A partir del siglo XX la música popular de los Estados Unidos influyó en todo el mundo. El ragtime, el blues, el jazz o el rock entre otros estilos colonizaron paulatinamente la cultura musical en el mundo occidental apoyados por nuevos medios de comunicación de masas, como la radio, el disco de vinilo o la televisión, poco después. Fue una revolución que permitió poner la música y por extensión la cultura al alcance de cualquier persona cercana a un aparato receptor de estas emisiones.
Como resultado de estos cambios el marketing musical se hizo cada vez más potente dando lugar, en las décadas de los años 30 y 40, a un fenómeno desconocido hasta entonces: las estrellas pop y los fans. El más famoso de todas estas figuras fue Frank Sinatra.
Sinatra comenzó su carrera artística como vocalista Bigs Bands como la de Harry Harden o la de Tommy Dorsey hasta que en 1942 comenzó su carrera en solitario y desató el fenómeno fan entre las quinceañeras estadounidense gracias sobre todo al papel de la radio que transmitía sus conciertos y dónde llegó a tener un programa propio durante 14 años ininterrumpidos (1942-1954).
Los años cincuenta le vieron alcanzar su cima como actor donde ganó un Óscar por su papel en la película De aquí a la eternidad. Este éxito en el cine incrementó su gran popularidad acrecentada por la aparición de la televisión donde también contó con programas propios. Así en 1962 grabó para la televisión una actuación conjunta con Elvis Presley.
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