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1898. Los últimos de Filipinas (2016)

MEDIATECA, Apuntes de cine

1898. Los últimos de Filipinas (2016)

El epílogo de un imperio

1898.Los últimos de Filipinas, un film basado en acontecimientos históricos acaecidos al final del siglo diecinueve, y que hacen referencia a los últimos días del colonialismo español. Como tantos acontecimientos de tipo bélico, de gestas realizadas a lo largo de la historia de un país, el cine y la literatura las enaltece o las desmitifica. Este último es el planteamiento que realiza el film 1898. Los últimos de Filipinas. El absurdo de muchas situaciones que se dan en las guerras, en este caso, se sigue luchando cuando el tratado de paz ya se había firmado, con lo que el conflicto armado ya había terminado. Un film con forma de superproducción y que ha contado con un alto presupuesto, nada menos que seis millones de euros. Que tiene un mensaje abiertamente antibelicista, de desmitificador de una gesta, para unos, heroica, y para otros, innecesaria, cruel y absurda.

De historia, literatura y cine

La guerra hispano-estadounidense y los héroes de Baler. Como suele ocurrir en casi todas las guerras (véase la Guerra de Vietnam, Primera y Segunda Guerra Mundial, Guerra Civil Española…), han originado un variado espectro de interpretaciones de los acontecimientos que allí ocurrieron. Así que, es necesario recurrir a fuentes históricas, literarias y cinematográficas para acercarse a esos acontecimientos. La historia puede que sea poliédrica, que tenga muchas caras, matices y puntos de vista.

El sitio de Baler, desde el punto de vista histórico tiene tres fuentes básicas, los diarios de campaña del capitán Enrique de las Morenas, las del teniente Cerezo, así como las del franciscano Minaya (que por cierto éste no aparece en la película). Gracias a estos diarios se conoce todo lo que acaeció durante los once meses de asedio. Aspectos fundamentales que ocurrieron dentro de la iglesia de Baler, en el plano militar, diarios de campaña, así como del día a día de los oficiales y de la tropa recogidos en el diario del padre Minaya.

Años después, el teniente Cerezo escribió una novela. Recientemente, Juan Manuel de Prada publicó la novela “Morir bajo tu cielo”.

Dos películas y un tema común, Los últimos de Filipinas, y 1898. Los últimos de Filipinas.

Los últimos de Filipinas una película de Antonio Román, producida en 1945, seis años después de terminar la guerra civil. Este es un momento propicio para exaltar viejas glorias nacionales de heroísmo y patriotismo, una propaganda que venía perfecta al régimen, en una época en que se necesitaban iconos para exaltar las gestas militares y el patriotismo.

1898. Los últimos de Filipinas, un film que transita a través de unos acontecimientos bélicos que son el punto y final de un imperio, del imperio español. Un imperio que duró algo más de cuatro siglos, desde que Colón descubriera las “Indias occidentales” en 1492. La guerra de Cuba y Filipinas y de algunos territorios más, son el ocaso de ese imperio que en el siglo XVI era global, como bien muestra la frase atribuida a Felipe II “en mis dominios nunca se oculta el sol”.

1898. Los últimos de Filipinas se mueve entre la sátira y la crítica, mostrando el lado humano de estos acontecimientos, y juega entre la dualidad del heroísmo y el absurdo de las guerras,

“Hay hombres que quieren medallas, y hombres que quieren volver”

El guion es del cubano Alejandro Hernández, está muy bien escrito y contiene unos sugerentes e intencionados diálogos. Anteriormente había participado con tan solo 18 años en la guerra de Angola, aspecto que le marco profundamente, confiesa que “esta película cuenta la verdad de una guerra”, y que ha escrito el guion lejos de cualquier romanticismo.

“Esta historia me ha sacado todos los demonios que llevaba dentro”

 

 

FOTOGRAMAS.  Unas pinceladas

Baler, una pequeña aldea perteneciente a la isla de Luzón (Filipinas). 1898, la guerra entre España y los Estados Unidos de América aún no se ha terminado, aunque se dirige hacia la fase final del conflicto.

Un pequeño destacamento militar español destinado en la isla, formado por cincuenta soldados, oficiales y un religioso franciscano (según las fuentes históricas son tres).

Los militares españoles son sitiados por un gran número de insurrectos filipinos revolucionarios. Este es el hecho y el contexto en el que transita la trama durante los 337 días que dura el sitio. A través de un entorno muy reducido y cerrado, los escasos metros de la iglesia y los aledaños a ésta. Los personajes son sometidos a una gran presión psicológica por la situación extrema del asedio, que además se incrementa por la falta de alimentos (sobre todo frescos) y medicamentos.

Los mandos, el capitán Enrique de las Morenas (Eduard Fernández), el teniente Martín Cerezo (Luís Tosar) y el doctor Rogelio Vigil (Carlos Hipólito)

La paradoja. El asedio y las hostilidades continúan en Baler, mientras la guerra hacía 200 días que ya había terminado. Dos realidades desfasadas en el tiempo, que marcan fuertemente el absurdo de esta dramática realidad, y que en el fondo es el argumento por el que transita la trama de 1898. Los últimos de Filipinas.

 

 

 

EL CAMAROTE DE LOS MARX

En recuerdo de Groucho, Harpo, Chico y Zeppo. Hablaremos de forma distendida de temas dispares que están en la trastienda del cine, del director, los actores, los festivales, del entorno que rodea la realización del film, algún cotilleo…

El director

Salvador Calvo es el director de 1898. Los últimos de Filipinas.  Este joven realizador nacido en Madrid tiene en su haber diecinueve cintas, muchas de ellas son miniseries para la televisión. Destacan de su producción cinematográfica, Niños robados, y muy especialmente 1898. Los últimos de Filipinas.

1898 es una superproducción histórica en la que no se han escatimado medios económicos. El rodaje ha supuesto casi un año de grabación. Nueve semanas en Guinea, en donde se grabaron tomas generales de la selva y playas, que supone la ambientación general de la primera parte de la historia. El resto del tiempo ha sido rodado en las Islas Canarias, en el municipio de Santa Lucía, en donde se ha reconstruido el pueblo de Baler y su iglesia, aquí transcurre prácticamente toda la trama.

Foto de familia en la presentación de 1898. Los últimos de Filipinas. Casi al completo, el equipo técnico, actores y productores. Salvador Calvo (dir.),  Enrique Cerezo “presidente del Atlético de Madrid” (productor), y los actores Luis Tosar, Álvaro Cervantes, Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Alexandra Masangkay…

Premios Goya, obtuvo el premio al mejor diseño de vestuario, tan solo un premio de nueve nominaciones que tenía de partida.

 

La puedes encontrar en el catálogo de la Biblioteca de la BUA,


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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