Tiempos duros estos de confinamientos, miedos, incertidumbres y aplausos a las 8 (en pijama, en chándal o pijama-chándal… no os abandonéis en exceso querid@s), que quieren agradecer (IMPAGABLES SANITARI@S, camioner@s, cajer@s…) y a la vez concitar una especie de sortilegio de palmas (atronador deseo), para que esto acabe, para despertarnos como Dorita en Oz de su pesadilla, y volver a casa.
Y es una pesadilla compartida, un tsunami que nos va arrollando implacable a toda la humanidad, que deja regueros de muertes cercanas, de pérdidas al alza en la bolsa macabra diaria de afectad@s y fallecid@s, que nos encojen el alma y nos dejan el ánimo bajo cero.
En casa y rodead@s de niñ@s, en pareja, en trío o sol@s, cada cuál con su angustia personal e intransferible, se nos ocurre que AHORA SÍ. Protagonistas de nuestra propia peli apocalíptica (y tuvimos mil ensayos fílmicos: ‘Quarantine’, ‘Virus’, ‘Patient Zero’, ‘Guerra mundial Z’…) que es espantosamente real pero de la que, sin duda, vamos a salir, lo que toca es pararnos (no queda otra diréis) y también se-pararnos (ídem), pero en otro sentido… .
Cuando era niña, para ayudarla a superar la muerte de su padre, a Blanca su madre le contó un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso emperador que convocó a los sabios y les pidió una frase que sirviese para todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se presentaron ante el emperador con una propuesta: «También esto pasará.»
(Sinopsis, Anagrama) También esto pasará, Milena Busquets (2015)
“¿Y de qué tengo miedo? (…) De que todo se derrumbe, pero también de lo contrario: de que el miedo pase en vano, sin dejar ningún cambio tras de sí.
Entrevista a Paolo Giordao (‘La soledad de los números primos’) en El País, Babelia.
Añadamos un se-parador reflexivo a nuestras vidas que nos marque el antes y el después de inercias acomodadas, espasmos consumistas, prejuicios de salón, yoísmos egoístas y ombliguismos aniquiladores.
Tenemos una oportunidad única para encauzar, mejorándolo, nuestro entorno físico y humano con acciones individuales. No la desaprovechemos y volvamos tod@s vestidos de domingo.