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Sicario: el día del soldado (2018)

MEDIATECA, Apuntes de cine

Sicario: el día del soldado (2018)

Vuelve Sicario, vuelve Benicio del Toro

Sí, tres años después regresa Sicario, con una secuela, una especie de segunda parte. Como en tantos otros casos en el mundo cinematográfico, aquello que empieza como una película con cierto tirón comercial, acaba convirtiéndose en una especie de saga, en la que se conserva el hilo argumental, además de actores principales, guionista… Sicario: el día del soldado no es ajeno a esa tendencia, y no está mal, ya que engarza perfectamente con Sicario, la predecesora y lo hace de forma convincente. La guerra contra el narcotráfico, como argumento principal y un grupo de élite especializado en la guerra de guerrillas para llevar a cabo la ofensiva contra el mundo de la droga. Sicario: el día del soldado es la elegida esta semana en Mediateca, apuntes de cine para poner el punto de suspense y de adrenalina necesario para atraparos dentro de una trama muy eléctrica. Así que vuelven los héroes, Benicio del Toro y John Brolin, para dirigir un comando paramilitar en la frontera entre México y EEUU, dos actores que llenan la pantalla cuando de acción y suspense se trata. ¿Las consecuencias de todo ello? Nuestras pulsaciones se dispararán al límite.

 

Algunas consideraciones

Sigue la saga de Sicario, aunque con directores distintos, así que Denis Villeneuve cede el testigo a Stefano Sollima, y sólo mantiene al guionista, a Taylor Sheridan, el encargado de dar forma al relato, y se nota, ya que sigue manteniendo el estilo de la primera, cuestión a tener muy presente. Así que la saga no se termina, continúa la acción contra las mafias y el narcotráfico organizado.

Lo más notable y destacable de Sicario: el día del soldado es el ritmo. Las secuencias de acción están muy bien rodadas, que es una de las claves para conseguir atrapar al espectador en su asiento, tanto en las escenas de violencia implícita, como en aquellas que la tensión tiene connotaciones psicológicas. Añadir también que la magnífica fotografía, con tomas aéreas muy logradas, y la extraña banda sonora, sonidos repetitivos de una frecuencia corta, dan a la historia el toque de tensión adecuado para crear un film de acción y suspense muy recomendable.

Las interpretaciones de Benicio del Toro y Josh Brolin a la altura de la predecesora, muy buenas. En esta entrega no hay personaje femenino en el comando de élite, Emily Blunt desaparece del reparto, con lo que el papel de ésta como el equilibrio ético del grupo desaparece.

 

FOTOGRAMAS.  Unas pinceladas

En la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y México la guerra contra el mundo de la droga se ha intensificado.

La guerra declarada al narcotráfico, en esta nueva entrega, va dirigida en especial no al tráfico de estupefacientes, sino al también lucrativo negocio relacionado con el tráfico de personas dirigidas y controladas por los cárteles de la droga, que además introducen a terroristas islámicos camuflados entre estos grupos, cometiendo atentados posteriormente en territorio estadounidense.

Una nueva misión se pone en marcha para luchar contra esta amenaza. El agente federal Matt Graver (Josh Brolin) es el elegido para programar y ejecutar esta misión especial. Una de las piezas fundamentales en este puzzle secreto será el mercenario Alejandro Gillick (Benicio del Toro).

-“Si quieren hacer esto, tendré que jugar sucio.”

-“Es exactamente por lo que está aquí.”

La unidad encargada de llevarla a cabo es un grupo muy reducido, de carácter paramilitar, una fuerza de élite. Una delicada misión que tienen que realizar después de atravesar la frontera, en territorio mexicano.

Esta vez, el objetivo fundamental del plan no es nada fácil, “enfrentar a los cárteles de la droga entre ellos”. Un plan diabólico que entraña riesgos y que puede tener bastantes efectos colaterales.

Os hemos dado unas pinceladas. La trama no ha hecho más que comenzar…

Disfrutaréis en algo más de dos horas de un thriller lleno de acción y suspense, y en el que el nivel de adrenalina se os va a disparar.

 

 

Las puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la Universidad de Alicante (BUA):


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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