El autor, Albert Sánchez Piñol salto a la fama literaria con el éxito de Pell freda, traducida a más de treinta y siete lenguas.
Victus es un novela histórica ambientada en la Guerra de Sucesión Española con la conquista final de Barcelona por las tropas borbónicas y las consiguientes consecuencias humanas, de represión a los partidarios del bando perdedor y políticas con la pérdida de los fueros catalanes y una fuerte política de centralización del estado. Tras su aparición en el año 2012, la novela recibió las alabanzas de la crítica y se convirtió también en un éxito de ventas.
“…, En ese año de 1700, por fin, tras la muerte del Tarado, se puso en evidencia la magnitud del desacuerdo entre Cataluña y Castilla. Para los catalanes un rey francés era una aberración política, el fin de todas sus libertades, de su esencia misma como nación. Su régimen autocrático, que antes o después aplicaría a las Españas, anularía cualquier poder autóctono. Al decidirse Castilla por el Felipito, el conflicto no tenía vuelta atrás. Por reacción, Cataluña optó por el archiduque Karlangas de Austria como aspirante al trono español. (O por el 11 maharajá de Cachemira, si hubiera presentado sus credenciales, cualquier cosa antes que un Borbón francés.).
Y ya basta. Pero ahora quizás se entienda mejor el panorama peninsular de 1700. Para los catalanes, España solo era el nombre que se otorgaba a una confederación libre de naciones; los castellanos, en cambio, en la palabra España veían una prolongación imperial del brazo de Castilla. O dicho de otra manera: para los castellanos España era el gallinero y Castilla su gallo; para los catalanes España solo designaba el palo del gallinero. He ahí la tragedia. De hecho, cuando un catalán y un castellano empleaban la palabra «España» se estaban refiriendo a dos ideas opuestas, de ahí que los extranjeros no entendieran nada de nada. ¿Ven lo que les decía? En realidad España no existe; no es un sitio, es un desencuentro, …”