Hoy sigo con la arqueología docente, es decir, releyendo textos de hace muchos años y que se mantengan actuales en cuanto a sus ideas pedagógicas (al menos las que yo comparto). Tras la reflexión de ayer y al hacer referencia al ministro Wert y sus reformas educativas, que van en la dirección de hacer una educación de élite y excluyente: potenciación de las universidades privadas con recortes en las públicas, aumento de las matriculas sin aumentar el número de becas, los filtros por exámenes clásicos (revalidas a varios niveles), potenciación de la doble vía, una para los listos y otra para los torpes, en lugar de prestigiar la formación profesional…, me vino a la memoria un libro que me hicieron leer cuando estudié Magisterio: Carta a una maestra, Alumnos de la Escuela de Barbiana (1970) (pdf). Hoy lo he recuperado de mi biblioteca y he seleccionado algunos párrafos. Se trata de una feroz crítica al sistema educativo italiano y a “la base sociológica clasista del sistema”. Por tanto no es aplicable al actual sistema educativo español. Pero no viene mal leerlo y no cometer los errores del pasado. Todo avance social en el sistema educativo es un logro que no debe tener retroceso.
Al hablar de los profesores y del Magisterio dice:
“Yo soy un chico influido por el maestro y presumo de ello. Él también presume. Si no, ¿en qué consiste la escuela?
La escuela es la única diferencia que hay entre el hombre y los animales. El maestro da al chico todo lo que cree, ama y espera. El chico mientras crece le añade algo y así́ la humanidad avanza.”
Tampoco tiene desperdicio lo que dice de la pedagogía (un poco extremo, pero un muy buen resumen en una frase):
“La pedagogía, tal y como está, yo la quitaría. Pero no estoy muy seguro. Probablemente si hicierais algo más, descubriríamos que tiene algo que decirnos.
A lo mejor se descubre luego que tiene que decirnos una sola cosa. Que los chicos son todos diferentes, diferentes los tiempos históricos y cada uno de los momentos de un mismo chico, diferentes los países, los ambientes y las familias.
Entonces bastaría una sola página del libro que dijera esto, y el resto se podría tirar.”