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Flashback en las novelas actuales

Los flashbacks, los flashforwards y los racconto siempre han sido muchísimo más comunes en el cine que en la literatura, tal vez porque son recursos más sencillos de mostrar de manera visual.

Las evocaciones retrospectivas, analepsia o flashbacks son simples vueltas al pasado incrustadas en medio de la trama y las anticipaciones, prolepsis o flasforwards son saltos hacia el futuro en el tiempo. Un ejemplo de flashback en el cine es El paciente inglés; ambientada en la Segunda Guerra Mundial, cuenta la historia de un hombre gravemente quemado, reacio a revelar información personal, y sólo a través de una serie de flashbacks se puede tener acceso a su pasado. Un ejemplo claro de flashforwards serían las premoniciones extrasensoriales sobre hechos aún no acontecidos que tiene el niño protagonista en la película El resplandor.

En otras ocasiones, el final del relato supone una vuelta al comienzo del mismo, en una estructura circular, formando un racconto, que es una retrospección en el tiempo para narrar sucesos que ya ocurrieron y que poco a poco comienzan a acercarse al presente hasta volver al instante en el que se inició el recuerdo. Esta extensa retrospección pasa a ser el argumento principal. Un ejemplo de este recurso es la película Titanic, el filme dirigido por James Cameron. La cinta comienza con las palabras de una anciana que, entrevistada por un buscador de tesoros, empieza a recordar sus vivencias a bordo del famoso barco hundido. Acto seguido, el presente de la narración pasa a ser el viaje inaugural del Titanic. Cuando se aproxima el final de la cinta, la historia vuelve al presente.

 

 

Estos recursos también se usan en narrativa, aunque requieren el total apoyo del lector a la hora de identificarlos, salvo en los casos en los que el propio autor utiliza métodos para indicarlos como la letra cursiva, fechas, cambio de capítulo… Se suele romper la estructura tradicional de la novela, según la cual ésta debía tener un planteamiento, un nudo y un desenlace. De ahí que muchas novelas tengan un final abierto, sin un desenlace explícito.

En los últimos años se ha recurrido, tal vez en exceso, al flashback, un recurso que se presenta como novedoso a pesar de ser un clásico. En Los aires difíciles (Almudena Grandes) dos extraños se trasladan a un pueblo de Cádiz para huir de un pasado que se os revela a través de continuos flashbacks, para relatarnos dicho pasado. En la serie de novelas policíacas desarrolladas en Fjällbacka (Camilla Lackberg), se parte de un asesinato provocado por sucesos acaecidos en el pasado (de nuevo flashbacks). En Dispara, yo ya estoy muerto, Julia Navarro recurre también a los flashbacks para narrar la convivenvia de dos familias, una judía y otra árabe, desde la perspectiva de cada una de ellas. Otras novelas con estas características serían:

 

9788401337550     el-corazc3b3n-helado-01

 

 

                  pasaje a tahiti   portada-el-jardc3adn-olvidado

 

Tal vez la excesiva influencia que la industria cinematográfica ejerce sobre la literatura actual, y el hecho de que muchos autores se planteen como objetivo principal a la hora de escribir la posibilidad de llevar su obra a la gran pantalla, sean los culpables de ese abuso o uso excesivo del flashback como recurso literario casi exclusivo.


3 Comments

  1. He visto las peliculas El paciente inglés y el Titanic. Excelentes películas con las técnicas literarias del racconto. Me pregunto: ¿Por qué no se intentó trabajar con Jennifer Connelly como coprotagonista de Leornardo de Caprio en el Titanic? Hubiera sido genial. Veas sus caracterísiticas de niña más románticona. Digo esto porque el que resalta más en el papel es Di Caprio.
    Felicitaciones por tu analis de las tecnicas literarias.

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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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