Los dibujos que Leonardo da Vinci realizó sobre las articulaciones, músculos y esqueletos se hicieron en los años 1508-1510. En estos momentos mejoró mucho su técnica en las ilustraciones anatómicas, progresando mucho en su afinación y alcanzando una gran precisión que era impensable en esa época.
Sus dibujos del esqueletos están valorados entre los más excelentes, contando también con las ilustraciones realizadas por Andreas Vesalio. Sin embargo, las láminas en las que aparecen los músculos son menos claras y nítidas, debido a que en estos momentos no se prestaba mucha atención a las estructuras musculares. Aun así, destacan los dibujos de la mano y el rostro, ya que son de una gran calidad.
Además, debemos destacar que cada parte ósea o muscular la representó en, al menos, cinco ángulos distintos y a diferentes niveles de profundidad. También añadió el factor tiempo, dibujando una mano con modelos de hombre viejo, joven y niño; y en las ilustraciones de la espalda y el brazo fijó los momentos de la rotación en 180º.