbio, la historia atrapa y la trama fluye lentamente, a pesar de las más de tres horas de duración, sin aburrir lo más mínimo. La puesta en escena es extraordinaria; fotografía, decorados y vestuario contribuyen a ello. Fanny y Alexander es en su conjunto una clase magistral del mejor cine, que nos deleita bajo la batuta de su director. Y todo ello ha contribuido a que obtuviera infinidad de premios, destacando 4 Oscars (mejor película extranjera, fotografía, dirección artística y vestuario).

 

FOTOGRAMAS.  Unas pinceladas

La trama se puede dividir como en una obra de teatro en cuatro actos, enmarcados en otros tantos decorados, en los que transcurre y se mueven los personajes principales y secundarios. El primero, en la mansión de la familia Ekdahl; el segundo, en casa del obispo Edvard Vergérus; el tercero, en la tienda de antigüedades de Jacobi Alexander; y el cuarto, vuelta a la mansión de la familia Ekdahl y a la residencia de verano.

Acto primero. Upsala (Suecia), Navidad de 1907. En la mansión de la acaudalada familia Ekdahl se celebra la fiesta de la Navidad, en la que participan toda la familia y la servidumbre.

La matriarca de la familia es la viuda Helena Ekdahl, que ha sido actriz en el teatro de su propiedad, siendo el director su hijo Oscar.

En el transcurso de esta festividad navideña, en la que conviven actos y lecturas religiosas, acompañadas de lujosas comidas, algarabía y diversión general. En ella van apareciendo los diversos miembros de la familia Ekdahl, la viuda Helena (la gran matriarca) y sus hijos Gustav Adolf, Carl y Oscar, este último casado con la bella y joven actriz Emilie, cuyos hijos son Fanny y Alexander, los protagonistas principales.

Para los pequeños de la familia Ekdahl, son unos momentos de diversión en la que ellos también participan. La magia forma parte de este ambiente, en el que Alexander es el principal impulsor.

Fanny y Alexander viven felices junto a sus padres Oscar y Emilie. Pero después de la muerte repentina de Oscar Ekdahl, la vida de los niños va a dar un giro radical.

Acto segundo. Emilie acepta la propuesta de matrimonio del obispo Edvard Vergérus.

Después de trasladarse a la sobria residencia del episcopal, Emilie acepta la imposición de este de no llevar ninguna de sus pertenencias a la nueva residencia, con el propósito de romper radicalmente con el pasado.

La nueva residencia se va a convertir en un auténtico infierno, donde van a ser sometidos a una severa disciplina impuesta por su nuevo padrastro, con castigos corporales y psicológicos; prohibiéndoles cualquier contacto con el mundo exterior.

Después de un plan ideado por la familia Ekdahl, Fanny y Alexander escapan de la casa fortificada del obispo.

Acto tercero. Escondidos en la tienda de Isak Jacobí, un amigo de la familia, un judío que es marchante de arte, además de prestamista. Allí conocerán a un misterioso personaje, Ismael, sobrino de Isak Jacobí. Ismael y Alexander traman un plan para cambiar el desarrollo de los acontecimientos, en el que se van a aliar la magia de Ismael y los deseos de Alexander, con el objetivo de desatar el desenlace anhelado…

¿Funcionará la magia…?

Os hemos dado unas pinceladas, aún queda parte de este tercer acto, y el cuarto. Y tenéis aún muchos acontecimientos decisivos por descubrir desde el cómodo sofá de casa…

 

 

La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la Universidad de Alicante (BUA):


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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