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Audrey: más allá del icono

MEDIATECA, Apuntes de cine

Audrey: más allá del icono

No es solo una cara bonita de ángel

Hemos recibido en Mediateca recientemente la película Audrey more than an Icon, un film que nos acerca a una de las actrices más queridas y admiradas de la historia del cine, como es Audrey Hepburn. Un recuerdo y a la vez un homenaje a una persona que fue una “rara avis” en la meca del cine, en Hollywood. Un rostro amable y dulce que dio vida a los personajes que interpretó, en una época en que el prototipo de actriz de éxito era su antítesis física y psicológica, tal es el caso de Marilyn Monroe. Así que con esta película documental queremos homenajear a tan peculiar actriz y persona, además lo vamos a completar con una selección de 13 películas, en las que participó como actriz principal. Audrey Hepburn estaría entre las mejores actrices de la época, además tenía algo que la hacía diferente a las demás.

“Dicen que es un icono de la moda, pero es mucho más.“

 

Los mil y un rostros de Audrey Hepburn

Audrey no es sólo un rostro amable, sencillo y con una belleza natural que enamora, sino que detrás de ese rostro y esa mirada empática hay un ser sensible y generoso. Coetánea suya en Hollywood, entre otras, Marilyn Monroe, actrices explosivas que interpretaron a su vez papeles acordes con su físico, de chicas con curvas e insinuantes, que eran los prototipos que estaban de moda y tenían éxito entre el gran público del cine.

 

Audrey: más allá del icono

La escritora y directora británica Helena Coan ha realizado este film, siendo el segundo de su corta filmografía. Aunque no es una obra maestra, sí que es una esclarecedora narración de la vida más allá de las cámaras de Audrey Hepburn, de su personalidad y de los acontecimientos que marcaron su vida.

La vida de la pequeña Audrey quedó marcada por la ausencia de su padre y por las penalidades que tuvo que padecer durante la Segunda Guerra Mundial, por la pérdida de familiares y vecinos, y por la carencia de alimentos y combustible durante la ocupación alemana. Una curiosidad, Audrey tenía la misma edad que Ana Frank, cuando empezó la guerra, diez años. Antes de esta catástrofe bélica, estudió piano y danza clásica. Después viajó al Reino Unido, donde siguió estudiando ballet clásico.

El acercamiento al cine tiene lugar a principios de los años cincuenta, en los que realiza papeles secundarios. Hasta que, en 1953, el director William Wyler, quedó impresionado por la prueba de cámara que realizó a la actriz, quitándole el papel principal nada menos que a Elizabeth Taylor, en el film Vacaciones en Roma, en el que obtendría su primer y único Oscar. Después de este rotundo éxito cinematográfico, vinieron películas como: Sabrina,  Guerra y paz,  Una cara de ángel,  Desayuno con diamantes,  My Fair Lady…

Pero, en lo personal y afectivo no fue tan afortunada, ya que tuvo varios fracasos amorosos, que probablemente estuvieron influenciados por las penalidades y traumas de la infancia, mencionados anteriormente.

“Era una gran estrella, pero vulnerable.”

Después de enfermar, se trasladó a Suiza, donde llevó una vida tranquila, retirada del ajetreo de los estudios, de los periodistas y de los fotógrafos.

Posteriormente, su vida experimentó un importante giro, ya que se involucró en tareas humanitarias en Etiopía, siendo embajadora de UNICEF.

Pero siempre lo que nos quedará y perdurará será el recuerdo de su encantadora dulzura e increíble mundo interior.

Siendo su rostro un ICONO y un símbolo de la cultura cinematográfica contemporánea.

 

 

Filmografía

Pero lo que no muestra el film es el lado artístico de Audrey Hepburn, así que, para completar el contenido de Audrey: más allá del icono, os vamos a dar una selección de las pelis más destacadas que integran la filmografía de la actriz y que tenemos disponibles en la Mediateca de la BUA.

Clicar en las carátulas para ver la disponibilidad

 

¡Una de tráileres, por favor!

 


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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