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Arquitectura para las personas

El Colegio Territorial de Arquitectos, en colaboración con la Fundación Caja Mediterráneo, organiza una exposición sobre arquitectura colectiva Danesa Contemporánea, con las personas como origen y centro de los proyectos arquitectónicos y urbanísticos: Arquitectura para las personas.

En la inauguración de la exposición, el 15 de febrero a las 19h, Vicente Zaragoza, arquitecto y project manager que vive y trabaja en Dinamarca, dará una conferencia sobre “The new Danish Wave”.

Tanto la exposición como la conferencia se realizarán en la Obra Social Caja Mediterráneo, en la calle Dr. Gadea 1 de Alicante.

Jan Gehl está cansado de ver cómo la planificación urbana pasa por alto al ser humano. “Los arquitectos y los planificadores de ciudades viven desconectados de las personas. Se proyectan enormes edificios que miran al cielo y se añaden más carriles para los coches, pero se olvidan completamente de lo que ocurre en el suelo. Ese espacio donde los humanos se mueven, viven e interactúan”.

Este urbanista y arquitecto danés de 74 años es uno de los grandes artífices del Copenhague actual, donde más del 37% de la población utiliza la bicicleta como principal medio de transporte (el objetivo es que supere el 50% en los próximos años). Todo esto se ha conseguido gracias a una política desarrollada durante más de 40 años para generar infraestructuras que facilitan la movilidad del peatón y las bicicletas en entornos seguros y separados de los coches, a la vez que restringen el acceso de automóviles a la ciudad. “El resultado es que hoy es una ciudad más sana, con mejor calidad de aire, más viva y segura porque a la gente le gusta salir a la calle”, asegura.

En el año 1960 hubo un cambio de paradigma, la ideología modernista en el urbanismo tomó el control por completo. Las ciudades empezaron a expandirse a toda velocidad y la construcción de edificios se industrializó. Al mismo tiempo, los coches empezaron a dominar la sociedad. En 1961 Jane Jacobs, con su libro The Death and Life of Great American Cities, alertó de las consecuencias que esto podía tener y criticó duramente estas prácticas diciendo que acabaría con la muerte de las ciudades americanas. En aquellos tiempos sus palabras tuvieron un impacto limitado. Durante los siguientes 40 años nos metimos por la senda de la modernización impulsada por el automóvil. Los urbanistas practicaron sin tapujos su síndrome de Brasilia, los arquitectos se perdieron en hacer arte y celebrar su individualismo y los planificadores de tráfico siguieron esforzándose para hacer la vida más fácil para el coche. En ninguna parte de la formación de esta gente hay un elemento importante dedicado a las necesidades de la escala humana.

“Hoy sabemos de sobra las consecuencias de estas políticas. Tenemos que exigirnos hacerlo mucho mejor de lo que lo hemos hecho durante el último medio siglo.”


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… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

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