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¡Estamos en HOGUERAS!

Las Hogueras o Les Fogueres, son una de las fiestas más típicas y representativas de nuestra ciudad.

En Alicante el rito del fuego perduró a través de los siglos. Se trataba de una festividad agrícola, en la que los labradores celebraban el día más largo del año para la recolección de las cosechas y la noche más corta para la destrucción de lo inservible: muebles viejos, restos de las cosechas, etc. Esta tradición se remonta al año 1822.

En 1928 se crea una asociación llamada Alicante Atracción, dedicada a fomentar el turismo de la ciudad. Aquí aparece la figura de José María Py, que tras explicar el nacimiento de las Fallas de Valencia escribía:” Las Hogueras de Alicante son bien conocidas por su tradición desde tiempos remotos, deberíamos los alicantinos darles ese mismo carácter que se ha dado a las Fallas valencianas.” Esta idea encaminada a atraer el turismo, tal y como hizo Valencia, tuvo aceptación entre la clase dirigente y se autorizó a la asociación Alicante Atracción a organizar las “primeras Hogueras de San Juan”, (primeras permitidas por el Ayuntamiento).

El éxito del primer año fue total, y según reseña el periódico El Día (1928): “Les Fogueres han sido un acontecimiento en la historia de Alicante, más de cien mil personas presenciaron la cremà“.

Desde entonces y hasta ahora, cada año por estas fechas, son muchos y muchas los que se acercan a nuestra ciudad para  disfrutar de su clima y de su fiesta.

En nuestra Universidad también hubo unos años, a mediados de los 80, en que celebrábamos nuestra particular fiesta; en una ocasión se llegó a elaborar hasta una Hoguera que plantamos delante del edificio del antiguo Rectorado. Se acompañaba de un pasacalle, con dulzaina incluída, y una pequeña traca.

Te presentamos  las obras que sobre las Hogueras de San Juan están disponibles en nuestra biblioteca.


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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