Ramón Gómez de la Serna decía en una de sus greguerías que los negros tienen voz de túnel y posiblemente sea cierto.
Una de las voces de túnel más grande de todos los tiempos se apagó el 6 de julio de 1971. Nos referimos a la de Louis Daniel Armstrong.
Virtuoso de la trompeta y de la improvisación, es el músico de jazz más influyente de la historia porque dotó a este estilo de un lenguaje nuevo: de la polifonía en la que los distintos músicos no sobresalían a la monodia musical en la que el individuo creador cobrará protagonismo. Además, hizo que el jazz dejara de ser una música bailable de corte folklórico, aunque también supo mantener las raíces del blues, de las canciones cantadas por los negros en los campos de algodón (work songs) y del gospel, para encumbrarla a la categoría de forma artística y cultural propia de todo un país.
Dave Nelly nos dice que él nos dio “una línea fluida de improvisación desplegada sobre un ritmo regular y una secuencia armónica repetida. Ésta ha sido la receta para casi todo lo que se ha denominado jazz desde entonces, y nadie ha sido capaz de hacerlo de forma tan elegante y profunda, ni con tanta sabiduría, lógica y pasión” (Grandes mitos del jazz. Una historia en imágenes 1900-2000, p. 11).
Sin embargo, el mayor logro de Armstrong fue superar las barreras de lo meramente musical ya que él planteó, de manera práctica, cuál podía y debía ser la posición de las personas de color negro en la sociedad blanca: una noche en 1931 tocaba en Austin cuando un jovencito fue a oírle; Charlie nunca había visto a un negro que no fuera un sirviente, pero allí estaba Armstrong, un genio, demostrando que podía ocupar otro lugar en la sociedad. En 1954, Charles L. Black , convertido ya en profesor de Derecho Constitucional en Yale, se presentó voluntario para formar parte del equipo de abogados que llevó el caso de Brown contra el Ministerio de Educación al Constitucional, demostrando que segregar escolares en función de su color era anticonstitucional.
Tocaba como sólo los ángeles lo pueden hacer. Por eso aún hoy, 39 años después de su muerte y 109 años de su nacimiento, la gente sigue escuchándole y admirándose, entendiendo que cuando se le escucha a él, se está escuchando al jazz en persona; un jazz con mucho swing e improvisación, como debe ser.
En la web podéis encontrar cuantiosa información sobre él, así que nosotros nos limitaremos a indicaros algunas páginas de interés:
– Louis Armstrong House Museum .
– The Louis Armstrong Discography .
– Louis Armstrong .
Así mismo, os invitamos a escucharle en las grabaciones que tenemos en la Biblioteca: Louis Armstrong .
También os animamos a leer sobre el jazz. Especialmente destacamos el fantástico documental de Ken Burns Jazz. La historia.
Finalmente, podéis escuchar un programa monográfico de Jazz porque sí dedicado a Louis Armstrong en RTVE3.
También os dejamos aquí dos vídeos de Youtube con dos ejemplos de la música más popular del maestro: Mack the Knife y Hello Dolly.
¡Que lo disfrutéis!