En la tarde del viernes 28 de Septiembre de 2012 y en el recinto del Ficus situado en Benalúa (Alicante), unos alumnos del taller de Proyectos IV “Common Extra House Lab” que se disponían a visionar la película “Moonrise Kingdom” fueron testigos de ciertos encuentros fortuitos entre fragmentos de la película y las situaciones que les pasaban alrededor, por encima y a ras de suelo.
A medida que avanzaba la película, el espacio de su precaria sala se fue haciendo más reducido debido a las inclemencias del tiempo: cada vez más cerca de la pantalla hasta producir un continuo entre alumnos y protagonistas (“aquí estamos seguros” decían éstos intentando calmar a su improvisada platea), entre realidad y ficción (las arrugas de la pantalla y las ramas del bosque), produciendo que la frágil lona del techo se fuera inflando cada vez más (los alumnos acabarían achicando para ambas tormentas).
En un entorno donde ensayarán modos de ecualizar propuestas y realidad, el primer roce con los flujos latentes en Benalúa no podía haber tenido mejor preámbulo. Todo ello gracias a Jose María Torres (quien, al proponerlo, ya sabía lo que iba a ocurrir).
“Le nouvel observateur”, 30 sept 2012
