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10 años del 15-M

A raíz de la manifestación convocada por distintos colectivos el 15 de mayo de 2011, surge el Movimiento 15-M, conocido también como movimiento de los indignados. Se reclamaba una democracia más participativa que fuera más allá de la cita electoral. Al atardecer de ese mismo día se realizan acampadas espontáneas en plazas de diferentes ciudades españolas. En aquellos momentos el paro juvenil superaba el 50%, crecía la desigualdad social, el empleo precario y en ese contexto cada vez parecía más difícil mantener el estado del bienestar.

Cristina Monge, autora del libro 15-M: Un movimiento político para democratizar la sociedad, repasa el legado de aquel movimiento: “el 15-M propició la politización forzosa de la ciudadanía, que no buscaba tomar el poder, sino cambiar las agendas, el debate público, el imaginario, el significado de las palabras”.

El movimiento tiene sus defensores y sus detractores. Quizá diez años no dan mucha perspectiva o quizá estamos todavía en un período de transición, como señala la propia Cristina Monge. En cualquier caso, cabría preguntarse qué ha quedado del 15-M y en qué ha fracasado. La ruptura del bipartidismo sería una de las consecuencias más importantes. Por el contrario, lo que no ha conseguido es que la ciudadanía recupere para sí misma el protagonismo que el movimiento demandaba.

La Biblioteca de Filosofía y Letras con motivo de los diez años transcurridos desde el 15M, te ofrece la posibilidad de consultar en nuestro catálogo algunas de las obras que se han publicado sobre este movimiento social.


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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