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La corresponsal (2018)

MEDIATECA, Apuntes de cine

La corresponsal (2018)

Siguiendo las huellas de la guerra

“Para los gobiernos la guerra no es mala, a ellos no les hieres ni les matas como a la gente corriente… Nuestra misión es decirle la verdad al poderoso.”

Estas palabras claras y contundentes con las que encabezamos hoy la crítica cinematográfica, fueron pronunciadas por Marie Colvin, considerada hoy como una de las periodistas de guerra más prestigiosas. Colvin cubrió infinidad de conflictos durante la segunda mitad del siglo pasado y la primera década de este, gozaba del respeto tanto de los lectores como de sus compañeros de profesión. Sus crónicas eran impactantes y veraces, situada siempre en el lugar de más peligro para ver y contar los desastres de la guerra, alineándose siempre con los más débiles.  La corresponsal es un biopic, que pone el foco cerca de Colvin, siendo una película necesaria para mostrar a los periodistas que hay detrás de los titulares y las crónicas de los conflictos armados, y valorar el trabajo arriesgado de estos profesionales que nos informan, mientras tomamos un café tranquilamente hojeando las noticias del día en la prensa.

Dos pelis y un solo objetivo.

En 1977 Naciones Unidas  proclamó el 8 de Marzo como “El Día Internacional por los derechos de la Mujer y la Paz Internacional”.  Hoy este día se asocia con el “Día internacional de las mujeres”. En “Mediateca, apuntes de cine”, nos sumamos a este homenaje con dos pelis, la semana pasada comentábamos el film “Kimi no suizô wo tabetai” y ésta, “La corresponsal”.

Ambas tienen en común y como protagonista a “la mujer”; en la primera, es una joven que hace frente con gran fortaleza a una grave enfermedad que padece, y en la segunda, es una mujer periodista, corresponsal de guerra. Vaya como homenaje estas dos pelis: Kimi no suizô wo tabetai, y La corresponsal; con dos protagonistas femeninas que tienen en común “la fortaleza” en situaciones de adversidad.

 

Marie Colvin

Aunque solo sea de forma tangencial y escueta, es necesario dar una pequeña semblanza de Marie Colvin (1956/2012). Nacida en New York, trabajó posteriormente para el diario Sunday Times desde la década de los ochenta, por lo que se le considera una reportera ligada al periodismo británico. Participó como reportera de guerra en los conflictos de Kosovo, Chechenia, la Primavera árabe, Sri Lanka, donde perdió el ojo izquierdo y Siria. Una mujer de carácter valiente y humilde que dedicó su vida a informar y estar en los lugares donde el riesgo era máximo.

“Quizás me hubiera gustado vivir una vida más normal, o quizás no sepa cómo hacerlo”

Algunas consideraciones

Las guerras, aunque parezca una obviedad, las conocemos no porque hayamos estado allí, evidentemente, sino por el trabajo de unos profesionales que cubren, informativamente hablando, los conflictos bélicos. Hay antecedentes en la antigüedad, Julio César escribió la “Guerra de las Galias”, lo hizo para que se conocieran en Roma sus hazañas. El corresponsal de guerra actual hunde sus raíces en el siglo XIX, aunque se puede decir que explosiona en el XX, como consecuencia de los innumerables conflictos que tienen lugar en esa centuria.

La corresponsal, en versión original “A Private War”, dirigida por Matthew Heineman con gran acierto. Heineman es un especialista en cine documental; cabe destacar de su filmografía: Tierra de cárteles, City of Ghosts.

Hay que resaltar la puesta en escena, que hace que el espectador pueda sentir el impacto del proyectil y de la metralla, tal y como lo experimenta la reportera; además, la excelente fotografía de Robert Richardson también contribuye a ello, generando un lenguaje visual impactante. Rosamund Pike es lo más destacado del reparto.

 

FOTOGRAMAS.  Unas pinceladas

Los primeros fotogramas de La corresponsal muestran a Marie Colvin en los inicios de su carrera de corresponsal.

Mientras cubría la Guerra Civil de Sri Lanka, debido a la explosión de una granada perdió el ojo izquierdo, a partir de entonces siempre llevaba un parche negro.

“Tienes un talento innato para hacer que la gente te escuche y se preocupe”

Profesionalmente era respetada y admirada por los lectores y por los compañeros de profesión, en especial por su valentía y humildad.

Respecto a su personalidad era algo caótica y autodestructiva. En su vida social se codeaba con la alta sociedad londinense a la que en el fondo detestaba.

El último conflicto que cubrió fue el de Siria, una guerra compleja, sangrienta y larga.

Fue destinada para hacer la crónica a la ciudad de Homs, una urbe destruida casi en su totalidad por los misiles. Parcialmente habitada entre un amasijo de cemento y hierros retorcidos.

Esa vez estará acompañada por un prestigioso fotógrafo de guerra, Paul Conroy (Jamie Dornan).

Os hemos dado unas pinceladas, ahora os toca a vosotr@s seguir a Marie Colvin en Homs, donde aprenderá el verdadero coste de la guerra, tanto física como psicológicamente.

 

 

La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la Universidad de Alicante (BUA):


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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