León Tolstói es muy conocido por ser el autor de novelas como Guerra y Paz o Anna Karénina. Pero además escribió, en su larga vida, numerosos textos de carácter moral y político. Tosltói fue una aristócrata religioso, pero contrario a las estructuras de la Iglesia que vivió con gran preocupación, sobre todo en su última etapa vital, las malas condiciones de vida del pueblo ruso. Formaba parte del grupo de los privilegiados del zarismo, pero en esta época desarrolló un rechazo a toda forma de gobierno. Es por tanto una persona que influyó en el desarrollo de la corriente cristiana del anarquismo y en el movimiento pacifista.
En esta pequeña obra, Tolstói se muestra indignado por la situación de la sociedad rusa. Él fue testigo de la abolición de la servidumbre por el zar Nicolás II en el año 1861. El fin del vasallaje trajo consigo la emancipación de los siervos y una economía capitalista con un gran descontento social y nuevas formas de explotación del hombre, que para él era incluso más gravosas que las del Antiguo Régimen.
Tolstói rechazó todo el sistema. Los impuestos, a los que consideraba injustos y toda forma de Gobierno y propiedad. Así como las leyes que sólo pudieran defenderse mediante la fuerza: “Los Gobiernos son instituciones inútiles, funestas e inmorales en alto grado”. Sus críticas abarcaban a todo el arco político: absolutistas, liberales o socialistas. En parte de estos escritos se le ha visto como uno de los precursores del ecologismo y del decrecimiento económico.
(Información proporcionada por Errata Naturae)
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