Home »

“El asesino que envenenó a Napoleón y otras historias de la Microbiología” de Raúl Rivas

La Biblioteca de Ciencias te recomienda la lectura de la obra El asesino que envenenó a Napoleón y otras historias de la Microbiología,  del profesor, investigador y divulgador científico Raúl Rivas.

El asesinó que envenenó a Napoleón
“El asesinó que envenenó a Napoleón” de Raúl Rivas

El 8 de agosto de 1815, el HMS Northumberland, un navío de guerra con varias ristras de cañones que erizaban la nave de babor a estribor, transportó al emperador Napoleón Bonaparte a su definitivo exilio en la isla de Santa Elena. Un lugar donde, oculto a las miradas provincianas y a los ademanes carcelarios, aguardaba complacido el asesino del general francés. A pesar de ser infinitesimales, los microorganismos tienen la capacidad de transformar pueblos y generar acontecimientos, peripecias e incidentes insospechados.

En esta obra se recogen algunos de los episodios más relevantes y curiosos en los que estos minúsculos organismos han intervenido. Además del propio Napoleón, desfilan gran número de personajes históricos: Hitler, Churchill, Quevedo, Ana Frank, Michael Jordan. Descubriremos toda clase de enigmas, anécdotas, curiosidades y aventuras científicas  como la verdadera historia del ave fénix, las causas que originaron la muerte del pintor Caravaggio, el juicio a Sally Clark, el caso del doctor Immanuel Pfeiffer, falsas epidemias para engañar a los nazis o los acontecimientos que permitieron que Barack Obama llegara a ser presidente de los Estados Unidos de América.

El autor nos traslada a varios episodios históricos, nos explica el contexto poniéndonos en situación e informándonos de los aspectos necesarios para comprender y disfrutar cada momento y, por último, relaciona estos hitos con la microbiología, construyendo así  una obra de divulgación científica rigurosa, dinámica y amena.


Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Categorías

Archivos

¿Qué estás leyendo?

… la justicia, no es solo cuestión de fondo. Sobre todo, es cuestión de forma. Así que no respetar las formas de la justicia es lo mismo que no respetar la justicia. Lo comprende, ¿verdad? -Melchor no dice nada; el subinspector esboza una sonrisa tolerante-. Bueno, ya lo comprenderá. Pero acuérdese de lo que le digo, Marín: la justicia absoluta puede ser la más absoluta de las injusticias.

Terra alta / Javier Cercas

Todo en nuestra web