MEDIATECA, Apuntes de cine
Mi amigo el gigante (2016)
Mágico Spielberg
La magia llega a la pantalla de la mano de un gigantón de buenos sentimientos, que da vida a una historia llena de imaginación y fantasía. Steven Spielberg vuelve a demostrarnos, una vez más, con la adaptación de un cuento de Roald Dahl, la peculiar forma que tiene de contar historias. Spielberg nos muestra esta vez su faceta más onírica e infantil, ya que se acerca a la mirada inocente, inquieta e imaginativa de un niño. Mi amigo el gigante, es un cuento infantil (tremendamente infantil), en el que se refleja su manera de ver y entender el cine como algo mágico al servicio y disfrute del espectador. El director crea una atmosfera “con el sello de la casa”, y se convierte en una especie de niño grande, para mostrarnos la relación que se establece entre una niña y un gigante bonachón. Actualmente hay muy pocos directores que entiendan el cine como lo hace Spielberg. El séptimo arte seguramente sería otro sin la contribución de Steven Spielberg.
Spielberg hace veinticinco años quería adaptar el cuento de Roald Dahl (que el escritor dedicó a su hija fallecida por encefalitis a los siete años), y ha esperado hasta que la tecnología estuviera a la altura de la historia que él quería contar.
Mi amigo el gigante es un film que se ha realizado con tecnología puntera, el resultado no es una historia fría y mecánica, sino todo lo contrario, es cálida, imaginativa y llena de ternura. Spielberg ha conseguido una película de estilo clásico.
De tal palo, tal astilla
De tal libro, tal peli… En 1982 se publicó el libro “El gran gigante bonachón”, ilustrado por Quentin Blake, y escrito por el galés Roald Dahl, un especialista de ciencia ficción y de literatura infantil. Steven Spielberg ha realizado la adaptación del cuento al cine, habiendo sido escrito el guión por Melissa Mathison, que anteriormente también lo había hecho para E.T.
Una película realizada con la misma materia de la que están hechos los sueños
FOTOGRAMAS. Unas pinceladas
De gigantes y humanos. Mi amigo el gigante un cuento que nos muestra un mundo fantástico, y que nos acerca a nuestra infancia. Una historia de gigantes y humanos, en la que hay unos gigantes malvados, un gigante bonachón y una niña.
Érase una vez…
En un horfanato de niñas de Londres. Un lugar de ambiente triste y lúgubre, donde por la noche ocurrían cosas muy extrrañas y misteriosas…
“La hora de las brujas, algunos creen que es a las doce de la noche, otros…, pero verdaderamente es a las tres de la madrugada”
Sofía, una niña con una curiosidad y fantasía desbordantes, mientras las compañeras del orfanato duermen, a hurtadillas ocupa el tiempo leyenndo. Con la cabeza tapada con las sábanas para no ser descubierta, y ayudada de una linterna transita por mundos lejanos y fantásticos…
“ ¿Pero, que clase de gigante eres?
Revienta huesos, estruja niños, pica carnes, estruja mollejas…”
El gigante, un ser bonachón, que vive en el país de los gigantes en una gruta. En la cueva está rodeado de aparatos ingeniosos, y todos los objetos son proporcionales a su tamaño, duerme encogido en la cubierta de un antiguo galeón de los humanos. El gigante tiene una lengua de trapo, y un vocabulario heterodoxo, muy peculiar,
“ Aguanta el respiro, y cruza los dedalos… ”
Lo más curioso de todo es la activiadad a la que dedica su tiempo el gigante. Su profesión, por así decirlo, es “atrapasueños”… De noche, transita por un lugar mágico en el bosque que está inundado de sueños, espectros de luz de color, cada color contiene un tipo de sueño distinto.
Después de atraparlos y meterlos en botes de cristal, transita por la ciudad repartiendo sueños. Mediante un artilugio, una especie de trompeta, exhala “sueños buenos” a los humanos mientras duermen…
Los otros gigantes. Los malos, nueve gigantes que se pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, pero cuando despiertan no paran de hacer fechorías. Entre sus aficiones preferidas está la de comer humanos “guisantes”, como los llaman ellos, una actividad muy vegetariana. Los gigantes pretenden hacer una incursión al territorio de los humanos, con el propósito de capturar en las calles de Londres algunos “guisantes”, para llenar la despensa.
El conflicto. Las intenciones malévolas de los gigantes llegan hasta el mismísimo palacio de Buckingham, y la reina de Inglaterra tras comprobar la veracidad y lo extremo de la situación, toma cartas en el asunto, movilizando en principio a la guardia real…
Y cuando cae la noche, cuando ya la ciudad duerme, tras las esquinas, acechan unos extraños seres, de gigantescas dimensiones…
Y colorín, colorado, este cuento
¡No ha acabado!
EL CAMAROTE DE LOS MARX
En recuerdo de Groucho, Harpo, Chico y Zeppo. Hablaremos de forma distendida de temas dispares que están en la trastienda del cine, del director, los actores, los festivales, del entorno que rodea la realización del film, algún cotilleo…
Steven Spielberg
Hoy, a los setenta años, Spielberg es considerado como uno de los directores más reconocidos a nivel mundial de la industria cinematográfica. Procedente de una familia judía ortodoxa, ya de pequeño despuntaba por tener inclinación hacia el mundo de la imagen, en la adolescencia realizaba con sus amigos películas en 8 mm. Después, viene una larga y exitosa trayectoria dedicada al cine, que le ha valido innumerables premios y reconocimientos (Óscar, Globos de oro, BAFTA). Hoy se le considera el “Rey Midas de Hollywood”, y en la revista Forbes ocupa un destaco lugar. Ha realizado “casi 50 películas”, y muchas de ellas son record de recaudación en salas.
Steven Spielberg ha creado infinidad de universos, así le hemos visto caminar entre extraterrestres, entre dinosaurios, entre tiburones; rodeado de gigantes, de terroristas, en plena primera guerra mundial, o en campos de exterminio…
Sus films son tan populares que nada más ver la carátula, evocamos automáticamente las historias y los fotogramas que se esconden detrás de ellas. Historias y personajes que nos atraparon, y aún hoy nos siguen haciendo vibrar.
Con Mi amigo el gigante nos ha vuelto a abrir los ojos a la fantasía. Un viaje al mundo de la infancia con una claridad que a los adultos nos hace retroceder en el tiempo, y a sentirnos nuevamente niños.
La presentación de Mi amigo el gigante en el 65 aniversario del Festival Internacional de Cine de Cannes fue todo un éxito, aunque participó fuera de concurso.
La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la BUA,