Metodología ágil en el diseño e implantación de un Máster en Ingeniería Informática
Metodología ágil en el diseño e implantación de un Máster en Ingeniería Informática
Patricia Compañ, Virgilio Gilart, Fernando Llopis, Faraón Llorens, Jose-Norberto Mazon, Andrés Montoyo, Rosana Satorre, Mireia Sempere
ReVisión (Revista de AENUI de investigación en Docencia Universitaria de la Informática).
Volumen 8, número 2 (2015)
Tras la vorágine de las renovaciones y nuevos diseños de todas las titulaciones universitarias, llegan momentos de calma, de análisis y de reflexión. Los másteres caracterizarán a las universidades. Y aunque el Máster en Ingeniería Informática sigue unas fichas comunes, debe imbricarse con la universidad y el contexto social en el que se implanta. En este artículo se hace uso de los conceptos de las metodologías ágiles para describir el proceso de diseño e implantación del Máster en Ingeniería Informática de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante. Desde su implantación este Máster ha seguido un proceso de mejora continua, identificando, en cada curso, los posibles aspectos de mejora a partir de la información recogida durante los cursos anteriores y las propuestas para realizar dichas mejoras para los cursos siguientes. Se pretende en este artículo describir las experiencias, lecciones aprendidas y futuros pasos encaminados a afianzar este proceso de mejora continua del Máster en Ingeniería Informática.
Dicen por ahí … que la nueva alfabetización pasa por la programación
Dicen por ahí … que la nueva alfabetización pasa por la programación
Faraón Llorens Largo
ReVisión (Revista de AENUI de investigación en Docencia Universitaria de la Informática).
Volumen 8, número 2 (2015)
El lector tiene en sus manos el segundo texto de la columna “Dicen por ahí …” en la que planteé que iba a hablar de lo que se estaba debatiendo en ese momento, fundamentalmente en internet, sobre la docencia universitaria de la informática y con informática. Aunque siempre intentaré exponer temas candentes, seguro que hay muchos otros que son interesantes. Por tanto debo reconocer que en la temática a exponer siempre habrá un sesgo subjetivo por mi parte. Este sesgo viene dado por la atención. A todos nos ha pasado que cuando nos ronda una idea por la cabeza, no paramos de ver cosas relacionadas con la misma. Así por ejemplo, si estamos pensando en tener hijos, no paramos de ver mujeres embarazadas. ¿Hay más o simplemente ahora nos damos cuenta de ello? Pues eso me pasa a mí, que cuando ya tengo pensada, más o menos, la idea sobre la que hablar en la columna, empiezo a tropezarme con información al respecto. Y por tanto tiendo a pensar que el tema está candente. En cualquier caso, espero que el tema elegido para esta ocasión sea de interés.
Para esta edición de la columna he seleccionado el lenguaje digital y la formación en el mismo, fundamentalmente en los niveles educativos no universitarios. Asignaturas básicas, repetidas de forma progresiva en todas las etapas educativas, tratan acerca de los lenguajes, por ser claves en el desarrollo del individuo. Todos estamos de acuerdo en que a nuestros hijos debemos formarles en el lenguaje de los humanos, tanto en su vertiente oral como escrita. Nadie duda de la importancia de la asignatura de lengua en los currículos escolares. En todo caso, el debate en estos momentos está en el multilingüismo, si una o varias lenguas (las oficiales más alguna extranjera), y en todo caso, en si deben aprenderse por inmersión lingüística y mediante la integración de lengua y contenidos. La otra asignatura “grande” de nuestros currículos, y verdadero terror de nuestros jóvenes estudiantes, es la matemática. Generalizando, podríamos hablar del lenguaje de la naturaleza, englobando así a todas las materias relacionadas con las ciencias experimentales (física, química, biología…). Todo esto se complementaría con un tercer bloque que podríamos etiquetar como el lenguaje de la humanidad, incluyendo aquí todas las ciencias sociales (historia, arte, música, economía, filosofía…). Pero para preparar a nuestros jóvenes para enfrentarse al mundo en el que les tocará vivir, necesitamos un cuarto bloque que podíamos etiquetar como lenguaje digital, que incorporaría las competencias necesarias para desenvolverse con éxito en el mundo digital, con la programación como forma de resolver problemas y el pensamiento computacional como paradigma de trabajo. Hay una nueva alfabetización, que podemos llamar alfabetización digital, necesaria para las nuevas sociedades y en la que debemos formar a los futuros ciudadanos. Veamos con detalle a qué me refiero.
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Y llega el cierre de la columna, ya que como tal no debe ser excesivamente extensa (para eso están las múltiples direcciones web facilitadas). Somos afortunados por ser testigos (y en cierta manera quiero pensar que protagonistas) de la aparición de una nueva época, con cambios en todos los ámbitos. La nueva era digital es una realidad. Y este mundo se caracteriza por la conectividad, la complejidad, la recursividad, el comportamiento exponencial, la incertidumbre, el cambio y la adaptación. Y preparar a nuestros jóvenes para poder enfrentarse a situaciones de este tipo es el cometido del sistema educativo. Debemos dotar a las nuevas generaciones de las herramientas cognitivas necesarias para comprender este nuevo mundo . Y como va siendo habitual, voy a finalizar la columna con una cita, en este caso de Gabriel García Márquez que aparece en el primer párrafo de su novela Cien Años de Soledad, y dice que “el mundo era tan reciente que las cosas no tenían nombre, y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo”. Y cerramos así el círculo y volvemos a nuestros orígenes. Antes de las palabras, señalábamos las cosas con el dedo. Y antes de los números, contábamos con los dedos. Ahora en la era de los ordenadores e internet, la palabra que caracteriza este mundo, digital, tiene esa misma génesis, nuestros dedos. ¡El futuro está en nuestras manos!