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Imprescindibles: Reyes González recomienda…

reyes gonzálezNuestro Imprescindible de hoy es una lectura “retro” que nos recomienda Reyes González, Catedrática de Organización de Empresas, actual Directora del Secretariado de Proyección Internacional y Cooperación de la UA y Directora del Grupo de Investigación SIRHO en la UA.

“Lo que el viento se llevó” (“Gone with the wind”) es una novela en la que se basa la película homónima que leí y vi respectivamente muy joven, puede que con 16 o 17 años. Mi madre, que es una cinéfila empedernida, nos recomendó a mis hermanas y a mí que viéramos la película y leyéramos el libro, ya que ella quedó rendida ante la historia romántica, el lujo, el drama y el glamour de esta novela. Pasado el tiempo, siendo ya economista, interpreté esta obra no sólo como un drama romántico, sino como un texto interesante desde el punto de vista económico y empresarial.

La novela se enmarca en el periodo de la guerra de secesión estadounidense, así como sus inicios y los  años inmediatamente posteriores. Se manifiesta claramente que la ventaja competitiva del sistema agrícola, basada en mano de obra esclava, se pierde cuando ésta es abolida.

gone-with-the-windLa protagonista, Escalata O’Hara, es una joven rica que jamás ha trabajado, y que sin embargo decide hacerse cargo de la plantación de algodón familiar, la cual resulta insostenible definitivamente, debido a la ausencia total de tecnología y de la mano de obra liberada durante la guerra. Escarlata encarna el espíritu empresarial y emprendedor, no duda en poner todo su ingenio en juego para obtener financiación con la que sacar a flote su negocio. Al acabar la guerra se hace cargo de una serrería, puesto que el negocio de la madera es una actividad floreciente ante la reconstrucción de las ciudades tras la contienda bélica. No obstante, como todo empresario familiar, trata de obtener fondos que reinvertir en la plantación, ya que son lazos emocionales y no sólo económicos lo que le unen a su tierra.

Escarlata es una heroína en toda regla, máxime teniendo en cuenta que, en el siglo XIX,  una mujer era inconcebible en el mundo de los negocios, pero un entorno turbulento, como es el de la guerra y postguerra, hace que casi todo esté permitido y que el mundo sea para los atrevidos que arriesgan.

Su “partenaire” al final de la obra no es otro que Rhett Butler, un especulador que amasa una considerable fortuna en los tiempos revueltos de la guerra con negocios más bien turbios, una demostración de que ante entornos turbulentos, la falta de control económico y de todo tipo de regulaciones permite triunfar a los más osados, que pisan o bordean la ley.

Esta novela puede resultar una recomendación no muy ortodoxa, desde el punto de vista económico y empresarial, pero narra el ocaso y la venida de un nuevo orden económico, así como el riesgo, el  éxito y el fracaso, que entraña todo proyecto empresarial.


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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