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Una bolsa de canicas (2017)

MEDIATECA, Apuntes de cine

Una bolsa de canicas (2017)

Una historia de supervivencia

Un título amable y descriptivo, que nos acerca a un juego de niños, “las canicas”, pero choca con el trasfondo y el contenido de la historia, el holocausto judío, un interesante contraste, que enfoca en dos planos; en un primer plano, la mirada inocente de dos niños, y en el otro, la tragedia de la persecución. El cine francés está en un magnífico momento, ya que produce una gran cantidad de películas y muchas de ellas de un nivel notable. “Un sac de billes” se puede incluir en este apartado de films destacables. Una bolsa de canicas está ambientada en la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación nazi del territorio francés, dos niños y su familia son los protagonistas que se verán obligados por las circunstancias a tener que dar un giro brusco a sus vidas. Sin embargo, con la cuidadosa adaptación que ha realizado su director Christian Duguay, que ha dulcificado la trama, con lo que ha conseguido una película conmovedora, de corte clásico, que mantiene la incertidumbre y la tensión hasta el último fotograma. Una historia muy aconsejable para ver en familia, y que invita al espectador a una serena reflexión, además de ser:

Una auténtica vacuna contra el racismo y la intolerancia

 

Algunas consideraciones

Una bolsa de canicas está basada en la novela autobiográfica del mismo título del escritor francés Joseph Joffo, publicada en 1973, de la que se han realizado infinidad de ediciones en diversas lenguas, habiendo sido un fenómeno editorial, ya que se han vendido más de veinte millones de ejemplares. Además, posteriormente se imprimió una edición gráfica con viñetas. La primera adaptación al cine fue realizada en 1975 por Jacques Doillon; la actual versión es un remake de esta.

“ Una historia extraordinaria, llena de emoción y esperanza ”

La versión de 2017 ha sido dirigida por Christian Duguay, siendo una nueva adaptación realizada sin maniqueísmos, una versión de corte clásico, con una presentación pulcra; además, posee un buen ritmo narrativo haciendo que la tensión y la incertidumbre se mantenga hasta el final. La fotografía de Christophe Graillot contribuye en gran medida a una sugestiva y elegante puesta en escena. La interpretación que realiza Patrick Bruel en el papel de Joseph, el protagonista de 10 años, es extraordinaria; además, sus grandes y luminosos ojos son un rayo de luz y esperanza en la adversidad.

Antecedentes históricos. Sin ánimo de ser exhaustivo, no está mal hacer una breve reseña histórica, para poner en contexto el film “Una bolsa de canicas” y para hacerlo más comprensible. Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, Francia es invadida por las tropas de Hitler en 1940, siendo también ocupada su capital, París. Los invasores después de suprimir la Tercera República francesa, instauran un nuevo régimen colaboracionista con el régimen nazi, que será encabezado por el general Pétain. Mientras el viceministro de la Guerra, Charles de Gaulle huye al Reino Unido. La zona ocupada comprende la franja norte y centro de Francia, quedando una zona libre en el sur, siendo la salida natural hacia el Mediterráneo. Mientras que una pequeña franja al sureste estaba ocupada por los italianos de Mussolini, entre ellas la ciudad de Niza, donde en cualquier momento podría empeorar la situación, dependiendo de la evolución del conflicto bélico.

En este contexto histórico transcurre la trama de Una bolsa de canicas, la verdadera historia de Joseph, el pequeño de 10 años, que posteriormente se verá plasmada en el libroUn sac de billes”. Una inquietante historia de dos niños que tienen que abandonar el hogar familiar, para huir de la persecución nazi.

 

FOTOGRAMAS.  Unas pinceladas

Paris, 1941. La ciudad seguía ocupada desde el año anterior por las tropas alemanas. Mientras las SS pasean por las calles, en la trastienda, la represión contra los judíos ya se ha iniciado.

Joffo es un honrado judío, hijo de un exiliado ruso que huyó de la Rusia zarista, dueño de una peluquería en París. Después de años de ejercer su profesión con total normalidad, la situación empieza a complicarse, debiendo llevar su familia la estrella amarilla, un distintivo que les marcaba como judíos.

Mientras que los niños, ajenos a la situación real, juegan por las calles…, en un escondido rincón aún pervive un viejo letrero con el lema de la extinguida República Francesa, “Liberté, Égalité, Fraternité“, una auténtica paradoja. Joseph, el hermano pequeño de la familia realiza un trueque con su amigo Zérati; cambia el distintivo que le señala como judío a cambio de un saco de canicas.

– ¿Me cambias tu estrella de judío por mi bolsa de canicas…?

Joffo, viendo el empeoramiento de la situación en París, y después de ser expulsados de su casa, idea un ingenioso y arriesgado plan para poner a salvo a los seis miembros de su familia.

Joseph y su hermano Maurice, de diez y doce años, deben de abandonar París por distinto camino que el de sus padres y hermanos mayores.

-“ Viajar libres como nunca antes lo habíamos sido ”

Solos se dirigirán hacia la zona desmilitarizada del sur, siguiendo el plan ideado por su padre.

Tras muchas penalidades, después de ser acosados por los soldados alemanes y a punto de ser apresados y deportados, consiguen llegar a la zona libre; el Mediterráneo ya estaba ante sus sorprendidos ojos.

El siguiente paso a realizar, reunirse con sus padres y hermanos, que supuestamente les esperan en Niza, una ciudad que estaba ocupada por las tropas italianas de Mussolini, aliadas de Hitler.

“ Toma, sigue luchando y aprieta la vida en un puño, así, y saldrás adelante…”

Os hemos dado unas pinceladas, aún os quedan acontecimientos importantes por vivir en esta electrizante trama de casi dos horas de duración.

 

 

La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la Universidad de Alicante (BUA):

 

 

 


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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