El cómic y la novela gráfica
Todos sabemos lo que es el cómic, nos ha acompañado a lo largo de nuestra infancia y a muchos a lo largo de toda su vida ya que es un género literario que tiene fieles seguidores. Básicamente el cómic es una revista que contiene una serie de viñetas con secuencia narrativa. Además, el cómic llegó a la gran pantalla con un éxito rotundo para todos los públicos como han demostrado los éxitos de taquilla de Superman, Batman, Los Vengadores, Iron Man, Spiderman…
¿Pero qué es la novela gráfica? Este término genera más controversia. Como formato de publicación no dista mucho de los álbumes de historietas, aunque en su sentido más estricto, puede definirse por los siguientes rasgos:
- Formato de libro.
- Un único autor y muy raramente un grupo de ellos.
- Una única historia, extensa y con tendencia a la densidad.
- Pretensiones temáticas de la Literatura con mayúscula, con recurso al subjetivismo autobiográfico, flash backs, diferentes tiempos narrativos, etc.
- Destinada a un público maduro o adulto.
Aunque con frecuencia la consideración de una historieta como novela gráfica se debe a motivos comerciales o de prestigio, quedando tal atribución como algo muy subjetivo, hay que destacar que, sin embargo, los expertos en la materia rechazan este término por considerar que el cómic ha sido y es un “arte grande” que no necesita asociarse a otras modalidades creativas para alcanzar madurez expresiva, emoción y calidad.
Pero lo más importante es que, mientras el cómic estadounidense se centra en ser una máquina de fabricar héroes, existe actualmente una nueva corriente, sobre todo en Europa que reivindica la historieta autobiográfica con un trasfondo social. Así, se destacan temáticas tan importantes para los lectores de todos lo géneros literarios como la identidad social, las relaciones familiares, la guerra, el romanticismo…. A continuación citamos unos ejemplos.
“Fun Home. Una familia tragicómica” de Alison Bechdel. Un libro muy superior en lo literario a lo gráfico pero, vencido ese inicial prejuicio, uno se siente inmediatamente atraído por su significado moral. De hecho, esta premiada novela disecciona la identidad sexual y la muerte desde la propia experiencia de la autora, dos temas complejos y polémicos.
Es un retrato autobiográfico de una compleja relación padre-hija. Adolescente revela a su familia su lesbianismo sin tener conocimiento de la homosexualidad de su padre. Ante la muerte de éste, la novela es un continuo flash-back de situaciones de su pasado que le harán entender mejor su vida. En uno de los pasajes de la novela refleja perfectamente su realidad familiar con estas palabras “No solo éramos invertidos, éramos inversiones el uno del otro”.
“Lo que me está pasando, diarios y delirios de un joven emperdedor” de Miguel Brieva no es autobiográfica pero mana de las propias experiencias del autor. Retrata la situación económica y social actual a través del diario de un joven parado, cautivo de desesperanza (como gran parte de la sociedad actual) que le lleva a una fuerte depresión e incluso a cierto atisbo de locura. Esa locura le da una visión delirante de la realidad a través de unas alucinaciones que, sin embargo, parecen indicarle el camino a seguir para superar esa mala etapa. Y todo esto contado en clave de humor.
No podemos dejar de nombrar “Maus: relato de un superviviente” de Art Spiegelman, historia de un superviviente de Auschwitz, Vladek Spiegelman narrada a su hijo Art, el autor del libro, que utiliza todos los recursos estilísticos y narrativos del cómic, un modo renovador de tratar el Holocausto. Cabría destacar la caracterización de los personajes con rasgos faciales de animales, que se usa con fines narrativos; así, por ejemplo, los judíos son representados como ratones, mientras que los nazis como gatos. Pero además, en Maus el autor también realiza un retrato de su padre en la actualidad (en el momento en que se entrevista con él para que le relate sus recuerdos de la guerra) así como de su difícil y tensa relación con él.
Está considerado unánimemente por la crítica como uno de los mejores cómics de la historia. Se trata de uno de los escasos cómics que no sólo ha trascendido al gran público sino que lo hizo con un reconocimiento notable obteniendo uno de los prestigiosos Premios Pulitzer en 1992 y y dió lugar a una exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Y por supuesto “Persépolis” de Marjane Sartrapi. Novela autobiográfica que relata las etapas fundamentales que marcaron su vida, desde su niñez en Teherán siendo testigo de un cambio social y político tras la revolución islámica, pasando por una república islámica que cae en manos de los integristas y llegando hasta su difícil entrada a la vida adulta en Europa y su no menos difícil integración al regresar a su país.
Inicialmente el cómic se realizó en blanco y negro y consta de cuatro entregas en su país de origen. Una vez finalizado, L’Association editó un único volumen que recopilaba la obra completa. Obtuvo una crítica muy buena y tras recibir varios premios internacionales, se realizó una película de animación de Vincent Paronnaud en 2007.
“El Paraíso de Zahra” de Amir y Khalil (pseudónimos) es la impactante historia de una viuda y su hijo mayor que durante días se dedican a buscar en la maraña de un corrupto y burocratizado Teherán el paradero del benjamín de la familia, Mhedi, un chico de 19 años, a punto de entrar en la universidad. Al principio la idea nació de una historia real pero después se tejió a partir de los microrrelatos, vídeos y fotos que los protagonistas reales (manifestantes de la primavera iraní en 2009) colgaron en las redes sociales.
“Crónicas de Jerusalén” de Guy Delisle. Este autor habla de sus experiencias, de su día a día en su continuo devenir por el mundo por necesidades de trabajo, podemos decir que es un autor de libros de viaje en formato cómic.
En esta obra plasma su personal visión del conflicto palestino-israelí inclinándose a favor del lado palestino, pero dejando firmemente reflejada la culpa injustificable de las religiones y, sobre todo, de sus representantes más extremistas. Está construida a base de anécdotas cortas y directas recordando constantemente que ésta es su historia, y de un dibujo sintético que plasma imágenes emblemáticas de Jerusalén, la franja de Gaza, el Muro que separa los territorios ocupados, etc.
También existen novelas gráficas que son adaptaciones de best sellers como es el caso de “El guardián invisible” de Dolores Redondo, adaptada por el autor catalán Ernest Sala. Según palabras de Dolores Redondo: “La riqueza, el cuidado, el detalle con que los elementos que forman parte de la novela original han sido plasmados en el cómic, son extraordinarios.”
Y novelas gráficas en las que el atractivo reside en el diseño gráfico de tal modo que las palabras sólo acompañan a las imágenes como en “Todo lo que nunca te dije lo guardo aquí” de Sarah Herranz. Ilustraciones preciosas, llenas de encanto y tan expresivas que hablan por sí solas.
